lunes, 29 de abril de 2024

El podcast


 

Otro de los muchos debuts que se vieron en el pasado Sitges fue MONOLITH, interesante propuesta proveniente de Australia, a la que termina lastrando la imposibilidad de sobreponerse a su ajustadísimo presupuesto (medio millón de dólares), apostándolo todo a la esforzada interpretación de Lily Sullivan, que se las apaña sola para sostener un ingenioso guion, que no obstante se va desinflando a medida que toca concretar su misteriosa trama. La (única) protagonista es una periodista de la que sabemos que ha sido expulsada del periódico donde trabajaba, a causa de una controvertida información sobre un personaje particularmente influyente; la única oferta de trabajo que le llega es para poner en pie un podcast sobre casos misteriosos, para lo que se recluye en la lujosa casa de sus padres, aprovechando que están de viaje. Nada más comenzar, y sin saber muy bien cómo encontrar contenido, recibe un enigmático correo anónimo, que la insta a llamar a un número de teléfono. Tras hablar con una mujer, ésta le hace una extraña confesión, con un elemento que desatará una irresistible obsesión, y que gira en torno a un misterioso ladrillo negro con unas inscripciones indescifrables. Casi todo el film trata sobre esta investigación, a base de llamadas telefónicas, y el artefacto funciona mientras nos vamos sumiendo en una trama que oscila entre lo que puede ser una gran revelación o un soberano fraude. Se echa de menos, sin embargo, un poco de aire fresco en un desarrollo que huele a encerrado y queda como un gigantesco monólogo, que culmina en un final que personalmente encuentro decepcionante, al no estar a la altura de sus ambiciones textuales. Aun así, un más que interesante debut.
Saludos.

domingo, 28 de abril de 2024

Rincón del freak #596: Lo sobrenatural es haberla hecho


 

Que algunas veces veo cosas que no logro explicarme es algo que he repetido miles de veces en los muchos años que lleva el blog en funcionamiento, y no sé por qué iba a cambiar ahora... IMPURATUS es una cosa que rezuma mala espina desde el vamos, con una pinta a serie K (algún día explicaré qué es la serie K) que tira de espaldas, diciéndote "no lo hagas, no lo hagas", para acabar frente a un ejercicio de aficionado que quiere ser director de cine, y que lo alarga hasta las dos horas y cuarto sin que se sepan bien los motivos. El argumento, así leído, no es tan terrible, y nos pone en situación más o menos en los años treinta (es difícil saberlo por lo random del vestuario), cuando un detective es requerido en un sanatorio mental, donde un señor muy mayor que luchó nada menos que en la guerra civil americana no para de citar su nombre (el del detective), aunque al llegar hará un descubrimiento aún más macabro. Y hasta ahí lo bueno, porque el resto es insufrible. Ni un Tom Sizemore sobrepasado y dando penica (fallecería al poco tiempo), ni un maquillaje de barraca de feria, ni un terror que no puede dar terror porque hay parlamentos de varios minutos, ni unos secundarios de escaso fuelle, ni unos sustos de piloto automático. Nada hace que valga la pena afrontar estos 145 minutos de fotografía oscurísima, supongo que para disimular la carestía de medios, por lo que les prevengo una vez más para que no cometan la misma estuidez que yo...
Saludos.

sábado, 27 de abril de 2024

Magia potagia 7


 

Alguien tuvo la feliz idea de culminar esta saga con un episodio doble, que ya un leño de más de cinco horas habría sido excesivo para según qué retinas. Así, HARRY POTTER AND THE DEATHLY HALLOWS. Pt. I tiene toda la apariencia de enseñarnos el verdadero camino que quería recorrer J.K. Rowling de haber sido una escritora más dotada e imaginativa: el farragoso e incluso incómodo tránsito de la cándida niñez al descreimiento adulto. Como tampoco se cuenta con el mejor ni el más personal de los cineastas, el resultado es un film extraño y desarticulado, como hecho a empellones. Es decir, <aventura*pausa*reflexión*descubrimiento*atrevimiento[con reservas]*pausa*asombro*lágrima fácil=film preámbulo con descaro de perfume sobrevalorado>. Los personajes, como en estado de drogadicción, pasan de un pico emocional a otro, haciendo honor al tono folletinesco de toda la saga, y obteniendo apenas un par de momentos de cierto interés visual por el trabajo de un Eduardo Serra al que se le nota maniatado. Una lástima, porque el enfurruñamiento juvenílico ya no tiene sentido a estas alturas, y no puedo comprender un conservadurismo tan rancio y autolimitador. Con todo, me sorprendo a mí mismo diciendo que no está tan mal, al menos como divertimento pasajero.
Espero culminar sin sobresaltos la semana que viene...
Saludos.

viernes, 26 de abril de 2024

Mugre


 

