domingo, 31 de marzo de 2024

Rincón del freak #592: Más se perdió en Cuba...


 

Cierto que no había avisado sobre la ojeriza, sobre ir a degüello contra el despropósito en el que se está convirtiendo, una vez terminada la fiesta, el cine de superhéroes. No me extiendo sobre ello porque ya lo he hecho, pero sí señalo un par de cosas medianamente relevantes en este bostezante post dominguero (como debe ser, por otra parte). Primero, que si les sigue molando el tema superheróico, por lo del fandom irredento y sus inocentonas nostalgias, váyanse sin dudarlo a las plataformas televisivas, concretamente a ciertas series de corte subversivo; pero si son más seriotes, prueben en el a veces inexplorado terreno de la animación. Segundo, AQUAMAN AND THE LOST KINGDOM no es la peor película de este percal que se pueden encontrar actualmente, lo que habla horriblemente de esta inoperante penúltima hornada, porque no estamos ante una buena película, tan sólo una sin muchas pretensiones. James Wan siempre ha demostrado "tener olfato", rastrear sin esfuerzo qué interesa a la mayoría, obteniéndolo por medio de un pastiche, eso sí, con envoltorio de lujo. No les aburriré con la trama, que es blablablá del más de lo mismo, pero al menos los chistes están más comedidos que en "otras cosas", los efectos tienen un par de intentos por ir más allá del videojuego (que es lo que parece, por otra parte) y no pretende ser más que un entretenimiento recaudador para pensar muy bajo mínimos. Por tanto, bien para una resaca, pero lo de los superhéroes ya huele a rancio... y eso que aún se puede caer mucho más bajo. Se lo contaremos la semana que viene...
Saludos.

sábado, 30 de marzo de 2024

Una de los suyos


 

He intentado comprender muchas veces el porqué de la mala acogida general de un film como UNDER CAPRICORN, una vez vistas y comprobadas sus virtudes, que no son pocas. Puede que sea el inusual enclave australiano, pero esto es fundamental en la historia, al confrontar a los ciudadanos con linaje con los exconvictos que prosperaron en su exilio forzado. Hay quien lo achaca al pobre protagonismo de Joseph Cotten, y estoy de acuerdo, aunque sólo para fijarme en gran trabajo de Ingrid Bergman, que tarda en exhibirse como la mujer "atormentada" que esconde un oscuro pasado, y de un inesperado Michael Wilding, que ejerce como perfecto contrapeso entre ambos, interpretando a un vividor finalmente metamorfoseado en héroe redentor. Nadie es aquí lo que parece aparentar, y Hitchcock lo filma en elegantes y sofisticados planos secuencia (recordemos que venía de filmar LA SOGA), donde la cámara no sólo acompaña, sino que vertebra cada diálogo, sea discurso, parlamento o simple chismorreo. Sin olvidar el excelente trabajo de Jack Cardiff, con una espléndida paleta cromática, o la gran partitura de Richard Addinsell, a menudo olvidado por la memoria cinéfila. Estamos ante un drama de época, sí, pero también un inquisitivo estudio psicológico, remarcando las fortalezas y debilidades de unos personajes a los que, de una u otra manera, no les es permitido ser ellos mismos. Con dos antecedentes ineludibles, y que dotan de sentido al guion de James Bridie, como son REBECA y LUZ DE GAS, ciertamente no llega a la grandeza fílmica de estas dos, pero creo que se merece algún reconocimiento más de los que la han dejado en un discreto escalón de una filmografía, por otra parte, desagradecida por extensa.
Saludos.

viernes, 29 de marzo de 2024

Cuestión de prioridades


 

Con REIGN OF ASSASSINS, John Woo volvía en 2010 a rodar en su continente, tras exportar su talento a Hollywood; y lo hacía con un wuxia bastante particular, que a su impecable ejercicio de estilo sumaba un imaginativo argumento repleto de referencias mitológicas, además de algunos ramalazos cómicos que me han recordado algunos títulos míticos del exploitation de artes marciales. El problema, sin embargo, siempre está en el contexto, haciendo poco legibles algunas líneas que supongo fundamentales, pero que a ojos occidentales parecen cursis y relamidos. Sólo la recomendaría para muy adeptos de este género, pero son dos horas muy entretenidas, y que albergan pócimas mágicas, cuerdas infinitas y espadas flexibles. Ahí es nada.
Saludos.

jueves, 28 de marzo de 2024

Toxicosmos


 

Una de las condiciones que más me suelen subyugar en el género terrorífico, más allá precisamente del terror que pueda provocar, está la invasión de lo inesperado, esa extraña cualidad por la que una historia se va transformando imperceptiblemente en otra. Puede que WAKE IN FRIGHT no aparezca como un gran referente dentro del cine de terror, posiblemente porque no parece pertenecer a ese género, excepto cuando su aplastante guion hace buena la máxima de que "una buena historia no hace prisioneros". Estamos ante un film muy de culto, uno de esos títulos que uno no se explica cómo no es un referente, aunque lo podríamos entender por lo incómodo y controvertido que es su visionado, incluso más de cincuenta años después. Partiendo de una premisa banal (las vacaciones de un joven profesor, que ha de volver a Sydney desde el pequeño pueblo donde está destinado), el relato se va cerrando como una trampa mortal, apoyándose en imperceptibles pero fundamentales detalles, que nos hacen comprender cómo la vida de una persona podría virar hacia una destrucción que, paradójicamente, no es más que autodestrucción. Lo mejor del film, más allá de algunas escenas especialmente truculentas (que hoy día simplemente no podrían mostrarse), está implícito en la exploración del choque entre mentalidades contrapuestas, el contraste entre la ordenada vida del hombre instruido de la ciudad y las brutales costumbres de los lugareños de una pequeña ciudad perdida en el desierto. Aun más, ni siquiera se buscan culpables, porque el protagonista tampoco pone mucho de su parte para evitar el desastre, llegando incluso a abrazarlo. Escalofriante, polvorienta, sucia, violenta y absurda parábola de esa falacia posmoderna del folk horror, una vez es desprovista de cualquier tentación sobrenatural.
Imprescindible su visionado para hablar con propiedad sobre por qué se hace según qué tipo de cine.
Saludos.

