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martes, 11 de julio de 2023

La locura un día


 

Traigo hoy una película extrañamente olvidada, y que merece ser reivindicada por su honestidad casi documental, tanto como por su extraordinario esfuerzo técnico, en el que la austeridad cobra inusitada exuberancia visual. LE JOUR OU DIEU EST PARTI EN VOYAGE es el elocuente título de esta pesadilla en tiempo real, que nos traslada a los horripilantes sucesos que se desencadenaron en Ruanda el 7 de Abril de 1994; una masacre monstruosa, que debió hacer temblar los cimientos del primer mundo, que asistía con estupefacción (y sin mover un dedo) a una de las mayores atrocidades de la humanidad. Sin embargo, alejado de cualquier tentación grandilocuente, el belga Philippe Van Leeuw se sube a lomos del extraordinario trabajo de la actriz Ruth Keza Nirere, que compone un extático y contenido paisaje de la desolación más absoluta. Partiendo de la miserable huida de la familia belga para quienes trabaja, Jacqueline se ve obligada a esconderse, huir de los asesinos, vagar por la selva e intentar sobrevivir a la incertidumbre de cada día. Prácticamente sin diálogos, el film se mueve por una fisicidad insoportable, como si realmente acompañáramos a Jacqueline en el martirio de no saber si vivirá otro día. Es un desgarrador relato, que en 2009 fue de los títulos más celebrados, por ejemplo, en San Sebastián, pero que la a veces injusta memoria colectiva ha sepultado sin que sepamos muy bien por qué. Horrible analogía, por cierto...
Saludos.

miércoles, 14 de agosto de 2019

Cuatro paredes



Lo que propone el belga Philippe Van Leeuw en INSYRIATED, su segundo film, es, básicamente, lo mismo que en su impactante debut, EL DÍA EN EL QUE DIOS SE FUE DE VIAJE, pero incrementando la amenaza, quizá por invisible, pero también por el claustrofóbico escenario elegido para sus angustiosos escasos 90 minutos. En mitad de la guerra de Siria, los únicos habitantes de un edificio son varios vecinos que se refugian en la casa de Oum Yazan, una mujer que intenta mantener cierta dignidad y entereza mientras son acosados por francotiradores y saqueadores. Un suceso inesperado la sume en un insalvable dilema moral, y esta diatriba sobrevuela todo el metraje, instalándose como una nube negra sobre la conciencia de una mujer que se resiste a dejarse superar por el horror de la guerra. El director belga logra un trabajo notable de concisión, y sobre todo de sentido de la ubicación, descartando cualquier tentación sensacionalista y mostrando el conflicto que vemos tranquilamente por televisión desde el punto de vista de quienes lo padecen en primera persona. Cabría achacarle, quizá, cierta previsibilidad en el desenlace, aunque el film mantiene la tensión sin aspavientos, apoyado en la sublime interpretación de una omnipresente Hiam Abbass, que borda su papel.
Saludos.
... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!