Mostrando entradas con la etiqueta Hong Sang-soo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Hong Sang-soo. Mostrar todas las entradas

sábado, 7 de junio de 2025

Vida prócer: El cine de Hong Sang-soo #31


 

WOO-RI-UI-HA-RU (NUESTRO DÍA) simplifica al máximo una historia compartida, aunque narrada de forma dual, para investirnos de experiencias y sensaciones que sólo cobran sentido al ser compartidas. Una actriz en depresión busca refugiarse en casa de una amiga, donde recibe a una vendedora de productos naturales que quiere convertirse también en actriz; súbitamente, el gato de la amiga desaparece, obligando a un acto colaborativo que interrumpe una interesante cena. A kilómetros de allí, un semiolvidado poeta colabora con una joven estudiante de cine, con la intención de montar un documental en apenas un par de días; al mismo tiempo, recibe a un admirador, con el que entabla una conversación en la que le confiesa que sólo echa de menos a su gato, que murió de viejo, incluso más que el alcohol y los cigarrillos que el médico le ha prohibido tajantemente. Ambas escenas están íntimamente ligadas por un denominador que las traspasa, quizá la camaradería inusitada como el mejor bálsamo contra la inoperancia y el olvido. Quizá no, pero observo este último modo de contar historias de Hong Sang-soo, y además de verlo despojado de cualquier teoría de la conspiración, es sabroso por lo calmado de su sabiduría, no sé si asimilada, pero sí sanadora.
Saludos.

sábado, 28 de septiembre de 2024

Vida prócer: El cine de Hong Sang-soo #30


 

El equívoco de los equívocos. Hong Sang-soo vuelve a desfigurar la idea preconcebida del cine cultureta, relamido, vacío, llevándonos al pequeño rodaje emprendido por un actor metido a cineasta sin recursos, y los dos amigos que le van a apoyar en su particular aventura ¿Nos habla entonces IN WATER del rodaje? Se podría decir que sí, aunque ello mismo conforma la película en sí, transfigurando el "cine dentro del cine" en "cine gracias al cine". Es una película que, precisamente, se puede rodar con un par de sueldos, y que es una lección de concisión, una hora para determinar qué significa para un cineasta la decisión de rodar, o cómo la cotidianidad puede adueñarse por completo de la ficción. Si les molesta la decisión de mantener la imagen desenfocada durante gran parte del metraje, también es parte del carácter; erróneo o acertado, no nos pertenece a nosotros procesar más allá de observar y analizar ¿pero desde dónde?
Único entre los únicos.
Saludos.

sábado, 25 de mayo de 2024

Vida prócer: El cine de Hong Sang-soo #29


 

En THE NOVELIST'S FILM, Hong Sang-soo vuelve a dar un salto mortal narrativo, desafiando las convenciones (tan convencionales) del cine moderno, y plasmando en hora y media la historia que precisamente nadie podría esperar una vez leída la sinopsis. Una escritora atraviesa una profunda crisis creativa, lo que sólo es capaz de confesar a una vieja amiga con la que se ha reunido en la librería que abrió cuando decidió abandonar la literatura; paralelamente, recibe la oferta de escribir un guion para la película de otra amiga, directora, aunque sólo encuentra un extraño hálito de inspiración cuando conoce a una joven actriz, que se entusiasma con el proyecto, pero cuya carrera está destruida por sus problemas con el alcohol. En manos inhábiles, esto daría para un "drama generacional femenino", y Hollywood tendría preparada su cuota de actrices consagradas y el consabido cargamento de kleenex. En lugar de ello, el imparable director coreano escucha a sus personajes con atención, les deja hablar y también estar en silencio, y termina por filmar un hermoso tratado sobre la dificultad en el proceso creativo, con mucha sensibilidad pero ni un solo gramo de condescendencia hacia sus personajes. Y si no supiésemos de la existencia de seis o siete obras maestras superiores a ésta, afirmaríamos que es su mejor película. No lo es, pero sí una auténtica delicia, otra más.
Saludos.

sábado, 6 de enero de 2024

Vida prócer: El cine de Hong Sang-soo #28


 