miércoles, 27 de marzo de 2024

Magia potagia 3


 

Echándola al suelo, HARRY POTTER AND THE PRISONER OF AZKABAN introduce un elemento oscurecedor que le sienta bien a la previsible aventura juvenil del personaje. Aparecen los dementores como encarnaciones más o menos disimuladas de las angustias provenientes de la pérdida de la inocencia, tan indetectable en esta saga de no ser por esos indisimulados detalles. Hay menos jolgorio y más pesadumbre, y por ello puede gustar algo más a un público más adulto, y bastante menos a una chavalería que, no obstante, sigue teniendo sus estancias de juegos intactas. Lo más interesante, aparte de la insólita elección de Alfonso Cuarón (luego se demostró que no), es un reparto más que estimable, que además de la sustitución del fallecido Richard Harris por Michael Gambon, es capaz de reunir súbitamente a actores de la talla de Gary Oldman, David Thewlis, Emma Thompson o Timothy Spall, que efectivamente elevan el nivel de un film, cómo no, demasiado largo y demasiado ensimismado, aunque eso ya lo sabían...
Saludos.

martes, 26 de marzo de 2024

Urticaria salada


 

Intenciones. Si quieres hablar de tí mismo, de tus obsesiones, traumas o filias, no salgas. No salgas. No salgas. Ha quedado claro. Si lo que quieres es estampar un aldabonazo impresionista, sal cuando nadie lo espere. Si quieres narrar, tienes que dirigir a los actores, nunca buscar la complicidad, porque la complicidad lleva a la impostación. Finalmente, no me ha quedado clara la deriva de CREATURA, porque quiere contar muchas cosas de manera muy diferente, pero se le quedan otras tantas por el camino. No me ha quedado claro si es un acercamiento a una personalidad muy sexual y por tanto muy insatisfecha, un estudio de la feminidad desbordada o un escupitajo a las masculinidades tóxicas. Un poco de todo ello hay aquí, pero ninguna de esas cosas está abordada con valentía y tino, dejando muy en el aire la interpretación del espectador, que nunca va a obtener lo que el film parece prometer. Me da rabia porque Elena Martín sugiere un movimiento fino y nada estrambótico sobre cómo los pequeños detalles van jalonando las personalidades que más trabajo nos cuesta comprender, y esto es porque no hay nada especialmente memorable aquí, apenas una filmación aseada y un intento por anudar las elipsis temporales, que son demasiado confusas para lo escaso de su argumentario. En esencia es como un autorretrato generacional, pero sin omitir lo soso... Muy raro lo de ser moderno.
En los Goya no se llevó nada.
Saludos.

lunes, 25 de marzo de 2024

La cara oculta


 

A estas alturas del megarrepaso que cada temporada le damos al festival de Sitges, creo que es hora de ir con el arsenal fuerte, los títulos clave del certamen, y no se me ocurre ninguno mejor que el último ganador, que ha devuelto al terror a su lugar preeminente tras varios años que han flirteado con un cine más "cultureta". No hay nada de eso en CUANDO ACECHA LA MALDAD, que nos sumerge sin medias tintas en una atmósfera malsana y amenazadora, donde realmente sentimos que no hay nadie a salvo de la maldad del título, que aquí adopta varias formas bajo nombres tan sugerentes como "embichado" o "encarnado". Ahora bien, no esperen encontrar aquí el sucedáneo yanqui, que nos ha acostumbrado a "acolchar" este tipo de productos, con una corrección incomprensible la mayoría de veces. Demián Rugna (ATERRADOS) propone un dispositivo incontrolable, macizo, que no teme nada y que se disfruta más cuando menos parece estar contando. Sin solución de continuidad, Rugna expone este relato de horror purulento a plena luz del día, a partir del descubrimiento de un cadáver partido en dos, lo que lleva a sus protagonistas a un descubrimiento aún más terrible, y a partir de ahí a una cascada imparable de acontecimientos que van intensificándose a lo largo de un puñado de escenas espeluznantes, brutales, sin medias tintas. Esa escenificación de la violencia, cruda, desaliñada, incluso burda, y que ha sido objeto de las mayores críticas, con el calificativo "gratuito", es lo que más me interesa y hace que la película me atrape. El director consigue que algo rudo y bestial aparezca estilizado, en el más difícil todavía que es integrar lo sobrenatural en una normalidad que es sacudida sin ambages, demostrando que a veces no estamos tan preparados mental y moralmente para ver según qué cosas. Para mí, uno de los grandes títulos de la temporada, y espero que logre abrir el camino para un género que, sin más, lo único que ha hecho es volver a sus raíces.
Tiene dos o tres escenas que están entre lo más brutal que servidor ha visto en una pantalla, y algo de cine he visto.
Saludos.

domingo, 24 de marzo de 2024

Rincón del freak #591:


 

Tengo poderes pero echo el día con mis amiguis, bailando y haciendo chistes tontos. Mi vida es la de cualquier solterona entrada en la treintena, con una marcha menos pero una gran inspiración empática con quien merece un abrazo de cacao. Los enemigos saben que perderán frente a mí, porque su carisma es inverso, su negrura desprendida. Soy la Capitana Marvel y pienso engrosar un universo impecablemente basado en la asunción de los tropos de cierta telecomedia juvenil, a fin de invergonzar, palabro que me sirve para explicar la incolución vergonzosa de lo que un día trascendió la mera novela de aventuras. Todo eso y menos es THE MARVELS, con gatos y todo...
Saludos.

sábado, 23 de marzo de 2024

Moriréis como imbéciles


 

