Hablemos de DEATHSTALKER, a la que podríamos llamar "película", utilizando para ello la misma lógica que sus perpetradores en aquel brumoso 1983.
Salgo en un bosque. A caballo. Hombres. Mujer corriendo=mujer desnuda. Sudor, helechos y pelucas. Verruga en nariz. Salgo del bosque y gente con tomate frito en el sudor y los helechos y las pelucas. Bruja que desaparece detrás de verruga. Misión. Me da igual, sólo tetas y culos y la actriz pidiendo un tampax. Hombre al azar, luchando ¿por qué? Mujer con espada, las tetas fuera, sin tampax. Malo, Coto Matamoros, mago sin poderes. Alianza para buscar una cosa ¿qué? Más tetas y menos tampax, la psicosis del monólogo en lip-sync. Careta de gorrino, paredes de corchopán, olor a rancio, a burguer en Ushuaia. A pelear he dicho, el vino calentito. Todo se acaba, las tetas, las espadas, las pelucas, las misiones sin sentido, y una inmensa tristeza me invade mientras imagino a Roger Corman contando billetitos dando un sorbo a un expreso en vasito floreado...
El año que viene se estrena un remake...
Saludos.