sábado, 21 de noviembre de 2020
Instinto refrenado
sábado, 14 de noviembre de 2020
La abulia contagiosa
sábado, 7 de noviembre de 2020
Barras y estrellas
sábado, 31 de octubre de 2020
El viaje a ninguna parte
sábado, 24 de octubre de 2020
En zapatillas
sábado, 17 de octubre de 2020
Jodiendo la marrana
Una de las cosas que más claras van quedando de INTO THE DARK, aparte de lo poco cohesionado de sus episodios, es lo mal que le sienta el formato, llegando a estropear ideas en principio interesantes, pero que se van tornando intrascendentes por la estúpida obligación de cubrir una duración determinada. Esto es patente en "I'm just f*ucking with you", que empieza con una situación absurda y que deja al espectador con deseos de saber más, pero que poco a poco va derivando hacia un terror en exceso forzado. Un tipo se dirige a la boda de la que fue su pareja sin mucho entusiasmo, y su carácter apocado y neurótico le hace esconderse tras un nick, con el que inunda el chat de dicha boda con mensajes negativos. A mitad de camino espera encontrarse con su hermana en un apartado motel, y seguir al día siguiente con ella; sin embargo, la noche se tornará insoportable, por culpa del conserje del motel, que no para de gastarle bromas pesadas, aunque puede que esconda un terrible secreto. Pretendidamente ingenioso, el guion recuerda, por ejemplo, a GIRO AL INFIERNO, de Oliver Stone, sumiendo al protagonista en un cúmulo de situaciones que ponen a prueba incluso su propia cordura. El problema es que, llegado el momento, las excusas argumentales van diluyéndose en una especie de comedia terrorífica, hasta el punto de que importa muy poco qué hacen esos personajes ahí y por qué. La idea, insisto, parece interesante, pero se olvida tan pronto como acaba su desastroso desenlace.
Saludos.
sábado, 10 de octubre de 2020
Perdido en un sentimiento
La frase para definir "Treehouse", el sexto episodio de INTO THE DARK, es "una ocasión inmejorable, pero desaprovechada". Y puede que lo que juegue más en contra de esta serie sea su formato, tendente al alargamiento innecesario, pero es de justicia achacar esto a unos guionistas (en este caso también realizador) que no sacan jugo al tiempo narrativo, sino que insisten machaconamente en el concepto "autoconclusivo", tirando por tierra ideas brillantes como ésta. Apoyado en la magnífica interpretación de Jimmi Simpson (uno de esos secundarios que siempre se hacen notar), James Roday, curtido en televisión, despliega un excelente preámbulo que podría haber sido un largo más que notable, pero curiosamente es el giro que pretende cambiarlo todo lo que le va restando interés progresivamente. En pocas líneas, la idea del chef televisivo con éxito, pero más solo que la una, abre varias posibilidades, que se ramifican con la llegada a la lujosa e impersonal casa familiar, y el reencuentro con una juventud con más sombras que claros. Después, el encuentro con un grupo de mujeres que celebran una despedida de soltera, pretende ser el punto de inflexión para el dichoso giro. Desgraciadamente, en esta ocasión, ni hacía falta el elemento sobrenatural, porque lo más importante hubiese sido hurgar en unas heridas que aún no han cicatrizado. El desenlace, torpe y apresurado, así lo atestigua.
Saludos.
sábado, 3 de octubre de 2020
¿Subir o bajar?