De verdad que cuesta mucho trabajo identificar una película como LEAVE THE WORLD BEHIND, que parece una película inteligente sobre un fin del mundo nada convencional, que se separa de los parámetros habituales para abrazar cierto realismo contemporáneo, pero que esconde apenas un par de mensajitos de Mr. Wonderful, sin alcanzar la supuesta trascendencia de su aparentemente impactante motivo principal. En su amasijo de ideas y ocurrencias, revolotea descarados plagios a las estructuras espirales de Shyamalan, las conspiraciones verborreicas de Sorkin o una "crítica descarnada al hombre moderno y blandengue" que logra elevar a Östlund a la categoría de maestro. Sirva como ilustrativo de este despropósito recordar cosas como un tipo forrado hata las cejas que alquila su casa de campo a gente de clase media, una niña con cara de señora mayor que tiene como objetivo vital ver el último episodio de "Friends" o un puñado de diálogos que parecen salidos de forocoches. No menos divertido es ver a tres actores con oficio, como Mahershala Ali, Ethan Hawke y Julia Roberts, poner el piloto automático como autodefensa contra la ausencia de dirección real. Pero déjenme detenerme en esta última, porque suyos son los momentos más vergonzantes de este bodrio 100% Netflix, y que me cuesta creer que no fuese carne de razzies. Ahora mismo, Julia Roberts es una señora mayor que deambula ataviada de vestidos de otra época, con un rictus entre socarrón y narcotizado, y a alguien se le ocurrió que podía bailar a base de espasmos robóticos, aunque mi favorita es la escena en la que intenta ahuyentar a un grupo de ciervos a base de gritos a lo Barney Greenway, mientras éstos la miran como un ciervo mira a una señora loca. El final es incluso peor de lo intuido a lo largo de dos horas y pico que no se acaban jamás...
Un bodrio con mayúsculas, entre otras cosas porque además se toma en serio sus tonterías conspiranoicas.
Saludos.

viernes, 22 de marzo de 2024

Las segundas pieles


 

Recuerdo oír hablar de THE OUTSIDER hace un par de años (si la memoria no me falla), desconfiando de ella como recomendación entusiasta, al serme vendida como la "definitiva adaptación de Stephen King", lo que suele suponer un reclamo tan irresistible como finalmente decepcionante. Luego caí en la cuenta de que leí la novela original en pandemia, llegando a la conclusión de que era uno de los libros más rutinarios de su autor, lo que terminó por alejarme de esta miniserie de HBO, que ahora he rescatado de pura casualidad. En sí pertenece a las historias protagonizadas por la peculiar detective Holly Gibney, poseedora de habilidades extrasensoriales, por lo que es reclamada cuando un caso se detiene ante lo inexplicable. Aquí, el arranque nos sitúa ante un misterio que pondrá a prueba el escepticismo del detective Ralph Anderson, porque existen pruebas irrefutables de que un entrenador de béisbol infantil, modélico padre de familia, ha asesinado brutalmente a uno de sus pupilos... aunque éste puede demostrar que en ese momento se encontraba a muchos kilómetros de la ciudad. Recuerdo que la novela se atropellaba, como si hubiese una prisa injustificable por llegar al desconcertante y poco imaginativo final. La serie empieza bien, con el objetivo sólidamente puesto en el wtf de su premisa, pero justo a la mitad abandona la tensión construida hasta entonces y vira hacia un policíaco más que convencional, mientras se abona a la tradición de "thriller esotéricos" proveniente de TRUE DETECTIVE, pero tomando muchos menos riesgos por el camino. O dicho de otra forma: funciona mientras confronta a los personajes interpretados con talento y convicción por Ben Mendelsohn y Jason Bateman, pero hace aguas precisamente al introducir al de Cynthia Erivo, que debía ser el plato fuerte. 
Es moderadamente entretenida, pero tiene demasiada pesadumbre formal y sus diez episodios se notan alargados y, efectivamente, el desenlace llega tarde y con prisas.
Saludos.

jueves, 21 de marzo de 2024

Perdidos y encontrados


 

Hay un período realmente interesante en la cinematografía australiana, y que podríamos comprender entre principios de los setenta y mediados de los ochenta, y que vendría a trazar un libérrimo itinerario de la deriva del país oceánico en clave de un fantaterror tan renovador como estimulante, y que ha dado un puñado de títulos fundamentales para comprender y disfrutar un cine, sí, de género, pero poseedor de un carácter único y, en ocasiones, inclasificable. Y se me ocurre, como piedra angular de todo esto, WALKABOUT, de 1971, en la que el británico Nicolas Roeg elevaba una denuncia tan sutil como poderosa, basando ésta en la deriva de dos hermanos perdidos en el desierto australiano, y que logran sobrevivir gracias a un joven aborigen, que casualmente vaga solo para "ganarse" su mayoría de edad. Roeg, aquí más aplacado que contenido, no puede evitar expandirse en un puñado de postales de compleja sintonía entre humanidad y naturaleza, en uno de sus más inspirados trabajos como responsable de fotografía, repleto de una crudeza que llega a lo insoportable, poniendo a prueba la resistencia del "ojo acomodado". Nada aquí es evidente, desde el surrealista desencadenante del destino de los hermanos, pasando por la impasible y hermosa intervención de un salvaje finalmente más civilizado que quienes supuestamente llegaron con ese fin. WALKABOUT es un film bello, confortante incluso, pero para nada acomodado en el buenismo de un ecologismo que peca tanto de falso como de ingenuo, y se erige como una fábula de aprendizaje, para lo que es necesario "desaprender" muchas de las convenciones que tomamos como inamovibles. 
Magnífica película y magnífica banda sonora del gran John Barry. Imprescindible.
Saludos.

miércoles, 20 de marzo de 2024

La vida y poco más


 