Un edificio, más alto que estrecho, donde se encuentran un director de cine sin ideas, su hija y la dueña, amiga desde hace tiempo. Comen y beben en la planta baja, luego suben por la angosta escalera, llegan hasta el ático. Ríen, y él toca un poco la guitarra. La hija querría trabajar allí, vivir allí; el padre también, pero por diferentes motivos. Abajo del todo, un restaurante, también forma parte del edificio. Sin previo aviso, el eje vira, la mujer que regenta el restaurante invita a comer al director y la dueña, también a unas botellas de vino. Luego, el director ya vive allí con esa mujer, pero su salud es delicada. Sólo come verdura. Recibe una desangelada invitación de un remoto festival, harán una retrospectiva, pero sólo le pagan el billete a él. Hace demasiado tiempo que no entra nadie al restaurante. Finalmente, todo podría mejorar, o tornarse en un último giro más iluso. Feliz por llegar al último piso de la vida, una mujer le visita sin compromiso, lo mima, le cocina carne, le compra cigarrillos, lo empapa en soju mientras le promete masajes y caricias. Es lo que quiere o lo que desea, o lo que imagina desear. En WALK UP, Hong Sang-soo realiza el penúltimo salto mortal, desafiando la lógica narrativa y destapando la legión de impostores que copan cines y plataformas actualmente. Es una narración tan sencilla que duele, los diálogos fluyen en busca de fusionar la realidad con un idealismo fantástico, abandonándose en piezas como compartimentos, haciendo de ese edificio vertical el cuerpo mismo de la historia. No hay historia, y ya puede desgañitarse el director diciéndolo, porque todos creerán que sí la hay...
Saludos.

sábado, 15 de octubre de 2022

Vida prócer: El cine de Hong Sang-soo #27


 

Un acupuntor que pone su destino en manos de dios, un director de teatro menos inteligente de lo que todo el mundo le atribuye, un joven que no quiere ser actor por no besar a desconocidas, una madre posesiva y alcohólica, una novia que decide irse a Alemania a estudiar moda como excusa ineludible para romper su relación, una amiga u otra cosa, una señora que sueña con no dejar de fumar nunca, una secretaria a la que un niño declaró su amor... quizá honestamente. INTRODUCTION, la (pen)última película ee Hong Sang-soo, contiene todos estos elementos, y quizá muchos más. Un mínimo retablo de personalidades, inseguridades, iniquidades, gente que no te quiere, gente que dice que te quiere, o ayudas que nunca llegan, y que cuando lo hacen ya es tarde. No es de lo mejor que ha rodado Hong últimamente, porque el listón estaba demasiado alto y porque me parecen demasiados cabos sueltos para este remolino de sensaciones, que cobra mayor importancia en su soterrada vertiente cómica, t se torna algo banal al ponerse dramática. Es un Hong Sang-soo socarrón (más aún), como mirando de lado, como preparando otra gran película, de la que ésta podría ser un magistral preámbulo.
Saludos.

sábado, 7 de mayo de 2022

Vida prócer: El cine de Hong Sang-soo #26


 

Vivimos en un mundo de apariencias, mentiras y calamidades. Alguna vez, alguien, algo, nos abre los ojos y nos pone frente a nosotros, frente a lo que se nos pasa por alto. En una búsqueda de depuración permanente, Hong Sang-soo ensaya el prurito vital de vernos ante una persona abierta en canal, tan sólo para, seguidamente, devolvernos al asco de seguir adelante como si hoy fuera igual a ayer. Pendiente de estreno en Julio (más de un año después de su realización), DANGSIN-EOLGUL-APESEO (DELANTE DE TI) es una de las obras maestras del director coreano; una de sus películas más sencillas, y sin embargo más desgarradoras. Apenas nos cuenta el viaje de una mujer (excepcional Lee Hye-young), una antigua actriz, de olvidada trayectoria, ha vuelto a Corea desde Estados Unidos, adonde se marchó hace muchos años, para visitar a su hermana. Escindido en dos partes bien diferenciadas, el film muestra la doble desnudez de esta mujer; primero ante la hermana, a la que aclara, tras unos halagos que la incomodan, que su vida norteamericana no ha tenido nada de glamuroso, y que apenas tiene unos cientos de dólares en su cuenta, contrastando con la boyante economía de ella. Aunque su viaje tenía otro propósito más retorcido: encontrarse con un pujante director, que (suponemos por capricho autoral) la ha requerido repetidas veces para trabajar con ella, aun sabiendo de su retirada. El encuentro, entre comida china y abundantes botellas, transcurre ante una admiración que nunca sabemos si es fingida, y la última gran revelación de ella, tras rechazar la colaboración, pero que despierta otro interés en el director. En una simplísima pero magistral secuencia de cierre, el film nos deriva hacia la inevitabilidad de la cruda realidad ante nuestras ínfimas y pueriles ensoñaciones. Y una vez más, abrazamos ese amplio abanico de sensaciones gracias a un guion simplemente perfecto.
Absolutamente maravillosa.