"Down" es el título del quinto capítulo de INTO THE DARK. Una especie de nuevo giro de tuerca respecto a un subgénero del que hay varios ejemplos: el de gente atrapada en ascensores. De nuevo casi 90 minutos, y esta vez poco aprovechados, o mejor dicho, mal aprovechados. Prescindiendo del elemento sobrenatural, y confinando a sus dos protagonistas desde muy al principio, lo mejor ocurre durante su primera media hora, mientras se establece un curioso vínculo entre ambos, siempre al borde del ridículo o de lo inverosímil, pero que Stamm (al que recuerdo gratamente por EL ÚLTIMO EXORCISMO) logra llevar a buen puerto, apoyado en el relato oral, y tejiendo un sutil juego de confianzas y equívocos. Ellos son dos trabajadores de un gran edificio, los últimos en abandonarlo el día de San Valentín, con la mala fortuna de que el ascensor queda parado en el penúltimo piso del sótano-aparcamiento. Y queda claro que la habilidad consiste en establecer un clima (anticlima, sería más correcto), para seguidamente girar todas las expectativas y transitar el elemento sorpresa. Desgraciadamente, ni está bien elegido el momento, ni la resolución cumple las expectativas. O mejor dicho: 30 minutos de diálogos en un espacio único, capaces de captar la atención en todo momento, y casi 60 de despiporre en el que podría caber hasta un cameo de Steven Seagal... Una lástima.
Saludos.
sábado, 26 de septiembre de 2020
Nada se interpondrá entre nosotras
Hace un año, hablaba aquí sobre una pequeña película independiente, titulada ALWAYS SHINE, que era una especie de modesta revisión de PERSONA (siendo muy indulgentes), y en la que sobresalían dos aspectos por encima de su rebuscado guion, para ser obra de una joven directora casi sin experiencia: el detallado trabajo con las actrices y la interesante interactuación de éstas con un entorno que se va tornando inquietante, casi amenazante. De refilón, me encuentro con que Sophia Takal, responsable de aquélla, firmó el cuarto episodio de la T1 de INTO THE DARK. "New year, new you" parece una continuación alternativa del film referido, y, en la habitual estructura de episodio autoconclusivo, aprovecha la duración de casi 90 minutos para elaborar una primera mitad estupenda mientras guarda sus cartas, y sólo las enseña a conveniencia. En esta ocasión se trata de cuatro amigas, antiguas estudiantes y ya rozando la treintena, que van a pasar la Nochevieja en casa de una de ellas. En un tono moderadamente desenfadado, Takal deja respirar sus personajes, que veamos sus personalidades tan distintas. Una es la típica chica simpática y con sobrepeso, pero que tiene una vida sexual de lo más activa; otra descubrió tardíamente su homosexualidad, y ahora vive felizmente con otra chica. Por último, está una especie de influencer (en mi opinión inaguantable), que tiene un éxito masivo con unos videos que rozan la autoayuda imbecilista, y la anfitriona, de la que sabemos apenas que tiene una cicatriz fruto de un accidente y algunos bruscos cambios de temperamento. Al igual que ocurría con su anterior film, la directora flirtea con el secreto, guardado demasiados años, que se va convirtiendo en amenaza latente, a lo que contribuye la estupenda fotografía, constantemente apoyada en espejos de diversas fisonomías, que deforman la imagen que estas mujeres quieren proyectar hacia los demás. La lástima es que la segunda mitad desbarra hacia el terror más físico, y ya parece que estamos viendo dos cosas distintas, aunque no es de lo más desdeñable de la serie de Hulu, debo decir.
Saludos.
sábado, 19 de septiembre de 2020
Y todo cae
"Pooka!" es el primer punto fuerte de esta primera temporada de INTO THE DARK. Impregnada del particular y retorcido sentido del humor de Nacho Vigalondo, su historia mantiene las mismas constantes de COLOSSAL, insertando la extrañeza en una realidad que se va tornando absurda, el tiempo suficiente para que la explicación llegue sin avisar. Partiendo de su protagonista, un mediocre aspirante a actor que se presenta a una extraña audición, Vigalondo va haciendo avanzar el relato a medida que vamos conociendo a este hombre, obligado a aceptar enfundarse el traje promocional de un juguete que promete ser la gran sensación de las navidades. El "Pooka" del título es un inquietante peluche, cuya gran novedad consiste en la imprevisibilidad con la que reproduce cualquier frase que se le dice, pudiendo mostrarse alegre o terriblemente enfadado. Inexplicablemente, la vida del actor parece marchar de maravilla, empieza a ganar dinero y hasta conoce a una mujer, separada y con un hijo, con la que quiere montar su propia familia. Sin embargo, algo falla, algo que no logra explicarse, y que tiene que ver con ese estrafalario traje; cada vez le es más difícil vivir fuera de él, fuera del Pooka, y su realidad se transforma, llegando al punto de no saber si lo que está viendo es lo que ve él o el personaje. Y en esta "realidad alterada", Vigalondo transita de lo surreal a lo patético, humanizando lo artificial y viceversa, siempre con esa visión desencantada pero finalmente compasiva que su cine posee. Una historia no tanto de terror, y sí sobre lo difícil que resulta a veces zambullirnos en una realidad que sólo se soporta abrazando sus alternativas, por extrañas que puedan ser.