Concebida como un relato circular, O CORNO se abre con una larga escena, que sin aspavientos otorga el significado tanto al fondo como a la forma de esta película de escueta pero eficaz narrativa. Una mujer da a luz en casa, ayudada por una partera, sus movimientos se acompasan hasta encontrar la sintonía perfecta en la que dolor y alegría fluyen y culminan. Estamos en la Galicia rural de principios de los setenta, y seguimos a María, que parece ocultar un pasado que prefiere olvidar, mientras distribuye sus solitarios días entre el oficio de mariscadora y el de traer niños al mundo. Toda la primera parte del film transcurre con claridad y buen ritmo, introduciendo personajes y haciéndonos partícipes de sus quehaceres diarios, entre el trabajo y los escasos momentos de ocio. Justo hasta que ocurre una desgracia (que por ser troncal, me abstendré de desvelar) y María se ve obligada a marcharse furtivamente a Portugal, en una cuestión casi de vida o muerte. Es en la descompensación entre estos dos bloques donde el guion de Jaione Camborda (en su segundo trabajo de dirección) pierde fuerza, mutando prácticamente en un film diferente, ni siquiera peor, pero sí más contemplativo y abnegado a una especie de azar que no es tal, puesto que concluye en un desenlace supuestamente catártico, y que personalmente me pareció previsible y conservador. Nos quedará, claro, la anécdota de ser la primera mujer en ganar la Concha de plata en San Sebastián, mientras que su protagonista, Janet Novás, proveniente de la danza contemporánea, se alzaba con el Goya a la mejor actriz revelación, que a sus 42 años tiene doble mérito.
Hay quien esperaba encontrar otra AS BESTAS. Desistan de ello, porque es otra cosa.
Saludos.

martes, 19 de marzo de 2024

Magia potagia 2


La desmejora nos indica que filopracticamos once momentos al día de aguda gula intrínsecamente fisiológica. Datos y ratios, chanzas que nos llevan de la mano hasta lo deliciosamente pospuesto. Con el maguito de las gafas lloydianas no se esperó casi nada, y montados en la nube (A.T. to the skyes) se fue de cabeza a por el segundo volumen, con más engrudo pero el mismo sabor a paprika emulsionada industrialmente. HARRY POTTER AND THE CHAMBER OF SECRETS vuelve al clásico concepto del "familiar epatante", que nos sitúa en el confort criminal de la "imagen providencial", mientras preparaba el camino para futuros mastodontes mediáticos. Otra vez los malos y los buenos, corriendo por pasillos interminables, parpadeando en un clímax sin fin, abrumador, sin tiempos medios, en el culmen de la dramatización por ella misma. Cierto es que se quiere apuntar a algún oscurecimiento de tramas blanquísimas, lo que nos lleva a la peor Agatha Christie, la que se refugiaba en sus "negritos del whodunnit" porque está comprobado que la salvaguarda de la repetición es un invento rentable. Salvo los efectos digitales, porque suponen el dataje más interesante para informarnos de una época, a principios de este siglo, que más parece un banco de pruebas que una industria consolidada.
154 minutos.
Saludos.

lunes, 18 de marzo de 2024

Desanimación


 

STOPMOTION es una película muy rara que se vio en Sitges, obra de un virtuoso técnico en esta técnica de animación, poseedor de una larga filmografía que comienza nada menos que a mediados de los noventa, compuesta de cortos y mediometrajes en los que usa la misma técnica que compone el corpus de su primer largo, digamos "convencional". La historia está bien planteada, y su enfermiza premisa promete un relato de horror psicológico, ahondando en el desequilibrio mental de una joven, hija y ayudante de una eminencia del stop-motion, que sufre una enfermedad que no le permite usar las manos. La primera parte del film, la mejor escrita, se centra en la tensa relación entre la madre, autoritaria hasta lo despótico, y la hija, sumisa y apocada a su sombra, pero acumulando un rencor que está por estallar. Esto ocurre en la segunda mitad, que intenta otorgar una explicación al comportamiento errático de su protagonista, una vez la madre es hospitalizada, y decide continuar por su cuenta con el proyecto interrumpido, llevándonos a un estado alucinatorio, en el que la realidad queda contaminada por las propias marionetas, que conforman un escenario pesadillesco. Curioso, porque lo tiene todo para triunfar en su propia perturbación formal, pero el montante es un film tedioso, farragoso y, aún peor, predecible. Ganó el premio especial del jurado.
Me la esperaba mejor.
Saludos.

domingo, 17 de marzo de 2024

Rincón del freak #590: Humores viscosos desde la gelatina bisoña del embelesado sin herramientas


 

El término "terrorífico" obtiene en nuestro idioma, felizmente, dos acepciones mayoritarias. Una alude a la condición de aterrorizar, hacernos pasar un mal rato de la manera en que un homínido puede hacerlo con otro de su especie. Cierto que hay terrores de toda índole, pero no hay espacio ni ganas de hacer hueco. La otra acepción, curiosamente, nos habla de lo disgustante contenido en una desgana cualitativa acuciante. Es el caso de la serie alumbrada por Greg Nicotero (el de TWD) para Shudder, en la que se atrevía a ampliar la mitología contenida en aquella frikada maravillosa que se sacaron de la manga dos grandes como Stephen King y George A. Romero. CREEPSHOW (la serie, 4 temporadas) es irregular a más no poder, alternando la bazofia pseudoamateur con el guiño del ultrafan, y, las menos de las veces, algún fugaz destello de genialidad (tan fugaz, que sólo lo he visto en el primer capítulo de la T4). Una recomendación tan solo: si son admiradores de la película original, como es mi caso, sólo ahórrensela, ya me lo agradecen otro día...
Saludos.

sábado, 16 de marzo de 2024

Magia potagia 1


 