La mugre es más que suciedad, casi un elemento visible y autónomo que se arrastra por las paredes, impregnando un aire que parece viejo y marrón, que se pega a los sillones asfixiados, queda a merced de un suelo pegajoso y culmina en una ristra de vasos amarillos de baba. Sólo hay dos caminos hacia la mugre, o se rechaza en imperdonable arcada, o se abraza en la celebración de los sentidos anulados, con la certeza de convertirse uno mismo en parte de ese festín de decadencia y corrupción. En este siglo XXI, tan dado a las lejías y ceramismos de la "imagen-asepsia", me parece que pocas películas vamos a ver como DER GOLDENE HANDSCHUH, inesperadísimo (al menos por mi parte) retrato de un infraser, o como queramos llamarlo, que vivió realmente, y cuya truculenta historia fue plasmada primero en un libro, tomando el nombre del infecto tugurio donde Fritz Honka pasaba el tiempo emborrachándose y buscando mujeres desesperadas por una copa de aguardiente. Nunca me ha entusiasmado el cine de Akin, siempre con un punto de pedantería propia de principiantes con ínfulas, pero aquí el cineasta, de origen turco, consigue un demencial y complicado equilibrio entre la crudeza de una puesta en escena radical (llegando a mostrar un asesinato en larguísimo plano secuencia) y un rigor casi obsesivo por visibilizar un tiempo y un lugar (los años setenta en un depauperado Hamburgo) que tienen tanta importancia como su terrible protagonista, que la posteridad conoció como "el destripador de St. Pauli". Película incómoda, incluso desafiante en su interludio central, pero trufada de imágenes que se quedan impregnadas como el hedor que literalmente parece desprenderse del ático de los horrores. Mención especial al joven actor Jonas Dassler, que con apenas 25 años realiza un trabajo de transformación brutal, enmarcando en esa mirada perdida a un monstruo inescrutable, y por tanto aún más aterrador.
No sé si recomendarla por ser de visionado especialmente duro, pero a mí me ha parecido un descomunal film de algo que va más allá del horror, y que no sé dar un nombre ajustado. 
Saludos.

jueves, 25 de abril de 2024

La casa es nuestra


 

Parece inevitable rastrear (olisquear me parece más correcto) influencias harto evidentes en la supuesta provocación ultratransgresora de SALTBURN, que finalmente se queda en un correcto pero amanerado ejercicio de estilo, de los que dan lustre a una plataforma pero buscan el Ventolín en salas. Por aquí asoma una mijita, poca, del Ripley de Patricia Highsmith, aspira a estilizar lo ya hiperestilizado de Pasolini en TEOREMA, sólo para quedarse en hermana menor de aquella sublimación de lo retorcido que era EL SIRVIENTE, de Losey. En las tres comparaciones el segundo trabajo de Emerald Fennell desfallece, y ni es tan perversa, ni tan impactante, y ni siquiera ajusta su tendencia al formalismo hueco (y hosco), por mucho que la fotografía de Linus Sandgren oscile entre el rigor y la fascinación. Ahora bien, bajándola al suelo y opinándola desde el entretenimiento de calidad, SALTBURN gana enteros y es eso, un film que nos quiere descubrir a esa "directora prometedora" que a lo mejor un día, como el chirriante antiprotagonista interpretado por Barry Keoghan, puede disputar un partido en las grandes ligas. Hasta entonces, la plataforma manda...
Saludos.

miércoles, 24 de abril de 2024

Tocar forma


 

NEXT OF KIN, de 1982, es uno de esos casos irritantes en los que uno ve un film muy bien "hecho", pero donde se manifiesta una desesperante incapacidad para hacer avanzar un relato, por otra parte, ni tan siquiera original. Su exasperante ritmo parece producto de la fascinación de su director y guionista (un Tony Williams que sólo rodó dos largos) por capturar de alguna forma la siempre escurridiza (por evidente) atmósfera del giallo, ciñéndolo a una sucesión de planos en cámara lenta, actuaciones desorbitadas y deliberadamente antinaturalistas, y un trabajo sonoro tan estridente como imaginativo, al que habría que sumar la banda sonora del mítico fundador de Tangerine Dream Klaus Schulze, con una característica paleta que siempre me ha parecido adecuada para este tipo de cine. El problema es, ya digo, la historia, por trillada y por mal contada. No sé si les suena, pero esto era una joven que hereda un caserón que funciona como residencia de ancianos; al poco empiezan a diñarla yayos sin explicación, y la chica sospecha mucho, pero nadie cree que sean muertes provocadas, básicamente por una cuestión de edades. Al final hay sorpresa, y al menos un poco de terror canónico, eso sí pasado por el tamiz de un Argento o un Fulci; pero claro, hablamos de los últimos veinte minutos en un total de 90.
Ganó el premio a mejor director en aquel Sitges, y hay quien la considera de mucho culto. No sé yo...
Saludos.

martes, 23 de abril de 2024

Princesa equivocada


 

Iniciamos aquí un repaso que me parece de justicia, acerca de la figura del recientemente fallecido Jaime de Armiñán, figura clave del cine de la transición, siempre en eterno conflicto entre sus inquietudes cinematográficas y la obligación de contentar a un público que demandaba productos facilones. Y el mejor ejemplo de esto es su debut en cine (tras una larga y exitosa carrera en televisión), CAROLA DE DÍA, CAROLA DE NOCHE, que venía a ser el gran título que impulsaría a una nueva Marisol, intentando dejar atrás su faceta de estrella infantil, pero que demostraba la imposibilidad de tomársela en serio, circunscribiéndola a una especie de híbrido imposible entre la estrella pop en ciernes y la folklórica que se intuía antes. Con un guion demencial, que pretendía revitalizar las bondades de un franquismo con síntomas de podrido, alguien pensó que Pepa Flores podría ser una Ninotchka invertida (porque aquí es una aristócrata de país del Este), o aún peor, una princesa un poco como la Audrey Hepburn de VACACIONES EN ROMA, con la dificultad de ver a aquel Gregory Peck "incarnato" en aquel cetrino y patidifuso Tony Isbert. Abundan los numeritos (a cual más sonrojante) entre el music hall y la vanguardia naif de Richard Lester, que aquí, por ejemplo, entendió bastante mejor Vicente Aranda. Hay que entender que es un film mutilado, completamente sometido a los requisitos de una estrella por moldearse, y cuyos pocos momentos que la pueden salvar del desastre provienen todos de la inacabable ristra de cameos, porque una vez más los secundarios brillan por inercia propia. Menos mal que Armiñán pudo demostrar que era un cineasta dotado de una visión propia y, como veremos, interesantísima.
Saludos.

