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jueves, 8 de septiembre de 2022

Lo que sí y lo que no


 

Lo que sí, la capacidad, netamente cinematográfica, para crear atmósferas propias, ensimismadas, que epaten por su propia circunstancia. Lo que no, la incapacidad para superar un engreimiento que aleje dichas atmósferas del narcisismo más miope. NOP contiene ambas vertientes, nada que no hayamos visto en las obras anteriores de Jordan Peele, aunque hay una sustancial diferencia en este film que fracasa rotundamente en su aplaudible intento por desmarcarse, acolchar un territorio propio y pionero. Sin embargo, acierta plenamente en distancias más cortas, cuando Peele hinca la rodilla y muestra impúdicamente sus referencias. Es una película más tonta de lo que pretende aparentar, y ello no hace más que reforzar la idea de que su autor no es tan "autor", sino un muy buen cineasta que no se conforma con "filmar bien" (y esto está muy bien filmado), además está contribuyendo a la proliferación de espectadores pedantes, que no paran de hablar de lo satisfactoria que ha sido la experiencia. La experiencia fílmica, ya digo, "pretende", finge lo que no va a ser justo antes de serlo, y por eso las historias paralelas carecen de peso para apuntalar lo que realmente importa, que es volver a un cine de género deslumbrante, eminentemente entretenido, pero, insisto, sin una sola doblez semántica. El arranque, sensacional, es un eslabón que dspués se revela tramposo, anecdótico, y que da paso a la película que Peele quería hacer sin que nos enteráramos. NOP es, esencialmente, cine de aventuras, dinámico a lo Spielberg, con dominio del espacio y el movimiento, pero con un argumento indesarrollable, excepto si nos repantigamos con las palomitas y disfrutamos del espectáculo, y de eso hay bastante. Tiene, eso sí, menos mala baba que GET OUT y US, lo que podría darnos a un estupendo futuro director, si es que está dispuesto a no seguir presentándose como autor. A mí tanto me da, pero primero que me expliquen lo del mono, porque ésa habría sido una película más escalofriante...
Saludos.

jueves, 30 de mayo de 2019

Atentos al pajarito



A menudo nos quejamos de la cantidad de películas que se hacen y cuya pésima calidad estriba básicamente en tomar por tontos al espectador, dando por sentado que no merece mayores dosis de inteligencia en lo que está viendo, aunque todos sabemos que la mayoría de las veces lo que pasa es que la cosa no da para más. El caso de Jordan Peele es inversamente proporcional a todo esto, quizá crea, no sin cierta ingenuidad, que el público, por norma general, es inteligentísimo por defecto. En US, su último trabajo, hay un cierto gusto continuista por lo que se quedó en su anterior trabajo, GET OUT, aunque el artefacto varía arquitectónicamente, con una primera parte excesivamente opaca, y que luego se desinfla por tener que tirar de una sobreexplicación que le quita parte de esa inteligencia exponencial de los primeros treinta minutos. Peele desvela sus cartas muy pronto, pero ello no resta esa extrañeza "wtf" que consigue su verdadero propósito, que siempre queramos saber más. Más que film de terror, US es ciencia ficción de la vieja escuela, filiada con las grandes conspiranoias los relatos de corte apocalíptico. Ahora bien, la película admite una seguna lectura, implícita en la pulpa de lo que vemos, y que se presta a la analogía de esos siniestros doppelgängers, quizá no más que una versión descarnada de una sociedad feliz en la insensibilidad de su obesidad emocional, perfrctamente resumida en la breve pero fundamental aparición de la pareja blanca, interpretada por Elisabeth Moss y Tim Heidecker, que ya de por sí son todo un contrapunto a unos apacibles Lupita Nyong'o y Winston Duke. Hay mucha información encriptada aquí, una especie de gran aviso o temible advertencia, lo que eleva a US sobre producciones de corte similar, pero desconozco si toda la gente que ha ido a verla ha vislumbrado lo que había tras la máscara...
Saludos.

lunes, 15 de mayo de 2017

El cristal con que se mira



GET OUT es una película que admite varios adjetivos, tales como "atrevida", "perspicaz", "rebuscada" o "inquietante", que la sitúan como uno de los estrenos más esperados de esta temporada. Es, creo, una película que promete mucho más de lo que ofrece, sin ser esto enteramente malo, sino simplemente un film que su director no permite en ningún momento que se vaya a terrenos más excesivos e incontrolables. Curiosamente, parece más una tesis sobre comportamiento humano que un relato de horror, y no es tan truculenta en lo que cuenta, sino que enfrenta cada paso que va dando con la convicción de que cada imagen oculta su reverso oscuro, y que es tarea del espectador ajustar su complicidad para descifrar ese terrible secreto en escalada creciente. GET OUT habla de los conflictos raciales, de un esotérico sentido del supremacismo, pero juega con la percepción del protagonista, que ha ido a visitar a los padres de su novia. Ella es blanca y él es negro, y Jordan Peele se encarga de que sea éste un aspecto fundamental de la narración, para que pensemos en toda la hipocresía que reside tras la corrección política y unas buenas maneras que son la antesala de algo que puede ser incluso peor que un comportamiento racista. Es un film excesivo aunque contenido, al que se le agradece que busque su propia estética en lugar de parecerse a productos similares, y además tiene tres o cuatro escenas rodadas con sorprendente elegancia y madurez para una ópera prima, lo que pone el foco sobre este joven director, del que se puede esperar lo mejor para un futuro.
E insisto, su valor es más cómo te deja pensando sobre algunas cuestiones que el supuesto impacto como cine de terror imaginativo.
Saludos.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!