¿Y cómo hablo yo a estas alturas de Harry Potter? Buena pregunta, porque no me hubiera extrañado fenecer un día sin haber perdido la virginidad con este mito del siglo XXI, del que sólo me habían llegado los ecos de sus retumbantes éxitos, tanto literarios como cinematográficos. No pasa nada, nobleza obliga, pero debo serme, ante todo, fiel al espíritu ácrata y manumitido del blog, que aún no tiene la mayoría de edad pero considero plenamente emancipado de fofas genuflexiones de internado. No crean que me mola mucho ensayar un dictado metalingüístico, con el que cloquear o bifrontar lo que (me ha quedado clarinete con apenas un vistazo al episodio primero) no es más que un tiovivo temático, acotado y eventualmente rijoso. Es Proserpina comiéndose los chocolates de Plutón, o Polifemo en despero por Galatea. Para que me entiendan: HARRY POTTER AND THE SORCERER'S STONE es el Oliver Twist afrontado desde un ojo de pez que mangonea a Primal Scream y a Tom Wolfe. Pijos contra normalistas de cuellopico (ver, en todo caso, SALTBURN), elogio monumentalista y pancreático de la bonhomía procedente de una competitividad salvaje e injusta, o el folletín por el folletín, imitando el legendario pánfilo de Chaucer. Todo con tal de camuflar la imposibilidad de abrazar una nigromancia genuina, con la picnosis de una feble tradición, la del entretenimiento inocuo. 
Me entretiene pero me aburre. Un pelotazo con un balón de Nivea. Me quedan otras siete ¿Aguantaré? Insisto en que estimo resarcimiento, pero soy más de varitas de merluza...
Saludos.

viernes, 15 de marzo de 2024

El hombre que nunca estuvo


 

Reconozco estar algo apartado de todo este fenómeno del "true crime", que hoy día copa una parte más que importante de las parrillas de las plataformas más presentes. Con todo, alguna vez que otra se ve uno arrastrado por el tedio y la saturación, y busca un pequeño solaz donde pensar en exceso no sea imperativo, dejando esto en manos ajenas. En este sentido, de lo poco que me ha sorprendido ha sido un documental (con todos los condicionantes del subgénero) titulado THEY CALLED HIM MOSTLY HARMLESS, donde se intenta, con desigual fortuna, emancipar el reportaje de investigación "amarilleante", confrontándolo con su propia circunstancia, en un ingenioso ejercicio de metarreferencias que pretende ser corrosivo, pero no llega a superar su naturaleza inocua, por mucho HBO que nos ampare. A grandes rasgos, nos habla de un senderista que apareció muerto en un bosque de Florida al cabo de dos años de haber sido visto por última vez, y levantando un halo de "misterio irresoluble" alrededor  de su identidad, que llegado el momento parece imposible de discernir. No es tan interesante esto como el clima de envidias, acusaciones y frikismo en general que se nos muestra encarnado en una "bienintencionada" comunidad que se desata en internet, supuestamente para unir fuerzas, pero finalmente derivando en un puñado de ignorantes con ínfulas de investigador privado, y una dosis importante de cuñadismo. La revelación final, en forma de gran giro, es insatisfactorio al no conectar el misterio central con el adláter corporeizado en macguffin. O lo que es lo mismo: parrilla, catálogo, funcionariado...
Ideal para ver justo antes de ir a dormir.
Saludos.

jueves, 14 de marzo de 2024

El problema, la solución y el desafío


 

Recién hemos despachado los oscar y ya nos ponemos manos a la obra con los Goya de este año, que es imposible abarcarlo todo a la vez y en todas partes... Por empezar con una, 20.000 ESPECIES DE ABEJAS me parece una película bienintencionada, pero que comete todos los fallos que puede tener una ópera prima. El más prominente, el ensimismamiento con el motivo principal, las dudas de un niño de ocho años respecto a su género, con lo que de telúrico tiene esto en la casa familiar, a la que acude su madre, en proceso de separación, y sus otros dos hijos. Mal asunto que tu guion, presuntamente original, sólo obtenga interés mediante la anécdota, alargando ésta hasta más de dos horas que bracean entre un naturalismo que no alcanza a corporeizar, o el lucimiento individual de sus actores y actrices, a los que no les escatima su "momento". Todo esto hace que albergue una incómoda sensación de "expectativa inflada", cuando en realidad no consigo ver ese "milagro fílmico", que necesita mayor dosis de talento y menos sendas transitadas. Supongo que debe tener su público, y fiel, pero yo sólo he visto un problema metido con calzador, me he perdido la solución de imbricar lo extraordinario en la siempre huidiza normalidad, y he echado de menos el desafío de fomentar mayores deseos de presentarnos, como espectadores abiertos, esa línea que no esperábamos obtener.
Es poca cosa.
Saludos.

miércoles, 13 de marzo de 2024

Vuelven a vivir (y 2)


 

Desgraciadamente, el proyecto de continuar KINGDOM quedó suspendido a causa de la pandemia, pero en 2021, el director Kim Seong-hoon logró poner en pie ASHIN-JEON, que daba una explicación al misterioso personaje que aparecía al final de la serie. La pena es que el formato de telefilm se queda muy corto, sintetizando en hora y media una historia que habría necesitado otra serie más. Aun así, como film autónomo mantiene una factura impecable, centrándose en el extraño desencadenante de la epidemia zombi, y cómo una cadena de sucesos arbitrarios la expandieron por todo el país. A medio camino del cine de acción y el de terror, es un film más que interesante en sí mismo, pero cuesta trabajo ubicarlo en la senda iniciada por su predecesora, a menos que alguien decida retomar el proyecto y rubricar de una vez por todas uno de los más notables ejemplos de cine de calidad "en televisión" de los últimos tiempos.
Esperaremos.
Saludos.

martes, 12 de marzo de 2024

Vuelven a vivir


 

KINGDOM fue una miniserie surcoreana (alcanzó a dos temporadas) que, vista con perspectiva, es uno de los mejores y más originales trabajos que se han hecho sobre zombis. Basada en el no menos espectacular cómic de Yan Kyung-il y Kim Eun-hee, autor asimismo del guion, nos traslada nada menos que al siglo XVII, con el reino sumido en la catastrófica dinastía Joseon. Más allá del relato de terror, KINGDOM propone un complejo fresco sociopolítico, con los intereses y fanatismos, que se ve incrementado por una misteriosa enfermedad, que revive a los muertos y los convierte en monstruos sedientos de sangre. Con un diseño de producción que remite más al cine que a la televisión, la primera temporada traza el ponzoñoso clima político, en el que sobresale la siniestra figura del consejero real, que mantiene secretamente cautivo a un monarca zombificado, con tal de bloquear el acceso de su heredero, de ideas reformistas y que podría acabar con la miseria del país. La segunda, en cambio, prescinde de estas tramas palaciegas y propone ya un vertiginoso apocalipsis zombi, que pasa a ser el único enemigo a combatir, mientras una brillante doctora trabaja contrarreloj para entender la enfermedad y sus causas, y encontrar una posible cura. Una vez más, Corea implementa un producto de excepcional calidad, que destapa las vergüenzas del infumable catálogo de Netflix, pero que precisamente fue abruptamente cancelada sin que su historia quedara cerrada, al ser una producción en exceso costosa y no terminar de ser rentable, aunque aún se rodaría un telefilm dos años después que, curiosamente, aun siendo una precuela era el verdadero broche a la historia, aunque esto lo contaremos a no mucho tardar...
Saludos.