lunes, 22 de abril de 2024

Madre no hay más que una


 

AMELIA'S CHILDREN es una película que pudo verse en Sitges y que parece más una decisión inoportuna de alguna productora que el film de autor por el que se quiere hacer pasar. Partiendo de una interesante premisa, su inconcebible desarrollo la va desinflando hasta llevar sus momentos más inquietantes hasta un terror chusco y previsible. Tras un preámbulo terrorífico pero que actúa como uno de esos trailers destripadores, nos vamos de Portugal hasta Estados Unidos, donde un joven que fue adoptado siendo un bebé descubre que sus raíces están en una apartada villa portuguesa. En un abrir y cerrar de ojos, viaja hacia allí junto a su pareja, descubriendo que en el lujoso caserón le espera un hermano gemelo y su decrépita madre, con un aspecto aún peor que su estado mental. Sin querer adelantar nada más, es llamativa la diferencia entre los momentos oníricos, de pura y bella fotografía, que parecen pertenecer a otra película, y no a este folletín sin pies ni cabeza, que llega a flirtear con la comedia involuntaria. O lo que es lo mismo, un film formalmente depurado pero cuyo argumento no es más que un refrito de tantos otros títulos, que van viniendo a la cabeza indefectiblemente. 
Primer largo en solitario de un joven cineasta con una larga trayectoria como documentalista y director de cortometrajes. Habrá que esperar un salto de maduración.
Saludos.

domingo, 21 de abril de 2024

Rincón del freak #595: Depende ¿De qué depende? De donde pende...


 

SLAUGHTERHOUSE SLUMBER PARTY, o la película de la que Jess Franco se sentiría orgulloso. El film que haría removerse en un waka-waka salvaje al mismísimo Roger Corman. La cinta que lubricaría los sueños de Russ Meyer... La realidad siempre es más triste que las expectativas, y esto es apenas una broma filmada en video por un grupo de jovenzuelos que se marca como reto hacer cosas a coste -1. Aun así, aunque sólo sea por la falta de pretensiones y el humor de garrafón, no es lo peor que uno puede ver, y sí la constatación de lo que ha cambiado el concepto de cine Z, posiblemente porque cualquiera con un Iphone puede ponerse a hacer sus mierdas, editarlas y hasta venderlas, por lo que el obstáculo económico queda más que solventado. Pero bueno, en contexto: unas chavalas hacen una fiesta de pijamas con mucho alcohol y poca ropa. Una de ellas invita a una con cara de pirada, cuya intención es realizar un ritual satánico, matarlas a todas y luego destruir el mundo empezando por el vecindario. Cosas a valorar: desnudos integrales de chicas con cuerpos normales y corrientes, chistes malos a costa de lo imbéciles que son los tíos, pedos en la cara, vomitos del más allá, pasarse la cuarta pared por el forro del chumino y alguna careta de goma rivalizando con un tiburón fantasma o una canina enana que se te mete por el culo... Todo eso y también una señorita que sólo hable ruso y una celebración del amor lésbico-langostero. 
A los tres de arriba les habría hecho felices.
Saludos.

sábado, 20 de abril de 2024

Dulzaina de chamusca


 

NAPOLEON es la última película hasta el momento de Ridley Scott. Y creo que bastaría esta frase para ponernos en contexto, tener claro a qué artefacto nos enfrentamos, y sobre todo qué y qué no podemos pedirle. Podemos pedirle intensidad, oficio, espectáculo, perspectiva, y todo nos lo da, incluso en una medida en la que veo muy pocos directores actuales capaces de hacerlo. Por contra, no deberíamos pedirle coherencia, don de la oportunidad o humildad, porque este destartalado biopic no lo da. Con formas puramente clásicas, Scott se pone las zapatillas y el chándal y esparce brochazos de jovialidad, cuando no directamente un humor forzado en situaciones incómodas. Los actores están bien, pero como el ejército napoleónico, dan la impresión de esperar instrucciones mientras ya se está rodando. Las batallas son espectaculares, claro, pero nada que no hayamos visto en alguna otra parte. El tono general, insisto, es un extraño cruce entre apesadumbrado y bufonesco, y tiene alguna escena de las que uno no quiere ver junto a una madre o una hija, básicamente por inoportuna. Por último, del rigor histórico ya hablamos otro día, porque si directamente te la pela no entiendo el emperre en hacer una película con una carga histórica tan fuerte, no sé. Ridley Scott retratando a un megalómano... 
Saludos.

viernes, 19 de abril de 2024

El poder del cine


 

Quizá no era tan buena, o quizá no era tan mala. CERRAR LOS OJOS es un milagro. Un milagro que Erice haya levantado una película treinta años después. Pero también un milagro de imágenes, de conformar una historia donde no la hay, de abandonarse y abandonarnos a la luz, que la luz se haga milagro. Qué nos importa a estas alturas si habla de esto o de aquello, seamos felices antes de que la sala se quede a oscuras, porque luego no habrá ya nada. Milagroso el destello de humanidad, de creencia, de fe en el ser humano. Para ello una película chusca, afectada, inacabada, yo creo que ni película, más bien un retazo de memoria que existe por la luz. Ahí está la historia que quiere contar Erice, suspendida en un alambre fino y frágil, mirando seria a lo ridículo de esta era de la saturación con la paciencia de un hombre que ha observado para permitirse el lujo de olvidar. Es irse para quedarse, es perder para encontrar, y es el significado del amor que se mantiene imperturbable, el de la amistad que no sabe de barreras ni tiempo. Quien esperase una película perfecta va aviado, porque esto es otra cosa. Lo voy a decir otra vez: un milagro.
Y un lujo.
Saludos.

