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domingo, 23 de abril de 2023

Rincón del freak #546: El vigesimoctavo pasajero


 

No hace mucho, alguien me habló de la conexión directa entre ALIEN y una oscura coproducción italo-española de serie B de 1965. Suficiente para despertar la curiosidad, y comprobar de primera mano que TERRORE NELLO SPAZIO, más allá de algunas coincidencias en su esquemático guion, hablar de plagio es casi una ofensa al sentido común. Y ello pese a que Mario Bava se esfuerza por mantener la coherencia en este relato de ciencia ficción de lo más pedestre, en la que una misión espacial que nunca queda clara llega hasta un planeta que parece desierto, pero en la que descubren una forma de vida ya extinta. Hasta aquí las correspondencias, y no pocas, por las gigantescas proporciones de los esqueletos encontrados, pero poco más, pues la amenaza aquí consiste en un maquillaje que haga pasar a los tripulantes por infectados que han perdido su voluntad. Los trajes de cuero, los artefactos analógicos y las pétreas interpretaciones no ayudan a su cuestionable sentido del ritmo, y nos queda una película esforzada, incluso con hallazgos interesantes en lo técnico, pero que ha quedado como una curiosidad demasiado anticuada para una analogía tan atrevida.
Sólo la recomendaría a espectadores avezados, aventajados y sin demasiados prejuicios.
Saludos.

domingo, 5 de marzo de 2023

Rincón del freak #543: El slasher antes del slasher


 

Una localización costera, un puñado de personajes que a duras penas llegan a interrelacionarse. Un turbio asunto de ambiciones que nunca están del todo claras. En 1971, Mario Bava, viejo maestro del terror italiano, filmó el título que habría de definir el término slasher, cuando aún ni siquiera se sabía qué diablos era ese género en ciernes. Con la habitual retahíla de encabezados, dependiendo de la edición, REAZIONE A CATENA o ECOLOGIA DEL DELITTO, aquí fue un elocuente BAHÍA DE SANGRE, que triunfó ese temprano año en Sitges, y devolvió a su autor a la primera línea del cine de terror. Bava es al horror lo que Leone es al western, y esta película lo confirma, con sus extraños tiempos muertos y tonos rupturistas, más parece un tenebroso collage de muertes a cual más truculenta, sin que nunca queda demasiado claro qué mueve a cada personaje. Un pescador, una improbable pareja formada por una tarotista y un entomólogo, unos aristócratas venidos a menos, y por supuesto los jovenzuelos con hormonas disparadas. Con esos mimbres, Bava construye un film desmesurado en su humildad de medios, con querencia a la hipérbole expresionista y que se recrea en esa sinfonía de la muerte exagerada como ímproba recreación de unas pasiones tan bajas que ni la pintura roja las podía camuflar...
Mítica.
Saludos.

lunes, 21 de mayo de 2012

Maravillosas criaturas nocturnas



LA MASCHERA DEL DEMONIO fue el debut en la dirección del muy prometedor director de fotografía Mario Bava; y, como suele suceder cuando a un talento le dejan trabajar, sentó cátedra. Y no me parece exagerado decir esto ahora que se han cumplido más de cincuenta años de esta singular y muy atípica obra maestra. No me lo parece porque Bava consiguió algo muy difícil, que es reactualizar varias décadas después a los clásicos de la Universal, adaptar nada menos que a Gogol y (aunque esto sólo se sabría algún tiempo después) abrirle la puerta a la horda de directores que habrían de venir después dispuestos a sacar el lado más macabro del género de terror. Y no me refiero sólo a la nómina italiana, que fue importante, sino también a la factoría Hammer y, cómo no, el splatter setentero, mucho más explícito y directo. Bava filmó un cuento a la vez repulsivo y elegante, descentralizó la sempiterna figura del "monstruo" y se propuso dar más importancia al mal en sí mismo, presentando una galería de personajes inolvidables, como la arrebatadamente romántica pareja de hechiceros, Asa y Juvotich, que regresan de la muerte precisamente por la incredulidad de un hombre de ciencia. Por no hablar de la elaboradísima imaginería visual, con los inefables interiores del castillo, la cripta mortuoria, un mastodóntico carruaje (luego mil veces copiado) y unos muy inquietantes instrumentos de tortura, entre los que sobresale la susodicha máscara de título, que básicamente es el pretexto con el que Bava inicia este terrorífico paseo por la muerte y sus discípulos; aunque resulta imposible disociar esto de su carácter romántico/fatídico, puesto que la maldición es desencadenada no por otra cosa que por la ejecución de una pareja de amantes. Insisto: cinco décadas después, LA MASCHERA DEL DEMONIO (me niego a reconocer la pamplina esa de "Black Sunday") sigue despertando pasiones entre los aficionados al género, que hace tiempo que la elevaron a los altares como la oba seminal que es; así que no entiendo cómo no la han visto aún.
Saludos enmascarados.
... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!