lunes, 11 de marzo de 2024

Tal como somos


 

Buena película, sentida, honesta y desprejuiciada. LE RÈGNE ANIMAL ganó el premio a los mejors efectos especiales en Sitges, y aun siendo éstos estupendos, el verdadero valor de esta sorprendente cinta francesa es la naturalidad con la que ensambla lo fantástico en lo cotidiano, sin estridencias y con un tono naturalista que le va como anillo al dedo. Desde su ambicioso arranque, se nos pone en situación inmediatamente: una misteriosa enfermedad está convirtiendo a las personas en animales, sin que se sepa por qué ni cuáles son sus consecuencias. El film podría haber tirado por la aventura distópica, el terror físico o el drama existencialista; en lugar de ello, Thomas Cailley opta por colocarnos cerca de sus personajes, dándoles su peso adecuado y dejándolos que expliquen mediante sus actos el porqué de un mundo tan extraño. Finalmente, la fábula se completa con una valiosa lección moral, y es que quizá miraríamos de otro modo a los animales si los consideráramos como iguales. Porque, en último término ¿a quién busca el protagonista, brillantemente interpretado por Romain Duris? ¿a su esposa o al animal en el que se ha convertido?...
Una grata sorpresa.
Saludos.

domingo, 10 de marzo de 2024

Rincón del freak #589: Mi querido dictador


 

Hay que tener los huevos como cocos para terminar los títulos de crédito de EL CONDE con el explicativo de que "todos los personajes son ficticios, así como los hechos narrados". Lo segundo vale, pero lo primero... Hay que poner por delante que EL CONDE parte de una premisa irresistible, genial, que a alguien se le tenía que ocurrir: Pinochet no ha muerto, sino que es un vampiro de 250 años que sobrevive tomando jugo de corazones exprimidos, mientras sus familiares, más vampiros aún, intentan descubrir dónde carajo metió la plata, porque es imposible que un dictador no se hiciese rico. Pinochet, "El Conde", quiere morirse, porque le jode que la gente piense que siempre fue un cabrón desalmado que robaba al pueblo, en vez del gran libertador del comunismo, gesto que nunca le han agradecido los muy cabrones. En estas, una monja con cuerpo lascivo y métodos a lo Van Helsing llega hasta el desvencijado caserón familiar, haciéndose pasar por infalible contable, pero con la intención de liberar al mundo por fin de este vampiro, sin sospechar que su llegada tendrá el efecto contrario quien pensaba suicidarse. Así, Pablo Larraín inventa un negrísimo estudio sobre la iniquidad, la impunidad y una maldad que los malvados jamás reconocen, excepto como los incomprendidos que son. La película, extraña, mordaz, salvaje por momentos, funciona, al menos mientras nos ubicamos entre ese Pinochet volador y los desternillantes diálogos con sus hijos (casi tan mayores como él), su esposa y su criado soviético. El único problema que le veo es la inconcreción entre tonos, que la dejan como una excentricidad que casi nadie esperaba, y con la que yo mismo me permito rubricar el tema éste de los oscar'24, ya que Edward Lachman opta al galardón a mejor fotografía, el cual no me molestaría que ganase en un certamen al que en un futuro conoceremos como "los oscar del B&W"...
Saludos.

sábado, 9 de marzo de 2024

El ave del paraíso devorando sus polluelos en el vestíbulo del infierno


 

Movimiento 1: Pies cansados. Fatiga del trabajo bien hecho. Solaz en la cálida familia, adecuadamente distante por el honor a la educación.
Movimiento 2: Ese molesto soniquete filtrándose por todas partes. El hormigón no es suficiente.
Movimiento 3: La vacación del dios. Huertos, piscina, aperitivos. 
El ruido persiste.
Movimiento 4: El problema, la crisis. El deber rompe la armonía arduamente construida. La preocupación precede a la resignación.
Movimiento 5: La ira. El resentimiento. Cierto impúdico sentimiento de impotencia.
Movimiento 6: Advenimiento del olvido. Ninguna obra es tan grande como el tiempo. Ningún mal es tan útil como su negativo.

No ganará, pero su inclusión junto a otras cosas ya es una conquista en plenos jardines babilónicos.
Saludos.



viernes, 8 de marzo de 2024

El elefante en la habitación


 

Antes que nada, prometo que la elección del 8 de Marzo para hablar de POOR THINGS es totalmente casual, aunque podría no haberlo sido. Se acerca Yorgos Lanthimos a un feminismo con mirada de hombre, incapaz de mirar con valentía la feminidad, y por tanto dar mil rodeos y orquestar cien arabescos más para esbozar cuatro renglones de una simpleza abrumadora. Esta película quiere ir al hueso en su discurso, pero con el único arma de la reiteración, a modo de carrusel, de ideas que caben apenas en un tweet ¿O no se ansía eso mismo desde la decisión de que la emancipación sólo es posible desde el olvido y la negación del yo? Pírrica victoria en ese aspecto, pero también deberíamos hablar de las sensaciones encontradas, por lo del "autor" que en otros tiempos (tampoco tan lejanos) extraía un exuberante discurso desde el desecado de las formas, reduciéndolas a iconos parlantes y casi automatizados. Algo de eso hay en la primera mitad de este híbrido entre "El moderno Prometeo", "Cándido" o el "Gordon Pym", al menos mientras Emma Stone aguanta en modo marioneta borracha. El problema es que Lanthimos no sabe parar, o se gusta demasiado, y alarga el exiguo motivo principal en pertrechos que convierten su desmesurado metraje en exasperante. Justo hasta un desenlace directamente sincopado y de montaje velocípedo. 
Ahora el "ejem" ¿Qué hace entonces que POOR THINGS no sea una mala película? Supongo, creo o afirmo que la ingenuidad con la que se lanza en pos de enarbolar un discurso pretendidamente profundo, para lo que emplea un crocanti de imágenes deliciosas en su composición diamétrica, pero fallidas en cuanto esperan expresar algo por sí mismas. Curioso, porque el único propósito de Bella Baxter es ése, decir algo aunque no quiera decir nada.
Me temo que puede ganar, y por partida doble... o triple...
Saludos.