jueves, 18 de abril de 2024

Testostebroma


 

Difícil entonar un juicio justo sobre un film como THE IRON CLAW, en el que Sean Durkin vuelve a remover los géneros para extraer filamentos ocultos, indagar en los entresijos de lo que aceptamos sin pestañear, por trillado que nos resulte. La historia no me interesa, porque toda la parafernalia de la lucha libre me resulta refractaria, cuando no directamente afectada, como si trasplantáramos a las marmóreas damiselas proustianas en el cuerpo deforme de garrulos desorientados. Una vez aceptado esto, queda la historia personal de la familia Von Erich, que formaban un clan de luchadores a la sombra de su psicopático y controlador patriarca. Aquí lo que patina es la inexcusabilidad de la biografía, que condiciona la mutabilidad de un relato al que le cuesta moverse, obtener dinamismo y de ahí algo de verosimilitud. Queda, por tanto, el tono, extraño, mortecino, desapasionado en una colección de rostros cansados y coreografías preocupadas como una declaración sin signos. Durkin me gusta como director, su cine es más europeo que americano, más cerca de Fassbinder que de Hal Ashby, y sus cantones no estiman precisamente a ojos acomplejados, porque les va a exigir dedicación, pero también conocimiento, memoria cinéfila. Esto no tiene nada que ver con ROCKY, pero tampoco con aquel THE WRESTLER, y su tragedia no quiere saber nada de heroísmos, sino de voluntades quebradas hasta el límite. La lucha como forma de ganarse la vida, y un cinturón cuyo dorado es como hojalata bañada en caramelo.
La peor hasta ahora de su autor. Para nada una mala película.
Saludos.

miércoles, 17 de abril de 2024

Feliz en tu día


 

Siguiendo el repaso en las Antípodas, nos encontramos con ALISON'S BIRTHDAY, única película dirigida por Ian Coughlan, que presenta un curioso cruce entre el imaginario de THE WICKER MAN o ROSEMARY'S BABY, y que escapa por los pelos de ser un exploitation gracias a un par de giros interesantes en su guion. El film arranca con la Alison del título en una "inocente" sesión de ouija, a sus dieciséis años, que termina trágicamente con la muerte de una amiga, pero que antes le da un extraño aviso "desde el más allá": que no celebre su 19º cumpleaños en su casa familiar. No quiero revelar mucho más, teniendo en cuenta que el tronco argumental parece más que claro desde el principio, pero me interesa más reivindicarla por la influencia que ha tenido en títulos posteriores (incluso recientes) y que han obtenido unos parabienes que me parecen exagerados. Hablo, por supuesto, de TALK TO ME, también australiana, y que prácticamente fagocita todas y cada una de las ideas fundamentales de este pequeño pero muy interesante film de 1981, hoy día muy olvidado pero que es una muestra preclara de un terror basado en las muchas distorsiones de la realidad y cómo ello puede hacernos dudar hasta de nuestra propia identidad.
Una curiosidad a rescatar.
Saludos.

martes, 16 de abril de 2024

Magia potagia 6


 

Crónica de (ahí va) HARRY POTTER AND THE HALF-BLOOD PRINCE. Siento la necesidad imperiosa de ser post en este post. Como liberación, sin saña, con estilo ¿Qué pinta esa cantidad ingente de chavalería en los pasillos de Hogwarts? Deambulan de aquí para allá, pero no interactúan, no importa su presencia. Los profesores sólo se dirigen constantemente a los mismos siete u ocho, como si el resto no mereciese su atención ¿Por qué no comen, pero hay esa ostentación del banquete? Bancadas inacabables, cubertería isabelina, fontachas de fruta esculpida en cerumen; pero diez minutos y todo el mundo al sobre. Ahora lo entendemos, la propia autora ha descubierto su indefendible puritanismo de mesa camilla, pero rechina ver ¡sólo! a la feminidad arrobar ojitos orgásmicos ante imberbes imperturbables. El ensalzamiento de lo heteronormativo de toda la vida, pero sin períodos que manchen ni pus occipital, porque es hidromiel insípida, nunca ale intraherrada y tropezona. Y lo peor, pero ya desde el principio, para que vean si he transigido incapacidades ¿Si todos saben que los malos son malos, porque todos gastan cara de hemorroide finisecular y aguja protogótica desde la cogota, a qué la indulgencia, vulgo imbecilidad a voz en grito?... Probablemente, tanto en literatura como en cine, esta saga sea un relleno insoslayable, pero lo inconcebible es que conmine al sesteo más mocarrero...
He dicho.
Saludos.

lunes, 15 de abril de 2024

Juego de niños


 

