Mostrando entradas con la etiqueta Patrick Brice. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Patrick Brice. Mostrar todas las entradas
jueves, 1 de febrero de 2018
Locura y empatía
Hace un par de años escribí aquí acerca de la grata sorpresa que me supuso CREEP, inclasificable mezcla de horror y mumblecore, con el genio creativo de Mark Duplass detrás y una considerable ristra de premios en el circuito independiente. No hubiese imaginado que el tándem Duplass/Brice se planteara la continuación a una película que dejaba pocos resquicios abiertos, pero lo cierto es que CREEP 2, aun manteniendo muchas de las constantes de su antecesora, abre un camino diferente e igualmente interesante. Lo primero que llama la atención es el concepto de base, pues ya sabemos que el personaje principal es el asesino, y no se nos oculta en ningún momento; pero tampoco a su (única) compañera en la función, una chica que busca desesperadamente una historia impactante para filmarla y relanzar su ignota página web. El juego psicológico propuesto es que intentemos meternos en dos cabezas y sacar nuestras propias conclusiones; desde el inicio, él le dice abiertamente que es un asesino en serie, aunque la veracidad de ello dependerá de ella, de si se quedará para filmarle y ganar un montón de dinero o cree que es un charlatán solitario que pretende engañarla. Ahí radica toda la fuerza de un film con montones de diálogos, en si el guion será lo suficientemente hábil como para enañarnos a nosotros, au disponiendo de toda la información.
Si lo que esperan es un festival de vísceras y truculencias visuales, será mejor que no la vean. CREEP 2 va un paso más allá, y consigue que por momentos sintamos una piedad infinita por un sociópata asesino... El problema es si él interiormente siente lo mismo por nosotros...
Saludos.
martes, 8 de diciembre de 2015
Ingenio y locura
Entiendo las reservas para gran parte de los espectadores actuales (primando los de menor edad) a la hora de abordar una película que base todo su potencial en la modulación del discurso a través de su guion; en una época dominada por la explicitud de las imágenes, el relato oral se ha convertido en una rareza poco aceptada, y casi una demostración de debilidad. Nada puede hacerse comparativamente cuando millones de píxeles derriban un edificio o puede recrearse a un ejército de un millón de hombres, todos debidamente uniformados... (sigh!). El reto es, ahora, lograr mantener a un espectador de este tipo pegado a la pantalla durante todo un metraje con una película que está hecha (literalmente) por dos personas; escrita e interpretada por ellos dos. Podríamos entenderlo si nos vamos a Truffaut, Sang-soo, Linklater y otras luminarias que han hecho de la economía de medios su recurso primordial, pero todo se complica mucho más cuando Patrick Brice y Mark Duplass, punta de lanza de eso tan inasible llamado mumblecore, han hecho con CREEP una película de terror... que además da miedo de verdad. Y todo con un face to face que no siempre sale bien parado (siempre mejor Duplass), pero con un guion tan retorcido, extraño y escabroso que uno no puede dejar de fruncir el ceño por si han equivocado el género. Pero no. CREEP, que fue presentada en Sitges en 2014, es una historia dentro de una historia que va a desembocar en otra historia que quizá sólo existe en la mente de uno de los dos personajes, lo que finalmente desestabiliza al otro personaje, y a nosotros de paso; una especie de cruce marciano entre LA SOGA y la serie de Ripley, con parafilias, soledades, secretos desvelados casi como una liberación, máscaras de lobo y la certeza de que, por muy extraño que nos parezca todo, todo lo que vemos nos podría pasar a nosotros mismos alguna vez... Y eso da muy mal rollo. E insisto: está tan bien escrita que lo de la cámara en mano se puede perdonar, pese a tener dos o tres momentos simplemente ridículos y absurdos por culpa de dicha limitación, que da empaque pero resta credibilidad.
A Duplass ya lo conocíamos, y el muchacho se va haciendo notar lentamente...
Recomendable y sorprendente a partes iguales.
Saludos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
¡Cuidao con mis primos!