jueves, 7 de marzo de 2024

La forma no lo es todo


 

Vayamos al grano: NIMONA no tiene ni una ínfima posibilidad de ganar el oscar a mejor animación este año. Una vez dicho esto, no se pierdan NIMONA. Partir sin expectativas suele deparar más satisfacciones que lo contrario, y esto es evidente en este inesperado film de animación, que adapta una novela gráfica obra de N.D. Stevenson, y que llevaba varios años rondando los cajones (supongo que repletos) de Netflix, que debe ser un señor ocupadísimo. Sin engañar a nadie, éste es un típico producto destinado a la adolescencia con inquietudes más allá de obviedades, pero contiene no pocos elementos capaces de enganchar a un público más adulto y curtido, sin que éste se sienta culpable por haber caído en las redes de la animación digital de consumo rápido. Esto se debe fundamentalmente al personaje central, que da título a la obra, y que parece saltar por entre los estándares, en busca de un discurso moderadamente subversivo. La Nimona a la que pone voz (magníficamente) Chloë Grace Moretz, encarna a una especie de espíritu burlón, capaz de cambiar de forma a su antojo, y con un carácter libérrimo y nada dado a las ataduras. Al lado de los despliegues visuales y verbales de este personaje, la trama central palidece e importa bastante menos, mostrando la supuesta fastuosidad de un extraño mundo que combina lo medieval con lo futurista, quedándose, ahí sí, en un tibio fondo de catálogo. La sensación general es buena, sin grandes dilemas, pero insuficiente al lado del resto de propuestas, todas bastante por encima.
Saludos.

miércoles, 6 de marzo de 2024

Recuerdos de un titán


 

A principios de los setenta, el documentalista Richard Schickel realizó una decena de entrevistas a algunos de los iconos más poderosos y legendarios del Hollywood clásico. Entre ellos, Hitchcock, Hawks, Minnelli, Capra, Cukor o Raoul Walsh, del que extrajo un buen puñado de anécdotas, sacando el lado más amable e irreverente de un director tan grande que nunca se consideró más que "un currante" más de los estudios. Trufado de imágenes icónicas, escenas inolvidables, Walsh recuerda el mal carácter de Bogart, el melancólico final de errol Flynn o el imparable dinamismo de Cagney; cómo descubrió a un tal John Wayne mientras descargaba muebles, e incluso fue quien le cambió el nombre. o cómo las mujeres eran las que más problemas daban en los rodajes... ¡porque había que peinarlas! Todo ello frente a una audiencia de jóvenes estudiantes que lo escuchaban embobados, como a uno más de su generación; un bromista de 86 años, sin pelos en la lengua y ese aura que desprenden quienes se han paseado por el Olimpo, y por tanto pueden permitirse desmitificarlo como si tal cosa. Por supuesto que THE MEN WHO MADE THE MOVIES: RAOUL WALSH es un documental de corte televisivo, austero y funcional, pero poco importa si nos da la oportunidad de escuchar de primera mano a uno de los más grandes directores de cine de todos los tiempos. 
Y ahora creo que sí estamos...
Saludos.

martes, 5 de marzo de 2024

No le importas a nadie


 

Hay algo, no sé definir muy bien qué, que no me permite acceder con naturalidad al interior de ANATOMIE D'UNE CHUTE, flamante ganadora de la Palma de Oro y víctima de un incomprensible parajuego entre distribuidoras, que la han llevado a competir por el oscar a mejor película, pero no en el apartado internacional. Retruécanos comerciales aparte, me interesa reconocer esa "pantalla de salvaguarda", que me ofrece una imagen pero parece ocultar la valiosa, como si necesitara saber que su público es valiente, y es inteligente, y que está bien pagado de sí mismo aunque esto lo hayamos visto cientos de veces en pantalla. Desde luego, reconozco que esperaba otra película muy diferente, mucho más retorcida y terrorífica, para quedarme apenas con algunas escenas muy inquietantes y la interpretación de pleno dominio del entorno de Sandra Hüller, que siempre parece estar en otro nivel que el resto del reparto, y tampoco sé si esto es necesariamente positivo. A la mitad de la función ya se nos ha advertido de que no estamos ante un thriller criminal, y que el juicio a su protagonista, una escritora acusada de asesinar a su marido, es una excusa para poner en marcha una despiadada disección de una personalidad extremadamente compleja y su imposibilidad para empatizar con un entorno que le sirve apenas como banco de pruebas para sus novelas. Justine Triet podría haber ido un paso más allá en este planteamiento, pero divaga en cada miniclímax y suspende la propia suspensión de la incredulidad, dejándonos a merced de un juicio que, o he visto demasiadas películas similares, no termina de funcionar del todo. Es una magnífica película, innecesariamente fría, a veces dubitativa en la cuerda floja, pero que me da la impresión de que gana en posteriores visionados.
Me sorprendería que ganara, pero veremos qué pasa con su protagonista o el guion.
Saludos.