sábado, 1 de mayo de 2021

Vida prócer: El cine de Hong Sang-soo #25


 

Fieles a la puntual cita sabatina con Hong Sang-soo, nos enfrentamos a DOMANGCHIN YEOJA (LA MUJER QUE HUÍA), estrenada en 2020, y que demuestra un par de cosas, como que el director coreano está más inspirado que nunca, y que también puede dar alguna lección sobre cómo seguir haciendo cine sin sobresaltos, incluso en mitad de una pandemia. Cada vez más depurado (no creo en eso del minimalismo), su acercamiento progresivo al alma femenina expone lo poco que sabemos los hombres de esa zona, inconcebible, inexpugnable y que tanto pavor nos causa. Ni siquiera se molesta en confrontar, le basta un fuera de campo sutil e insólito, como si de trazos impresionistas se tratara. Hombres caricaturizados por ellos mismos, infantilizados por ellos mismos, y culpando siempre a las mujeres de sus frustraciones, torpe y orgullosamente adquiridas. Ellas son protagonistas sin pretenderlo, en sus conversaciones sin reproches, a base de paladear buenos y escasos encuentros, con esa magnífica ayuda que siempre es la empatía, y con un férreo sentido de la lógica. Así escrito parece evidente, pero uno lo piensa y entonces lo comprende: la mujer sólo huye de lo que no comprende.
Fabulosa.
Saludos.

sábado, 6 de junio de 2020

Vida prócer #24: El cine de Hong Sang-soo



Y cómo no, no puede faltar un sábado dedicado a Hong Sang-soo, al que a veces hay que acelerar para cogerle el ritmo. Su penúltimo film es, hasta ahora, GANGBYUB HOTEL (EL HOTEL JUNTO AL RÍO), donde vuelve a ofrecer un pequeño relato escindido en dos partes, perfectamente diferenciadas las dos, aunque confluyendo ambas en un desenlace que dota de sentido único a lo que aparentemente no tiene nada que ver. Por un lado, tenemos a un viejo poeta que, sumido en una especie de extraña melancolía, cita a sus dos hijos en el hotel del título, un poco para ajustar cuentas con el pasado, aunque en realidad intuye que su fin está cerca y le gustaría verlos por última vez. Por contra, una joven se va al hotel huyendo de un desengaño amoroso, y desde allí telefonea a su mejor amiga para que la acompañe en unos momentos tan difíciles para ella. Aquí los personajes hablan, o no; interactúan, o se mantienen al margen; y entre una cierta banalidad consensuada, los sentimientos más íntimos van saliendo a flote, conformando lo que podríamos denominar "una realidad paralela", más idealizada, pero también más inalcanzable. En este pequeño poema visual, en espléndido B/N, Hong vuelve a dar una lección de vida sin pretender adoctrinar ni caer en una previsible demagogia barata; no, porque todos y cada uno de nosotros hemos necesitado en algún momento, o bien huir, o bien dar algo por concluido.
Sabia película.
Saludos.

sábado, 16 de noviembre de 2019

Vida prócer: El cine de Hong Sang-soo #23



Esta es una sección "río", o como se llame, ustedes saben. Llevamos abordando la filmografía de Hong Sang-soo desde hace años, desde el principio. Sin orden de estreno, pero con rigurosidad. Quizá porque es el autor que más merece esta consideración actualmente, y nosotros aprovechamos que somos coetáneos suyos para ir fluyendo con sus historias. Y GRASS, de 2018, es una más que grata noticia, una estupenda vuelta al Hong Sang-soo más elocuente, el que no se complica la vida, sino que prefiere mostrar la vida en toda su complejidad, que no es lo mismo. Localizada enteramente en el reducido espacio de una cafetería, sus magrísimos 65 minutos se centran en capturar una serie de conversaciones entre algunos clientes, mientras una mujer solitaria (espléndida Kim Min-hee), sentada frente a su portátil, se empapa de todo lo que escucha, quizá para construir sus propias ficciones en base a esa realidad adaptada ¿O quizá lo que se nos propone es todo lo contrario, y realmente estamos asistiendo a lo que ocurre en la mente de dicha escritora?
En ese paradigma, sin aspavientos, se eleva esta absoluta delicia, una especie de film-bombón que se degusta con deleite, pero que no escatima la tremenda amargura que se desprende de unas conversaciones que versan sobre "esos temas de las mesas de al lado". Soledad, desprecio, rechazo, egoísmo. Pero también ternura, aceptación, solidaridad... Todo cabe en tan pequeño espacio y en tan poco tiempo. Tan relativo es todo, y tan fugaces somos...
Saludos.