Saludos.
sábado, 12 de septiembre de 2020
Miedo a salir de casa
El segundo episodio de INTO THE DARK baja sensiblemente el listón, y augura una cierta complacencia en una serie que sólo rara vez es capaz de empujar sus propios límites. "Flesh & blood" es un batiburrillo de ideas que ya se han hecho antes, y mejor; una especie de juego del gato y el ratón, que sólo mantiene algo de interés durante su primera media hora (ojo, porque son 90 minutos), el tiempo en el que su endeble guion no muestra las cartas. Apoyado en las desganadas actuaciones de Dermot Mulroney y la joven Diana Silvers, el veterano Patrick Lussier (director de saldo en títulos sonrojantes) empieza por mostrar la agorafobia que sufre una joven tras el traumático asesinato de su madre, continúa con la difícil relación con el padre, incapaz de llevar toda la carga familiar, y remata con un giro de guion no ya descabellado, sino directamente anticlimático, pues es mostrado tan pronto (o el episodio es tan largo) que da un poco de pena la falta de sutileza para convencernos de que "lo que estamos viendo a lo mejor no es lo que creemos"... En fin, una lástima, porque en otras manos más hábiles podría haber sido un buen ejemplo de terror psicológico.
Saludos.
sábado, 5 de septiembre de 2020
ITD 1
Los sábados van a abarcar una serie reciente, salida de Blumhouse y distribuida por Hulu, formada por episodios independientes y que giran en torno a diferentes formas de entender el terror en el cine. INTO THE DARK no inventa absolutamente nada, y se emparenta muy de cerca con AHS, Twilight Zone o Black Mirror, aunque su vertiente está clara: terror sin prejuicios, exprimiendo las poibilidades del género, y dejando para otros más preparados disertaciones más o menos filosóficas.
Su capítulo de arranque, obra de los guionistas Paul Fischer y Paul Davis, y dirigido por este último, volviendo sobre un corto propio de algunos años atrás, se titula "The body", y presenta una sugerente mezcla de asesinos en serie (en esta ocasión extrañamente a sueldo), slasher de toda la vida y un trasfondo de comedia alocada, un poco a lo Apatow... No, me he pasado. El resultado es entretenido a ratos, pero sus 80 minutos se notan alargados, con demasiado relleno argumental, cuando la idea de partida es francamente ingeniosa. Nos presenta al susodicho asesino, tras finiquitar a un tipo al que nunca veremos la cara en la noche de Halloween; escudado en que todo el mundo va disfrazado, arrastra el cuerpo sin ser advertido, pero unos bromistas le han pinchado las ruedas del coche, y se ve obligado a irse con unos tipos bastante atolondrados, que están encantados con "su atuendo". El trato es ir a una fiesta, y el asesino, que tiene toda la noche para entregar el cuerpo, toma una copa antes de marcharse, pero las complicaciones no han hecho más que empezar. Con retazos de AMERICAN PSYCHO, HALLOWEEN o incluso THE FINAL GIRLS, es menos inteligente de lo que podría haber sido, y apenas logran salvar la función la acertada interpretación de Tom Bateman y ese disparatado arranque, arrastrando un tipo envuelto en celofán como si nada.
Entretenida y poco más.
Saludos.
¡Cuidao con mis primos!