lunes, 21 de julio de 2008

Por arte de birlebirloque

Una inusitada fiebre de magia, magos, trucos y demás mentiras agradables se ha apoderado palatinamente de nuestros castigados subconscientes. Programas de televisión, libros, escuelas de magia¿? y hasta películas.
Desde que el repelente Harry Potter copara el inexplicable mercado literario, se han sucedido las revisiones más o menos infantilizadas sobre ese mito que es el engañabobos con clase, el trilero de las emociones, el enemigo íntimo de Wittgenstein y Sartre...; a saber, los magos.
Y en el cine, como no podía ser de otra manera, un aluvión de títulos, capitaneados por la infumable saga del niño ese, ha deambulado ante nosotros con mayor o menor fortuna; incluso hemos sufrido (yo al menos) el lío consecuente de la amalgama, sin solución de continuidad, de tantos títulos de similar trama y hasta estética.
Creo que la que mejor salió de tan complicado envite fue THE ILLUSIONIST, del desconocido Neil Burger. Primero por lo acertado de los actores; un convincente Edward Norton y un remozado Paul Giamatti, ambos secundados por una de las actrices más bellas del planeta (y créanme que no suelo fijarme mucho en eso), Jessica Biel.
Otro gran acierto es no dar primacía a los efectos especiales. En vez de eso, y al tratarse de un film de época, el director opta (afortunadamente para nuestras retinas y oídos) por reproducir fielmente las actuaciones de aquellos ilusionistas que se fajaban en teatros abarrotados de asombrados e incrédulos.
Tercer acierto: la fotografía de Dick Pope alcanza momentos sublimes de fantasmagoría y surrealismo, creemos, en determinados pasajes, haber desembarcado en un sueño vivo, y ello contribuye a mantener un precioso estado de extrañeza que domina la posible dulcificación de la historia amorosa.
Porque, por encima de otras consideraciones, THE ILLUSIONIST rezuma el romanticismo tétrico de un Murnau o un Whale atrapados en el ámbar del cine de la prisa que tan acostumbrados a ver estamos.
Recomendable como evasión estilística y evocadora.
Bueno, como diría el gran Tamariz: nananienoooonaaaa.
Saludos.

5 comentarios:

Capri c'est fini dijo...

Tienes razón que de la hornada de pelis de magos con toques de época, El ilusionista es la mejor. Además funcionó en ella el famoso boca-oreja porque cuando yo fui a verla, no había nadie en la sala y en semanas siguientes se llenaban. Lo cual me alegra mucho porque no era el clásico rompetaquillas de Hollywood. A mí, si te soy sincero me gusto, pero no me maravilló. Como dices, los actores estaban muy bien y la ambientación también. Me gustó la fotografía mucho. Pero la historia a veces se queda un poco estancada y me aburrió por momentos. Hubieran conseguido mejor resultado con menor duración. Un saludo.

dvd dijo...

Blogia rules!!! Incluso don de la ubicuidad. ¡Eso es magia! Grande Capri.

Eduardo dijo...

No la he visto. Tuve la desdicha de ver "El truco final" con la fantástica traducción española de "el prestigio" (The Prestige), que casi me deja en un chapapote celuloidico el resto de mis días. Así que no he vuelto a ver una de magos.
Aunque "el prestigio" le gustó a mucha gente... Quizá soy yo, que descubría la trama en el minuto 2, y además vi los fallos argumentales e incluso de raccor. Escalofriante.

dvd dijo...

Lo del "prestige" es, simplemente, aprovechar la corriente para, con los mínimos argumentos, poner cualquier fruslería en pantalla. En fin...

Anónimo dijo...

yo al igual que el personaje de Paul giamatti disfruto intentando ver donde esta el truco,adelantarme a lo que va a ocurrir en la pelicula o averiguar antes del final quien es el asesino.
y la verdad es que la pelicula consigue que te metas dentro de la trama,con una ambientacion muy conseguida,y unas muy aceptables interpretaciones,la verdad es que es muy recomendable su visionado.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!