sábado, 2 de febrero de 2019

Vida prócer: El cine de Hong Sang-soo #22



CLAIRE'S CAMERA, estrenada en 2017, supuso un pequeño punto de inflexión en la heterogénea filmografía de Hong Sang-soo, y dejó la reconfortante sensación de que quizá el director coreano está llegando a un punto más austero en lo formal y esencial en lo dialéctico. En otras palabras, dice más y más variado con menos palabras, personajes y situaciones, lo que queda reflejado, por ejemplo, en la duración, que aquí apenas sobrepasa la hora de duración para elaborar un agudo y certero análisis de las hipocresías que rodean al mundo del arte y a los artistas. No se nota apenas, porque lo que cuenta Hong Sang-soo lo hace siempre desde una franqueza interior de quien, efectivamente, ha de lidiar a menudo con ese mundo, al que una vez más invoca desde un festival de cine, y nada menos que el de Cannes, del que su cine es habitual. Sin embargo, el léxico del coreano arrincona al evento y lo deja en segundo plano, porque lo que importa aquí no es el gran espectáculo, sino la aventura íntima de Manhee, una humilde asistente de ventas que promociona la película de un director con quien hace tiempo tuvo un romance, y que es despedida en mitad de la promoción por su jefa, que es la pareja del director. Casi de la nada aparece la Claire del título (una estupenda Isabelle Huppert), una profesora que conecta inmediatamente con Manhee y ejerce una influencia positiva en la joven, que ve su mundo derrumbarse. Parece difícil decir tantas cosas y tan interesantes en un metraje tan exiguo, pero es ésta una película sobre todo elocuente, en mi opinión no tan redonda como otras de su director, pero sí de las más significativas por el panorama que anuncia, aunque algo veníamos intuyendo desde su celebrada EN LA PLAYA, SOLA, DE NOCHE.
Saludos.

sábado, 16 de junio de 2018

Vida prócer: El cine de Hong Sang-soo #21



BAMUI HAEBYUNAESEO HONJA (EN LA PLAYA, SOLA, DE NOCHE [no me he resistido a incluir las comas]) es la segunda película, de las tres que estrenó Hong Sang-soo el año pasado, que aparece por estas páginas. En mi opinión, y con mucha diferencia, la mejor. Una enigmática historia, con la habitual atemporalidad en el cine del coreano, con sus habituales conversaciones en torno a botellas de soju y multitud de cigarrillos y con esos personajes que parecen estar muy seguros de todo para, al minuto siguiente, derrumbarse en un mar de dudas. Es una película que parece buscar un molde, un patrón reconocible más allá de sus formas, por lo que bien podrían ser dos películas en una sola, o incluso tres. La protagonista (una Kim Min-hee que ya es fetiche definitivo del autor) es una actriz que no quiere serlo, y que prefiere con mucho alejarse de la superficialidad de su trabajo y buscar su lugar en el mundo, poder vivir una vida real, consintiendo en la dificultad que ello conlleva. El arranque, en un Hamburgo gris y desolado, anticipa la errática deriva de su protagonista, incapaz de elegir un sitio donde vivir, lo que lo convierte en una suerte de prólogo involuntario. Sin solución de continuidad, la historia vuelve a (re)iniciarse a los veintitantos minutos, de vuelta en Corea, donde Seúl no parece mucho más hospitalaria, pese a las reuniones y borracheras continuas. Hong oculta intencionadamente el secreto final, lo que le permite recrearse en un par de escenas gloriosas, las del lynchiano hotel junto a la playa y lo que parece ser un sueño etílico.
Uno de los títulos mayores de Hong Sang-soo por derecho propio, que recupera gran parte de la frescura de sus inicios al tiempo que augura un futuro más que estimulante.
Saludos.