El sueño húmedo de muchos fanáticos nostálgicos viene siendo la vuelta por sortilegio a cierta forma de hacer cine, sin pararnos a pensar que quizá ello sólo sea posible manteniéndolo resguardado en esa falacia de la memoria sentimental. No es ya por lo complicado que es volver a rodar con medios antiguos (celuloide sobre todo), sino por lo impostada que se vería cierta inocencia formal, que nunca se vería natural. Y aun así, cada cierto tiempo surgen propuestas "asalvajadas", que reproducen en cierta forma estos títulos pretéritos, algunas con con mejor fortuna que otras. Muy interesante, por ejemplo, es RIDDLE OF FIRE, que aportó frescura al cartel de Sitges con su insólita mezcla de aventura épica y fantasía cotidiana, siempre desde el punto de vista de un grupo de chavales, que son la excusa perfecta para ensayar una historia que hunde sus raíces en la fantasía juvenil más reconocible, aunque sin perder de vista un curioso descreimiento postmoderno, no siempre bien resuelto. El guion, que termina siendo el gran punto fuerte, nos embarca en una aventura que a lo mejor no es tal, o sí: tres amigos roban una consola último modelo, pero para jugar necesitan el pin parental, aunque su madre sólo accederá a dárselo si le traen un pastel de arándanos, que es lo único que puede curar su resfriado. A partir de ahí, comienza una odisea para hacerse con la receta y los ingredientes, hornear el pastel y esquivar a un grupo de cazadores maleantes o conocera una niña con poderes sobrenaturales. Todo con una estética conscientemente retro, un saludable tratamiento a los chavales sin aplicarles los habituales paños calientes y un argumentario que he escuchado por ahí que se basa en LOS GOONIES, pero que a mí me ha recordado a esa serie tan reivindicable que es HISTORIAS CORRIENTES. Por si todo esto fuera poco, es impagable acabar un film presuntamente juvenil con el tema de los créditos de HOLOCAUSTO CANÍBAL... ¿Quién da más?...
Saludos.

domingo, 14 de abril de 2024

Rincón del freak #594: Smell like a Fa commercial...


 

"Quien lo probó lo sabe". Que el especial de Navidad de Star Wars era una bazofia ha quedado claro a lo largo de cuatro décadas ¿o acaso usted no lo conocía? Puede ser, se llama ostracismo. Aquello era una broma de mal gusto perpetrado por cómicos pollaviejas que querían subirse al carro del (inesperado) éxito del film de George Lucas, que por cierto lleva otras cuatro décadas con cara de psicópata cada vez que alguien le pregunta cómo hizo algo así... porque en realidad no tuvo nada que ver. Hasta ahí bien, pero en la era del "post-post" aún hay gente que cree necesario remover algo así, y ni siquiera empleando un mínimo de ingenio y/o sorna, sino quedándose en un documental de lo más básico, donde sale gente dando su opinión y otros que te cuentan (efectivamente, porque estuvieron allí haciéndolo) que aquel demencial show fue una improvisación bañada en alcohol y cocaína, con la que algunos pagaron facturas y otros siguieron la juerga ¿Hay algo peor que eso? Sí, un documental que lo cuenta oliendo a desodorante barato. Lo único que rescato son diez segundos de una frase del grandísimo Gilbert Gottfried: "El Star Wars Holiday Special fue una apestosa mierda pinchada en un palo... Por eso me sigo preguntando por qué no contaron conmigo...".
A DISTURBANCE IN THE FORCE, por si quieren buscarla...
Saludos.

sábado, 13 de abril de 2024

Elegía del héroe derrotado


 

La relación entre el presupuesto de un film y su acabado final puede deparar sorpresas mayúsculas, aunque también puede jugar en su contra, dejando al descubierto una cierta impotencia a la hora de culminar sus verdaderas aspiraciones artísticas. THE HEAD HUNTER es un muy curioso film que pudo verse en Sitges allá por 2018, y que venía a ser una especie de fantasía épica "sin épica", un relato de espada y brujería que en apenas hora y cuarto ponía de manifiesto una extraordinaria premisa de partida, pero que se alarga estérilmente, dejando la sensación de que esto daba para un corto. Esto es así, pero sigo preguntándome qué habría pasado con un presupuesto mayor, con el que afrontar algunos retos que son lastimosamente omitidos. El arranque, fabuloso, rodado casi como cine mudo, nos presenta al protagonista (en realidad el único actor del film), un cazador de monstruos, que pasa los días en una herrumbrosa cabaña, junto a la que jura vengar a su pequeña hija sobre su tumba, en la búsqueda incansable de la bestia que la mató. La película aguanta en este desarrollo circular, pese a prescindir por completo de las batallas, y sólo mostrando las consecuencias, excepto en el desenlace, donde asistimos a la única y decepcionante concesión a una batalla de hecho bastante ridícula. Lo mejor, sin duda, el carisma de Christopher Rygh y un diseño de producción que se ve muy cuidado en su intención de hibridar el cine actual con el cómic de otros tiempos.
Curiosa.
Saludos.

viernes, 12 de abril de 2024

El tajo donde vivir


 

UN AMOR tiene dos visionados. Uno, habiendo leído el libro, y otro sin leerlo, y no estoy seguro de sentirme afortunado por ser de los primeros. 160 páginas puede ser poco para una novela, 130 minutos demasiado para una película. Sara Mesa opta por una aceptable desecación formal, sin florituras, muy al estilo Delibes, para desentrañar un enigma que no es tal, tan sólo la aceptación como cuerpo extraño de una traductora, presumiblemente urbanita, en un pequeñísimo pueblito de La Rioja; tan pequeño que no lo es, sino que pertenece a otro más grande, capital para Mesa, intrascendente para Coixet. Coixet, a la que le conocemos los trucos, "traslada" el texto, para apropiarse del mismo inmediatamente y hacer "su película". El resultado es un film tibio, en tierra de nadie, que funciona muy bien con la novela armonizando el guiñol (no se me ocurre una palabra mejor para la puesta en escena), pero roza la ridiculez cuando la directora decide proponer (cuando no imponer) lo que ella ha entendido, y visto lo visto ha entendido poco y mal. El más difícil todavía, extender una novela cortísima en una película larguísima y que te sobre una hora entera. Los actores bien, y desaprovechados, incluso una Laia Costa que crees tener a tu lado viendo la película... De hecho, y sin tener ningún derecho a hacerlo, yo hubiese ahondado por el personaje del casero, que habría sido más perturbador y arriesgado, además de que Luis Bermejo es tan buen actor que es capaz de dominar un arquetipo tan evidente y desagradecido. Nunca lo sabremos, pero sí que la escena final es una mierda pinchada en un palo, por cursi, por inoportuna y por estar copiada sin ninguna vergüenza del final de una peli danesa en la que la gente bebía mucho...
Ay.
Saludos.

