Mostrando entradas con la etiqueta Stanley Donen. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Stanley Donen. Mostrar todas las entradas
jueves, 7 de noviembre de 2019
Películas para desengancharse #73
Sería imposible hacer hoy día SEVEN BRIDES FOR SEVEN BROTHERS, probablemente una de las películas más políticamente incorrectas de todos los tiempos ¿Un garrulo que llega a la ciudad con el único propósito de llevarse una mujer, quiera o no quiera? ¿Seis hermanos, igual de asilvestrados, que esperan la llegada de la moza con ojos de sierra mecánica? Imaginen, tan solo. Por si no fuera poco, a la Metro se le ocurre que quizá esto daba para un musical, y que entre piruetas y acrobacias, los integrantes de este curioso clan la emprenden a puñetazos con todo lo que se menea. Cuando creemos haberlo visto todo, tienen la brillante idea de volver todos a la ciudad y raptar (literalmente) otras seis señoritas, que el invierno es largo y duro... Ustedes me entienden. Así las cosas, si no fuera por lo bien que cantaba Howard Keel y cómo bailaba el resto de los hermanos sobre los tablones de una casa a medio construir, podríamos colegir que éste, y no otro, podría haber sido el verdadero origen del slasher, solo que entonces no se podía imaginar tal cosa. Ahora bien, si lo único que quieren es ver un musical decente, de los que ponen en Intereconomía a las cinco, éste es el mejor de todos...
Saludos.
viernes, 6 de abril de 2012
Las lentejas de los dioses
Lo de hoy es complicadillo nada más... explicarlo, me refiero. Yo les digo una lista, una relación de nombres y ustedes cierran los ojos. Si les digo que dirige Stanley Donen, que el guion es de un tal Martin Amis, que la música es de un muchachillo llamado Elmer Bernstein y que la tripleta protagonista la componen exclusivamente Kirk Douglas, Farrah Fawcett y Harvey Keitel... ¿lo primero que se les podría pasar por la mente es que se trata de una basura de película? Probablemente no, pero lo es. SATURN 3 es una de esas cosas que surgen cada cierto tiempo contra todo pronóstico y sin que nadie entienda muy bien cómo tal cantidad de talentos se embarcó al unísono en algo que huele mal desde su misma concepción. Lo de menos es la historia, un típico relato de ciencia ficción situado en el dichoso planeta (más concretamente en su luna Titán) con mucha maquinaria, un científico, su esposa, un militar majara que llega por sorpresa y que trae consigo un robot asesino... No. Lo peor de todo es ver a Kirk Douglas enseñando el culo más que la Fawcett y tomando píldoras para el deseo sexual; lo peor de todo es que la decoración es cartón piedra del malo con luces del todo a cien; lo peor es que el robot asesino es un cacho de chatarra que se mueve más lento que un banquero en época de crisis, y que además suena como la alarma de mi coche; lo peor es ese vestuario balnearial... (y ahí lo dejo); lo peor es que le pusieran una coletilla a lo Miguel Bosé a un Harvey Keitel que cada noche de rodaje llamaba a Scorsese para que le enviase un par de sicarios... Lo peor es intentar imaginar a aquellos tipos en el set de rodaje cada día... y otro día más... Brrrrrrrr...
3 saludos.
lunes, 8 de marzo de 2010
Perfección absoluta

Ahora bien, lo gracioso es cómo Stanley Donen recoge una historia de lo más simple y la dota de eso tan complicado que se llama magia; a día de hoy es todo un misterio. Sí, claro que los números musicales eran cosa de un tal Gene Kelly, pero seamos francos... Kelly está con Debbie Reynolds en una escena a punto de explotar de tan acaramelada ¿cómo lo resuelve un director para que sobrevuele nuestra imaginación y la deje allí para siempre? El misterio de SINGIN' IN THE RAIN, lo que hace que la veamos una y otra vez sin cansarnos, es una especie de poética del movimiento que incluye tanto a la dinámica del encuadre respecto a una simple conversación, como a la suavidad y coherencia con la que se van sucediendo tanto diálogos como coreografías. Nada es gratuito ni impostado, no vemos actores intentando convencernos de que no van a desentonar (un día hablaré de Daniel Day Lewis), sino el ejemplo de que eso de que "cualquiera puede bailar" no es más que una falacia para ahorrar costes de manera ignominiosa.
Para mí, SINGIN' IN THE RAIN es un todo, un círculo perfecto de asombrosa imaginación visual, pero qué quieren que les diga... Esa maravilla, esa escena única, mítica; ese icono eterno e inconmovible... Llueve, y Gene Kelly pasea sonriente mientras llueve torrencialmente ¿Qué cosa sino el amor puede hacer que baile frenéticamente y patee los charcos? Poner eso en imágenes es lo que comúnmente se conoce como "Obra maestra absoluta".
Saludos pasados por agua.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
¡Cuidao con mis primos!