sábado, 14 de abril de 2018

Vida prócer: El cine de Hong Sang-soo #20



Parecía complicado, pero Hong Sang-soo se ha superado, filmando tres películas en 2017 y colocándolas todas en Cannes. GEU-HU (EL DÍA DESPUÉS) es una miniatura filmada en glorioso Blanco y Negro, con un trasfondo autobiográfico más que evidente (¿y cuál suya no lo es?) y con alguna vuelta de tuerca más a su propio e inamovible (aparentemente) universo fílmico. En otras manos sería una historia más sobre el adulterio, la culpa y las irresponsabilidades de la mediana edad, pero Hong libera su narrativa de convenciones y la complementa con honestidad, sin vencedores ni vencidos, sin héroes ni villanos. El protagonista es el dueño de una pequeña editorial que acaba de contratar a una joven ayudante y aspirante a escritora, y en su primer día de trabajo, la mujer del editor aparece allí mismo y la acusa de ser su amante. En realidad, la amante es otra, una antigua empleada que se marchó tiempo atrás, pero ninguna explicación parece convencer a la mujer. A partir de ahí, más que de equívocos, el film es un tratado sobre cómo, cuándo y por qué nos decimos la verdad, o por qué la escondemos según nos conviene, y estos personajes parecen provenir de lugares muy alejados entre sí, pidiéndose explicaciones unos a otros, y nunca mirándose a sí mismos. Es el miedo a vivir, o quizá el miedo a dejar que los demás vivan. El miedo de ver en otros lo que nunca seremos, fingiendo ser el modelo de alguien...
Saludos.

sábado, 2 de diciembre de 2017

Vida prócer: El cine de Hong Sang-soo #19



El Festival de San Sebastián tiene en Hong Sang-soo a uno de sus cineastas predilectos, que cada año deja una muestra de su prolífica actividad y demuestra que el cine "de guiones" no sólo no ha muerto, sino que tiene una magnífica salud. El coreano es uno de nuestros directores favoritos, no es el más espectacular ni el más original, pero nos parece impagable la oportunidad de disfrutar su work in progress a tiempo real, asistiendo a cada estreno suyo no como ejercicio de nostalgia, sino como reinvención pura del cine como lenguaje. En YOURSELF AND YOURS, el director propone otro de sus habituales laberintos espacio-temporales, esta vez con la identidad, sus significados y trampas, como un borrador al que no tenemos más acceso que el del ensayo y la repetición. El personaje central es Minjung, una chica ingobernable, que se resiste a pertenecer a ningún hombre y usa el subterfugio y la huida hacia delante como armas para defender su libertad frente a los hombres que, lejos de querer comprenderla tal y como es, pretenden conquistar su personalidad. Hong abraza la modernidad sin miedos, completamente desnudo y expuesto, y vuelve a dar una lección de humanismo valiente e insólito a un mundo de hombres, que "otorga" pequeñas cuotas de libertad a las mujeres, pero es incapaz de asimilar que tienen todo el derecho del mundo a equivocarse, rectificar, e incluso juguetear con las posibilidades de la vida. El film va mucho más allá de la típica figura femenina caprichosa, y coloca a esta mujer en el centro mismo del relato, lo que no es nada habitual, para escudriñar con asombrosa minuciosidad que la mentira está instalada no en las personas, sino en las mismas relaciones sociales, pervirtiéndolas y desvirtuándolas. Hong Sang-soo no hace prisioneros, pero tampoco se cobra víctimas. Un director esencial precisamente ahora mismo que quedan tan pocas esencias.
Saludos.

