Mostrando entradas con la etiqueta John R. Leonetti. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta John R. Leonetti. Mostrar todas las entradas

jueves, 20 de febrero de 2020

Tengo una muñeca...



Sea por aburrimiento, dispersión o puro deleite, vamos con las tres películas (tres, de momento) que conforman la trilogía de esa inquietante muñeca que los Warren mantienen encerrada en una urna, donde la bendicen dos veces al mes. Personalmente tengo una relación agridulce con esa especie de universo creado por James Wan, con títulos que me apasionan y otros que me horrorizan. La mala experiencia con algunos de estos títulos me habían alejado de los mismos, pero como nunca es tarde, me dispongo a tragarme estas tres películas. Y, empezando por la primera, el resultado, sin ser del todo decepcionante, tampoco es que mejore dicha percepción. ANNABELLE es una película rutinaria, pero que aspira a ser algo más; el problema es que ese "algo más" proviene de lo ya visto en lo que Wan venía colocando en sus propios films, y la función se queda en algunos sustos standard, un par de efectos copiados directamente (véase INSIDIOUS) y una realización más que banal por un director muy poco dotado para la narrativa, y que, por ejemplo, filma constantemente calles vacías, como un miserable plató. No sé, no me parece una bazofia sólo porque tiene un buen arranque y algunos movimientos de cámara interesantes, pero poco más... Uf, quedan dos, a ver...
Saludos.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Aleteos #2



En un alarde de facultades totalmente insólito, les propongo que hablemos de una película sin hablar de ella, más que nada porque es muy mala y porque además tiene la desvergüenza de pretender ser la continuación de otra sin serlo, porque apenas tiene nada que ver. Me refiero a THE BUTTERFLY EFFECT 2, que supongo que muchos irían a verla atraídos por el título sólo para descubrir que aquello era, sólo podía ser, obra de un caradura. Y eso que se podría haber hecho algo decente, porque la cosa empieza con una inocente comida en el campo, una fotografía (véase imagen) y un momento que se quiere inmortalizar. Apenas dos o tres minutos, luego... ¡el horror! Da igual lo que pase, da igual que digan: "¡Hey, mira, viajo en el tiempo!". Porque es un plano con un hombre y luego otro plano con otro hombre; y nos da igual lo que le pase al tipo en cuestión, porque no sabemos qué diablos pinta ahí y tampoco sabemos qué pintamos nosotros viendo esto... Y lo único que nos redime es el consuelo de los tontos, que luego hicieron otra... Sí, sí, otra... Y peor, mucho peor... Y sólo por eso no pongo ésta mañana... Terrible, terrible...
... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!