Mostrando entradas con la etiqueta Greta Gerwig. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Greta Gerwig. Mostrar todas las entradas

sábado, 17 de febrero de 2024

Blanqueamiento anal


 

Me parece haber captado el sitio al que Greta Gerwig (desde ya, candidata a cineasta más sobrevalorada del momento) quiere dirigirse con BARBIE, otra cosa es el brusco viraje que lleva esta insensatez de brilli brilli lacrimógeno hacia los tranquilos valles de la comercialidad disfrazada de subversión. BARBIE es exactamente lo que parece, una tontería equivalente a jugar con muñecas con demasiada edad, creerte las mentiras desviacionistas de una industria glotona y adherente, o ir a un concierto de NKOTB cuando tus hijos ya han dejado la universidad. Y eso que el arranque es magnífico, con guiños metacinematográficos muy divertidos, que nos hacen pensar en una parodia descacharrante a mayor gloria de Margot Robbie y Ryan Gosling, cuya entrega hubiese merecido algo menos descafeinado que este relatito sobre falsos empoderamientos y techos acristalados con capas de pintura acrílica. Tiene, eso sí, algunos momentos divertidos por no temer al ridículo, y hay que reconocerle la meritoria recreación de esa "vida circular", a modo de día de la marmota, del ideario inmovilista del "mundo color de rosa" supracapitalista. Es muy extraña, porque no parece hecha ni para niños, ni adolescentes, ni adultos, pero aun así los tentáculos del marketing aplicado han hecho su trabajo una vez más y nos han colado de rondón esta tenebrosa mixtura entre Eurovisión y el saloncito de té de miss Dolly Parton... Ustedes verán, yo sólo espero que no gane o me veo dimitiendo de esto...
Saludos.

viernes, 12 de febrero de 2021

Sacramento


 

Se pueden contar historias desde perspectivas muy diferentes; ángulos, líneas temporales o motivos puramente estilísticos. Todo con tal de rozar siquiera ese destello de genio, una esquirla de lucidez que bien podría haber estado latente desde un punto muy atrás, tanto que casi parece un sueño. Esto se agudiza en una ópera prima, y aún más cuando el creador es tardío, o ha llegado desde una cosmovisión diferente. Pero esto no ocurre con Greta Gerwig y su primera película como directora, aunque su desconcertante arranque así nos lo haga suponer. Sería un craso error, y nos perderíamos un notable film, porque LADY BIRD es honesta y emocionante, pero sin caer en trampas propias de la autocomplacencia autobiográfica. Gerwig habla sobre ella misma desde un punto francamente complicado, pero que se intuye decisivo en su propia construcción artística, por mucho que todo vaya en la dirección opuesta. La protagonista (Saoirse Ronan en la mejor interpretación que le he visto hasta ahora) está en su último año de secundaria, justo ese momento de incertidumbre total donde nos creemos mayores de lo que somos, mientras ya nadie nos va a seguir tratando con condescendencia. Usa un alias para evadirse de una realidad que no le gusta, pero no es una simple soñadora; está harta de que las estrecheces económicas coarten sus aspiraciones, por lo que anhela la vida de los que sí tienen grandes casas con piscina. No es una estudiante absolutamente brillante, lo que alivia en parte a su madre (maravillosa Laurie Metcalf), que lo aprovechará para disuadirla de irse a Nueva York y quedarse en una universidad más modesta de california. Así, entre amistades puestas a prueba, titubeos amorosos y grandes golpes de realidad, Christine, "Lady Bird", ingresa a un mundo completamente nuevo y desconcertante, y a Gerwig le bastan un par de brochazos ligeramente impresionistas para hacernos partícipes de esta pequeña gran película. Y no creo que sea nada fácil hacer una historia así, ni de esta manera.
Necesaria se la mire desde donde se la mire.
Saludos.

viernes, 6 de marzo de 2020

La hora de ellas



Escribo esto apenas a día y medio del "día de la mujer", con todas las connotaciones y contradicciones que esto pueda acarrear. Pero es así, y todo se conjuga en torno al repaso conjunto entre oscars y Goyas que soterradamente he ido introduciendo. Y LITTLE WOMEN, o la puesta al día de la célebre novela de Louisa May Alcott, nos pone de nuevo en la encrucijada que ocupa a gran parte de cineastas actuales: innovar desde el clasicismo o detonar todo rastro de modernidad para volver a conquistarla. Si han leído el libro, les aseguro que el guion de Greta Gerwig no se salta ni una coma; pero de sus imágenes se extrae la cautividad del espíritu original, que es dialécticamente apropiado si se le aceptan las licencias estéticas. Lo que Gerwig ensaya es impostar la voz para declamar pureza, o bajar al sentido lúdico para revelar el mensaje revolucionario de Alcott. Un poco a mitad de todo, LITTLE WOMEN sufre enormemente en la sala de montaje, perdiendo, por ejemplo, la fuerza de algunas secuencias de enorme frescura compositiva. Y, como si no pudiese mantener un solo tono, el montante abusa de su propia desgana, quedando en una curiosidad bien filmada, pero no tan bien ejecutada.
Saludos.
... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!