sábado, 8 de octubre de 2016

Vida prócer: El cine de Hong Sang-soo #18



No me olvido, ni mucho menos, del rincón sabatino que reservamos a un director por fortuna aún vivo y coleando (que se ha puesto levemente funerario), como es el coreano Hong Sang-soo y su penúltima (este hombre no para) propuesta, RIGHT NOW, WRONG THEN (me van a permitir que me reserve esta vez el título original...), que obtuvo idéntico premio en los pasados festivales de Locarno y Gijón, mejores película y actor. El autor vuelve al relato escindido en dos, que domina como nadie, y, pese a no mover su radio de acción argumental ni un milímetro (ni falta que le hace), en esta ocasión parece decidido a organizar los contornos del relato en el interior de unos personajes que ya son como de la familia (el director frustrado, la admiradora/pretendiente, la amiga rechazada, el profesor académico...). La primera parte muestra lo que el protagonista desea, el flirteo frente a la rutina, el elogio aunque sea fundado y la vida sin ataduras, más cercana a la juventud que a la madurez. La segunda, en cambio, dota de mayor dimensión a los personajes femeninos y los equipara al director de cine, que parece comprender que todo estado de felicidad conlleva un precio que, en algún momento de nuestra vida, tendremos que pagar. Es Hong Sang-soo, su vida, o no, sus obsesiones, o no, lo hemos interiorizado a lo largo de las dos décadas que lleva haciendo cine y sus películas, sus "variaciones", han alcanzado la rara cualidad de devolvernos cierta imagen de nosotros mismos, nos reconozcamos o no, por lo que abrazamos la idea de "crecer" en compañía de estos hombres y mujeres, aparentemente extraordinarios, pero tan humanos que siempre ansían poder cambiar el rumbo de sus vidas y elegir el camino correcto. De momento, sólo el cine es capaz de ello...
Saludos.

sábado, 20 de febrero de 2016

Vida prócer: el cine de Hong Sang-soo #17



Retomo con no poco gozo el encuentro sabatino con Hong Sang-soo, con las obligadas distancias temporales que debemos agradecer a la horrible distribución que el director coreano aún tiene en nuestro país. Sea como sea, de 2014 es JAYUUI EONDEOK (HILL OF FREEDOM), una maravillosa miniatura de apenas una hora en la que existen tantas variaciones internas como la propia filmografía de su autor. La historia, cómo no, intrascendente, es una mera excusa para sondear el precipicio humano y sus imperfecciones; es como si Hong Sang-soo, al hacerse mayor y (suponemos) más maduro, intentara reducir sus líneas argumentales a su expresión más básica.
Un japonés llega a un pequeño pueblo buscando a una mujer. Suponemos que se aloja en un hostal durante algunas semanas, en las que indaga sobre el paradero de la que fue su amante; al no saber coreano, todos los diálogos son en inglés y repletos de equívocos, lo que da pie a todo tipo de encontronazos y malos entendidos. La narración en rompecabezas rompre la linealidad temporal y crea un clima de extrañeza, con el que el director pone a prueba inteligentemente los absurdos prejuicios con los que damos por sentados los acontecimientos rutinarios. Como en IN ANOTHER COUNTRY, asistimos al desconcierto de un "cuerpo extraño" hasta que éste es asimilado e incorporado a un trozo de sociedad; lo curioso, en este caso, es que la mujer buscada sólo aparece al principio y al final, brevemente y leyendo las cartas de su amante japonés. La mujer está enferma, recuperándose en un sanatorio, y para cuando sale apenas queda un día para la marcha de quien la ha estado buscando. Pero no nos equivoquemos, la excusa romántica es apenas un McGuffin tras el que terminamos aborreciendo las relaciones estables y familiarizándonos con las esporádicas... Es decir. como la vida misma, todo se tambalea, nada es absoluto y apenas podemos ser ejemplo de nosotros mismos...
No estrenar a Hong Sang-soo tras dos décadas de actividad define la temperatura cultural de este país. Lo constato una vez más, por si acaso...
Saludos.

sábado, 1 de marzo de 2014

Vida prócer: El cine de Hong Sang-soo #16



WOORI SUNHEE (OUR SUNHI), de Hong Sang-soo. Y la vemos empezar y la rueda se pone otra vez a funcionar. La segunda película rodada por el director coreano el año pasado empieza, cómo no, con un encuentro: Sunhi, díscola estudiante de cine que planea largarse a Yanquilandia para no dar ni golpe, se encuentra con un antiguo profesor suyo y le pide una carta de recomendación. Luego se va a un sitio donde venden pollo frito a ponerse ciega de birras, y desde la ventana ve a otro trasunto de director de cine (porque ha hecho una película y nadie la ha visto). Más tarde, este tipo se va a buscar a un amigo suyo que también dice que se dedica a lo de las películas, pero que en realidad no hace nada; los dos se encuentran en otra taberna y venga brindar con soju y fumar y echarse cosas en cara. Después es la propia Sunhi la que se encuentra con este último y le dará dos o tres besos etílicos bajo un paraguas transparente, aunque antes ya se había enrollado con el otro y además le había dado esperanzas al maduro profesor, con la condición de que le redactara otra carta de recomendación "más conveniente". Podríamos ubicar a estos tres personajes masculinos, bastante patéticos, con edades de unos 30, 40 y 50 años, y a la terrible Sunhi como veinteañera, por lo que (con su habitual urdimbre de senos y cosenos) Hong Sang-soo nos propone una reflexión certera sobre cómo, por muy complicados que deseemos aparentar, finalmente todos estamos regidos por nuestros impulsos, y da igual la edad o la posición. Eso y el pollo frito con soju, claro...
Esperaremos a la próxima...
Saludos.