jueves, 11 de abril de 2024

Magia potagia 5


 

Con reservas, pero me encuentro viendo HARRY POTTER AND THE ORDER OF THE PHOENIX sin mucho disgusto, y es que siempre me suele pasar con este tipo de productos serializados, que conecto más cuanto más denostados son. Y este es el caso, con un Harry Potter que ya apenas identificamos con un niño, y que por tanto está sometido a decisiones más complejas y que han de dejar variadas consecuencias. No es que haya visto nada fuera de lo normal, pero al menos creo que aquí hay menos ínfulas y un desarrollo que no por convencional funciona peor. Es un pelín más corta, que también se agradece, mientras que las actrices que son incorporadas por primera vez cumplen su propósito sin esfuerzo. Imelda Staunton y Helena Bonham Carter haciendo de villanas implacables, e intentando amargarle el rito de paso al joven Potter, que aquí incluso se atreve con un beso, aunque inmediatamente aparece el sentimiento de culpa y arrepentimiento, como buen argumentario conservador, que lo es...
Entretenida, no puedo decir mucho más.
Saludos.

miércoles, 10 de abril de 2024

El lado oscuro de la aventura


 

En una época repleta de blanqueamientos innecesarios, donde se nos viene a tratar con un infantilismo estomagante, no está de más recordar un film de 1981 en este pequeño repaso al cine australiano, que tiene la doble cualidad de conciliar una road movie dinámica y entretenida con un trasfondo que se reconoce como de un terror vertiente slasher. ROADGAMES tiene una apertura magnífica, que nos pone en contexto sin esfuerzo, mientras conocemos a un solitario camionero de mercancías (un sorprendente Stacy Keach) que viaja junto a un dingo, y que empieza a obsesionarse con una extraña furgoneta, que por algún motivo lleva su mismo rumbo, convenciéndose de que su misterioso conductor alberga un terrible secreto. Es en este arranque donde se incluye la mejor escena del film, un asesinato cometido en silencio y con una estilización que se acerca de alguna manera a Hitchcock; sin embargo, el film vuelve a la carretera, centrado en el camionero siguiendo a la furgoneta, en un tono menos solemne, por mucho que se la haya comparado, cómo no, con DUEL, e introduciendo a una joven Jamie Lee Curtis, en un rol interesante pero con menos peso del esperado. Richard Franklin logra imprimir un clima de extrañeza, a mitad del terror y la comedia, que se nutre de un interesante corolario de secundarios y la espectacularidad del paisaje australiano, con algunas escenas en la carretera que recuerdan indudablemente a MAD MAX. Película conscientemente imperfecta, repetidamente alabada por cineastas como Tarantino, explota en uno de esos finales que te dejan pensando un rato, no sólo por cómo se le da la vuelta al relato, sino por el virtuosismo técnico, precisamente por no renunciar a la espectacularidad propia del género.
Película mítica y a reivindicar por su frescura y osadía, algo que se echa tanto de menos hoy día.
Saludos.

martes, 9 de abril de 2024

El anti spin-off


 

El chiste se cuenta solo, y en pocas líneas. La incorrección política tiene gracia mientras no se le ven los faldones, o si sirve para puntualizar una historia canónica, evitando caer en una previsible monotonía. Es exactamente el único problema que veo en PEACEMAKER, cuya razón de ser creo que ha de atribuirse totalmente a James Gunn, que vio las posibilidades de convertir a este antihéroe en protagonista de su propia serie. La cosa funciona más bien a medias, por los momentos hilarantes, dstartalados, sin rubor a la hora de reírse de un personaje al que (hay que decirlo) John Cena le coge el punto casi sin esfuerzo. No está mal porque hay gran variedad de personajes (incluso alguna sorpresa inesperada), porque el ritmo cómico termina por atragantarse al volverse mecánico, y por tanto previsible. Es una serie desvergonzada, medianamente tronchante, que creo más orientada a los espectadores más comiqueros (por entender referencias) y que funciona como curiosidad en la parrilla de una plataforma a la que le hacen falta cosas así para volver a ser la mejor.
Me la esperaba mejor y no sé si le da para otra temporada.
Saludos.

lunes, 8 de abril de 2024

¿Susto o muerte?


 

Lejos de ser oportunista, THE WRATH OF BECKY se sale de la tangente de las secuelas, para ofrecer casi un episodio de una serie inexistente, pero que supera claramente a aquella ida de olla que era BECKY. Lo mejor aquí es la inmediatez, despachando la historia en apenas 80 minutos, en los que de nuevo estamos ante una situación difícil de creer, pero que termina por ser verosímil. En sintonía con lo que propone, un suceso banal despierta a la bestia que lleva dentro Becky, que hasta entonces vivía en plácida acogida. Mejor así, sin grandes preguntas ni respuestas insatisfactorias. Esto es una chavala de 16 años cargándose a un grupo de machirulos nazis, lo cual ya merece la pena per se, pero además no se escatima en hemoglobina, desmembramientos y una ristra de muertes a cual más imaginativa. Y lo digo totalmente en serio, es buena porque es lo que es, y nunca pretende ofrecer nada más. El vistazo (necesario) que le he echado a la otra me ha confirmado que la tenía justamente olvidada.
No es especialmente divertida porque tiene escenas muy jodidas, pero sí es muy entretenida.
Saludos.

domingo, 7 de abril de 2024

Rincón del freak #593: I-A, que dice el burro...