lunes, 4 de marzo de 2024

Sangre y arena II


Debe ser difícil, pero también necesario, escenificar toda la épica de DUNE 2 en base a la magnitud de lo que se pretende narrar. Para quienes hemos leído toda la obra de Herbert, es más que satisfactorio enfrentarse a esta nueva entrega con la certeza de que no se omite nada del libro adaptado, y aún más, lo bien que se ha preparado el camino para la que debe ser el cierre de una de las trilogías más importantes en la historia del cine. Villeneuve juega sus mejores cartas sin entretenerse en vaguedades políticas e ir a lo que siempre he considerado lo más controvertido y sobresaliente de la obra original. Es aquí donde entra el as bajo la manga de Thimotée Chalamet, cuyo poderío va creciendo exponencialmente junto al de Paul Atreides, que experimenta la drástica transformación de mero superviviente a líder fundamentalista, y me atrevería a decir que enloquecido por un mesianismo del que aquí no veremos más que una demostración que nos debe preparar para, intuyo, un cierre apoteósico. Esta segunda parte corrige y aumenta a su predecesora, quizá con una dimensión menos colosalista, pero con una narrativa más sutil y mejor hilvanada. El resultado es un (otro) clásico instantáneo, que quizá esté definiendo las líneas maestras de cómo afrontar el sci-fi en una era que ya recela del digital, buscando imágenes más corpóreas y sensitivas. Un espectáculo apabullante en pantalla grande, que demuestra la vigencia del cine-espectáculo, pero cuyo discurso hay que desgranar con atención, y nos puede ayudar a entender algunos acontecimientos históricos actuales.
Tiene dos o tres momentos en los que te agarras a la butaca de puro vértigo.
Saludos.

domingo, 3 de marzo de 2024

Rincón del freak #588: La familia que se pudre junta...


 

De lo más bizarro que se vio el año pasado en Noves Visions, WHERE THE DEVILS ROAMS, última propuesta del colectivo Adams, familia en la vida real y verdadero motor de, más que una forma de hacer cine, prácticamente un modo de vida muy particular. Su cine hunde sus raíces en un principio del siglo XX, donde proliferaban espectáculos misteriosos y truculentos en una América tan profunda como ignorante y supersticiosa. Con un pie en el imaginario de Rob Zombie y otro en el steampunk del circo de los horrores, los Adams construyen un espectáculo tan fascinante como imperfecto, sin ocultar su vocación amateur, pero gozosamente fuera de cualquier tentación mainstream. El resultado es una piececita de cámara, rodada casi como un Súper8 familiar de aquéllos, que es un macabro cuento de horror en el que los asesinos podrían caernos hasta bien. Repleta de escenas directas a la retina, adolece sin embargo de una falta de narrativa acuciante, que la lleva hasta los terrenos del videoclip involuntario, muy chulo, pero que no es cine propiamente dicho.
Una curiosidad muy curiosa, pero destinada por derecho propio a circuitos muy minoritarios.
Saludos.

sábado, 2 de marzo de 2024

Pequeñas expectativas

 


Vaya por delante que me gusta mucho el cine de Alexander Payne, su tiempo aferrado a la normalidad, sus golpes inesperados, la sensibilidad con la que acomete temas escabrosos sin caer en el exhibicionismo. Una vez dicho eso, no es THE HOLDOVERS su mejor película ni mucho menos, y sí su película más neutralizada (si me permiten el calificativo). Payne quiere zambullirse en la comedia dramática sin omitir uno solo de sus resortes, pero huyendo del plano fácil, cualquier cosa que haga creíbles a unos personajes que, desgraciadamente, sólo obtienen credibilidad de sus múltiples zarandeos, demasiados en tan poco tiempo. Esta historia de aprendizajes y camaraderías improbables tiene un pie en EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS y otro en EL CLUB DE LOS CINCO, pero termina con los desplazamientos emocionales de ENTRE COPAS o NEBRASKA, al menos en sus mejores momentos, casi todos provenientes de la habilidad sobrenatural del director para invitarnos a habitar el frame, pervirtiendo la experiencia del espectador en la constancia de "haber estado allí". Esa familiaridad (dificilísima de conseguir, por otra parte) se beneficia de tres interpretaciones imponentes, dinámicas pero autónomas, con un excelente Paul Giamatti (la estatuilla debería ser para él) y dos compañeros inesperados pero igualmente brillantes, como son el joven Dominic Sessa y una maravillosa Da'Vine Joy Randolph, que también podría alzarse con el premio. Bonita, agridulce, serena, madura, y también un pelín estrafalaria cuando el guion de David Hemingson muestra cuáles son sus referentes, y aquí hay muchos.
Se supone que no va a ganar, pero ahí lo dejo...
Saludos.

viernes, 1 de marzo de 2024

Diapositiva del todo


 

Más allá de su calidad, sus cualidades cinematográficas, que la convierten en un pequeño acontecimiento, las dos grandes noticias derivadas de PERFECT DAYS son la recuperación de Wim Wenders, cineasta mítico, seminal sin pretenderlo, poseedor de una sensibilidad única pero tendente a la dispersión de quien puede llegar a pensar que lo tiene todo hecho y dicho; pero no podemos obviar el descubrimiento de Kôji Yakusho, actor portentoso, capaz de sostener por sí solo y casi sin palabras la peripecia de un limpiador de baños públicos en Tokio. Con una narrativa honesta, que no se queda en la acrobacia circular, Wenders se limita a fijar su cámara, límpida y paciente, al rostro de su protagonista, un hombre común, sin grandes aspiraciones, que disfruta sus pequeños momentos de placer mientras contempla los árboles de un jardín o escucha sus viejas cintas de cassette; una persona que parece trasplantada de un tiempo que ya no existe, y que parece no comprender las preocupaciones de una sociedad entregada a consumir por sistema. Sólo en su tramo final parece sucumbir Wenders a cierta complacencia narrativa, atando cabos sin que el film realmente lo necesite, pero ni siquiera eso empaña una magnífica película, obra de un magnífico cineasta que, afortunadamente, ha decidido volver a mostrarnos otro pedacito de su particular genio.
No ganará, pero nosotros sí.
Saludos.
... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!