sábado, 19 de octubre de 2013

Vida prócer: El cine de Hong Sang-soo #15



Una terrible (por lo cutre) versión ¡en teléfono móvil! de la 7ª Sinfonía de Beethoven supone el rasgo central de la (pen)última película (mientras escribo esto ya se ha estrenado otra...) de Hong Sang-soo, NOBODY'S DAUGHTER HAEWON. Lo es emocionalmente junto a una solitaria fortaleza militar convertida en atracción turística y que es testigo de los encuentros y desencuentros de la improbable pareja formada por la joven estudiante Haewon, una meliflua eterna indecisa acerca de qué quiere y cómo lo quiere, y el típico gilipollas "hongsangsooniano", un petimetre que sólo puede jactarse de dirigir alguna que otra película. Esto queda de manifiesto en dos de las mejores escenas del film justo al comienzo, cuando se comporta como una idiota adolescente al pedirle un autógrafo a Jane Birkin (haciendo de Jane Birkin) y ésta le dice que se parece a su hija... ¿? Y luego cuando no sabe ni qué decirle a su madre, que se va al día siguiente a Canadá tras una visita a su pobre hijita. Con menos soju y menos cigarrillos de costumbre (en la fortaleza no se puede fumar), encontramos aquí a un Hong Sang-soo más equilibrado, menos predispuesto a los vericuetos intrincados y con una visión mucho más melancólica, como si estuviese constantemente apiadándose de lo intrascendentes que son la vida y los problemas de estos desorientados insatisfechos crónicos. Como si fuese lo peor del mundo, inventan una mentira que no se cree nadie cuando se encuentran por casualidad a un grupo de alumnos del director, que como no puede ser de otra manera también es profesor. Lo verdaderamente alucinante del cine del director coreano es esa capacidad para insuflar asombro desde un paraje desolado y banal hasta la náusea; un intérprete que nos muestra lo extraña que puede llegar a ser la cotidianidad y lo poco que solemos poder ofrecer a otras personas, precisamente porque nunca nos miramos a nosotros mismos desde fuera. Una (otra) gran pequeña película que debemos sumar a la incesante actividad de su director; fue a Berlín, dejó boquiabierto al jurado y no ganó absolutamente nada. Eso lo explica todo.
Saludos.

sábado, 20 de abril de 2013

Vida prócer: El cine de Hong Sang-soo #14



Hoy es un día especial, y ésta es una entrada especial ¿Por qué? Pues por dos motivos. Primero porque dejamos aparcado momentáneamente el monográfico que hemos dedicado durante los últimos meses al director coreano Hong Sang-soo, aunque lo retomaremos ya de manera pausada. También ocurre que justamente hoy este blog cumple cinco años de vida; pero esto es anecdótico, circunstancial y tampoco tiene tanta importancia, excepto por las ganas que tenía de agradecer a los lectores su fidelidad y paciencia. A la espera de poder disfrutar de su último film, apenas visto en el Festival de Berlín, DA-REUN NA-RA-E-SUH (EN OTRO PAÍS) es el más reciente título estrenado por su director e, increíblemente (aunque desgraciadamente ya no nos sorprenda), el primero de su larga filmografía que se ha estrenado oficialmente en España. Puede que la inclusión de una figura internacional como Isabelle Huppert haya convencido finalmente a los distribuidores que tan penosamente padecemos, o quizá se trate de una inclinación meramente física, tratándose de un director que cuenta sus películas por reconocimientos en festivales de medio mundo. Sea como fuere, yo me quedo con dos aspectos básicos que me hacen pensar que estamos ante uno de los mejores títulos de Hong Sang-soo: su divertidísimo guion y su indescifrable belleza formal. Sí, IN ANOTHER COUNTRY es una película muy divertida, pero sin carcajadas; un compendio de personajes repletos de defectos que a lo mejor sólo aspiran a brindar en una barbacoa o sentarse a contemplar un faro en una playa desierta. Mención aparte merece el diabólico metatexto mostrado ya desde la primera y elocuente escena, en la que se nos avisa de que todo lo que veremos a continuación no es más (ni menos) que una sucesión de ficciones ideadas por una guionista endeudada. Éstas comprenden unas variaciones en torno a Anne, una directora de cine y turista semiaccidental en la apartada playa de Mohang, un director de cine coreano y antiguo amante, su mujer embarazada, otro director con el que mantiene una aventura, la solícita dueña del motel en el que todos se hospedan y un socorrista bastante particular que, de una manera u otra, siempre consigue atraer la atención de Anne, que no sólo caminará descalza por una playa gris y desierta, sino que, investida del trance "hongsangsooniano", fumará compulsivamente y beberá soju hasta perder el control. Una pequeña gran película que confirma a su director como uno de los más imperdibles de los contemporáneos.
Como decía antes, lo dejaremos aquí y lo retomaremos en cuanto caiga en nuestras manos su último trabajo. Hasta entonces, saludos.