 

Los cuatro locos que leen este blog desde el principio saben dos cosas, que yo me pongo a escribir sin notas, con el film aún caliente, y que intento contar lo menos posible del mismo, por no reventar nada. Pero cuando veo algo terrible de malo, la cosa cambia y apenas puedo ponerme a destrozar compulsivamente la mierda que acabo de ver. Por clausurar los "rincones" más recientes, dedicados con cariño a los más sonrojantes productos del asunto éste de los superhéroes, creo que no hay duda de que con MADAME WEB se ha tocado un fondo impensablemente abisal, dejando el nivel de tolerancia incluso del seguidor más friki en un estado de incertidumbre que me parece preocupante. Así las cosas, paso a ametrallar su delirante argumento y rubricarlo con una reflexión cuanto menos inquietante: Una señora decide irse a las inhóspitas selvas peruanas a buscar una araña mitológica mientras está embarazada de nueve meses ¿? Por allí hay unos tipos chungos que caminan por los árboles. El malo (malo random, malo de darle limosnilla) le quita la araña (porque de repente la ha encontrado) y le pega un tiro; el bebé nace gracias a la tribu, que no eran los malos, y en la escena siguiente es una conductora de ambulancias de 30 años que tiene dos o tres encontronazos con la muerte en un NYC donde nadie sabe conducir. Con un guion que rivaliza con Barrio Sésamo, la señora empieza a ver el futuro y decide que tiene que salvar/reclutar/secuestrar a tres adolescentes que arquetipifican el concepto de arquetipo, para seguidamente dejarlas en un bosque "de los muchos que hay en NYC" y largarse en un taxi robado, que a partir de entonces es su vehículo oficial. Al regresar de ver fotos (es literal) las chavalas están bailando en la mesa de un restaurante de carretera, mientras unos muchachotes babean desde abajo. Viene el malo, pero como la prota es vidente consigue pararle los pies. Luego se van a casa a descansar. Luego una embarazada rompe aguas. Luego hay una "superespectacular" escena para justificar costes en pleno centro de NYC, pero por alguna oscura razón... ¡no hay gente en la calle!... Lucha final con mamporros y lucecitas y la prota ciega pero sonriente, que los que hemos leído algunos comics sabemos que ni siquiera era buena, sino una supervillana de segunda fila en episodios sueltos del trepamuros, pero que eso da igual. La reflexión es que una inteligencia artificial no lo habría hecho peor, y sin cobrar...
He visto cosas malas, pero tenían el presupuesto de ésta.
Mierda total, completa y absoluta...
Saludos.

sábado, 6 de abril de 2024

El deseo de ser tocado


 

El cine de género obtiene los galones cuando es capaz de ir más allá de su propia circunstancia, obviando los resortes narrativos más trillados, e insertando la extrañeza de su propio aparato en una normalidad a la que hace saltar por los aires. Un estupendo ejemplo de todo esto es MAY, la olvidada y reivindicable ópera prima de Lucky McKee, que luego no ha vuelto a brillar a este nivel, y que nos introducía en arquetípico slasher sin muchas pretensiones, para acabar abandonándonos en mitad de una mente torturada, devastada y altamente peligrosa. Esto sucede gracias al inteligente guion del propio McKee, en absoluto pretencioso, y que abraza cierto gusto por la imperfección de la serie B, donde el film se hace reconocible, pero derivando en una hermosa aunque aterradora reflexión sobre esas personalidades desnormativizadas y que nunca llegamos a entender del todo. Sustentada en el demoledor trabajo de Angela Bettis, en un papel que le cae como anillo al dedo, la película sólo necesita hora y media para explicar en el prólogo por qué May carece de habilidades sociales, protegiéndose de un entorno basado en la hipocresía mediante unos códigos de conducta infantilmente literales. Secretamente enamorada de un chico al que ha idealizado hasta lo absurdo, también es pretendida por su compañera en la clínica veterinaria donde trabaja, mientras intenta exorcizar sus inseguridades en una siniestra muñeca, único recuerdo de sus padres, donde descarga su incapacidad para "ser normal". El desenlace, sin ser tan brutal como podríamos presumir, sí contiene una reflexión abrumadora como alegoría de la destrucción que provoca quien cree no poder ser amado jamás.
Si no la vieron en su momento, es ocasión de recuperarla como buen ejemplo de un terror sin miedo a contar cosas más allá de sus inequívocas masturbaciones porcentuales.
Saludos.

viernes, 5 de abril de 2024

Por los episodios los conoceréis


 

Hay quien defiende el concepto de "época dorada de la televisión", aludiendo a cómo el medio se ha enriquecido adaptando los fundamentos del cine, enfilando así una era del entretenimiento casero sin renunciar a altos estándares de calidad. Personalmente, siempre he recelado de estos absolutos, y parto dela falacia economía=imaginación, siendo el medio televisivo el que me ha ayudado a desmentirlo. COBWEB es un buen ejemplo para explicar todo esto. Concebida para ser estrenada en salas, su estructura responde al de un telefilm de toda la vida, cuando no a una miniserie, formato que dio a conocer a su director, el interesante Samuel Bodin, que nos dejó la estupenda MARIANNE. Todo lo bueno de este film pertenece a su primera mitad, incluso con sus condicionantes, tics y demás, que no son pocos, y que nos llevan hasta un arquetípico relato de terror, con la promesa de desafiar nuestras expectativas en un acto final que no es más que una colección de otros tantos y reconocibles títulos. Además, tiene un guion netamente tramposo, incapaz de conectar lo que percibimos con lo que vemos, en una falta de sutileza preocupante. Si en la miniserie antes mencionada, el propio Bodin era capaz de construir un cuento muy desasosegante a base de una satirización descreída, este film, que se presupondría más ambicioso, queda apenas como ejemplo de título a olvidar inmediatamente, y por supuesto a engrosar las inacabables listas de cualquier plataforma ¿Nueva comercialidad? Puede ser.
Saludos.