sábado, 13 de abril de 2013

Vida prócer: El cine de Hong Sang-soo #13



BOOK CHON BANG HYANG (EL DÍA QUE ÉL LLEGÓ), rodada en 2011, da cartas de autoridad a Hong Sang-soo para expandir su discurso ¿O acaso le queda ya algún resquicio por el que seguir explorando el azar sobre cuerpos en movimiento, sus consecuencias e inevitabilidades? Aun así, se trata de una de sus mejores películas, con un estilo aún más austero y una irresistible fotografía en Blanco y Negro, con la que retrata un Seúl reducido a la mínima potencia, como si sólo existiesen dos o tres esquinas intrincadas que mereciesen la pena estar en ese encuadre omnímodo, que no puede abandonar jamás a estos personajes. Los mismos, también; otro director de cine ignoto, ensayando audacias ante la imposibilidad de seguir rodando; hablando de cine como si el cine no fuese más que una fotografía usada de posavasos. Hong Sang-soo construye un eje (un bar, claro) para que sus personajes giren como planetas a la deriva; reconstruye una y otra vez la misma escena, la moldea, la cambia, sólo para comprobar que el hecho de que optemos por hacer una cosa u otra jamás nos salvará de nuestra propia estupidez. Porque el director coreano ha entendido muy bien que nuestra estupidez es como nuestra sombra, o como la cámara de un fastidioso director de cine dispuesto a que se sepa todo de nosotros...
Saludos.

sábado, 6 de abril de 2013

Vida prócer: El cine de Hong Sang-soo #12



HAHAHA fue la segunda película rodada por Hong Sang-soo en 2010 y también la que consiguió el prestigioso galardón "Un Certain Regard" en el Festival de Cannes. Curioso, cuando no se trata de su mejor trabajo en absoluto. Partiendo de una serie de fotos fijas bastante innecesarias, dos amigos desgranan sus recuerdos en una ciudad costera, sin sospechar al principio que se trata de la misma; a medida que cada uno vaya contando sus anécdotas, irán cayendo en la cuenta de que la mayoría de personas que aparecen son prácticamente las mismas. Por supuesto el cine de Hong Sang-soo es lo suficientemente desprejuiciado y humano como para entrar en farragosas disquisiciones existenciales, que sería la tentación inevitable de un director más pretencioso que el coreano. En lugar de ello, HAHAHA (el título queda explicado en los créditos finales) es una especie de comedia de enredo, en la que la gente se enamora y desenamora, se enfadan, se ponen contentos... y, claro, beben como cosacos. La excusa inicial es la inminente marcha a Canadá de uno de los interlocutores/narradores, pero tampoco es que importe mucho; mejor dibujados quedan algunos secundarios, lo que da idea del avance que el cine del coreano ha experimentado a lo largo de los años, como la madre del emigrante, que posee un restaurante cuya especialidad es la sopa de pez globo y que tiene la costumbre de "adoptar" como hijo a cualquier joven que le caiga bien. Es un Hong Sang-soo más cercano que nunca a Woody Allen, con un sentido del humor más acusado y con un espíritu jovial que puede que haga más accesible su guion en forma de rompecabezas; yo prefiero, sin embargo, que mantenga siempre un punto de oscuridad, lo que en otras ocasiones ha dotado a sus films de equilibrio y los ha salvado, literalmente, de caer en la más absoluta ridiculez. Es lo que tiene ser tan sincero haciendo películas, y Sang-soo es uno de los directores más sinceros de la actualidad.
Saludos.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!