jueves, 4 de abril de 2024

Reto a la inocencia


 

Sin ser estrictamente un film de terror, SNAPSHOT, de 1979, incide en ese cine del suspense proveniente de cuerpos y personalidades desubicadas. En este caso, seguimos a Angela, una joven como cualquier otra, pero que choca frontalmente con su madre, que restringe su vida absurdamente, llegando al punto de echarla de casa por lo que le recrimina como una vida disuelta en el pecado. En realidad, Angela es una peluquera que de repente es incapaz de ganarse la vida, hasta que conoce a una joven modelo, que le abre un mundo de posibilidades en el modelaje fotográfico, aunque puede que no sea un mundo tan ideal como podría parecer. La historia es interesante, mostrando un mundillo repleto de abusos, machismo y la sumisión del dinero ganado con facilidad, pero la realización de Simon Wincer (otro todoterreno del cine australiano) no pasa de una solvencia rutinaria que roza el telefilm, con apenas algunas escenas medianamente imaginativas y una curiosidad bizarra e imprevista: una banda sonora compuesta por Brian May, sorprendentemente tendente a la música disco.
Prácticamente descatalogada hoy día, apenas aprueba por su singularidad, pero poco más.
Saludos.

miércoles, 3 de abril de 2024

La mística del componente encapsulado


 

Hay algo muy evidente y que uno sabe que no va a funcionar en una película como SABEN AQUELL, atildado biopic sobre Eugenio, un humorista que extraía su humor de la falta de gracia, y que durante la década de los 80 (también en los 90) fue un fenómeno hasta el momento irrepetible. Eugenio fue un extrañísimo puente entre el cuentachistes casposo y el actor de stand-up, incluso en su vertiente más experimental, por cuanto no necesitaba forzar una situación para crear una atmósfera irresistiblemente cómica. Y lo que no funciona es eso, estructurar un relato cinematográfico sin tener que depender de la fascinación del personaje, a lo que contribuye un David Verdaguer tan mimético en lo gestual como horrísonamente ataviado para que el truco surta efecto. Trueba podía haber prescindido del personaje, cobrar distancia y usarlo para invadir todo un tiempo de transiciones e incertidumbres, que el cine español tan asépticamente sigue abordando. El resultado es un film "sin historia", convencional en lo narrativo, y únicamente sustentado por la invocación de un fantasma más desenterrado que biografiado. Gallina, huevos, oro...
Saludos.

martes, 2 de abril de 2024

Magia potagia 4


 

HARRY POTTER AND THE GOBLET OF FIRE. Aparte de quedarme los veinte primeros minutos dándole vueltas a por qué creía que "cáliz" tenía otra traducción, me quedaría otra vez con la introducción de actores de absoluto lujo, como Ralph Fiennes, Brendan Gleeson, Robert Pattinson o Miranda Richardson, con la solvencia que presupondríamos, además de contar en la dirección con un todoterreno como Mike Newell, cuya solvencia ha salvado más de un desastre. Y poco más en una continuación que no pasa de ser una continuación, sin importar la apariencia fotocópica, porque siempre habrá alguna escena que se quiera memorable. Entiendo que la inclusión (al fin) de Voldemort, un personaje al que, sin haber leído las novelas, me da la impresión de que le sujetan las riendas, por lo que su oscuridad pudiese eclipsar al protagonista, que no deja de ser un chaval con nula maldad. Qué quieren que les diga, que de momento un poco más de pereza...
Saludos.

lunes, 1 de abril de 2024

Y si...


 

De lo mejorcito que se vio en la última edición de Sitges, ACIDE es capaz de sobrecoger (infravalorado término), al mismo tiempo que deja en evidencia las muchas vergüenzas del cine catastrofista hollywoodense, más preocupado en magnificar los fuegos de artificio que de mostrar consecuencias reales y creíbles. Es curioso que este film provenga de un corto filmado por el propio Just Philippot (LA NUBE), porque a mí se me ha quedado corta, como comprimida, y su intensa mezcla de suspense apocalíptico hubiese dado para al menos una miniserie. Aun así, el film logra salir adelante sin hacer prisioneros, mostrándonos las monstruosas consecuencias de una lluvia ácida causada por una contaminación insostenible, y que simplemente lo corroe todo a su paso. Cierto es que tenemos un protagonista (un estupendo Guillaume Canet), pero nunca un previsible héroe, sino un hombre común que, llegado el momento, también se verá sobrepasado por una circunstancia inabarcable. Le seguiremos en la huida que emprende junto a su hija (atención a este personaje, porque en mi tierra sería catalogado como "jartible" u "hostiable") hacia Amberes, quedando bien dibujados en el guion todos los pormenores que les llevan a dicho periplo. Con muchos menos medios que algunas bazofias (con "Z", sí), el film logra mantenerte en tensión durante hora y media, y por el camino se permite alguna escena simplemente devastadora, y que me atrevo a decir que no tendrían cabida en un remake (que lo habrá) americano.
Más que grata sorpresa.
Saludos.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!