sábado, 29 de febrero de 2020

Contra el reloj



Resulta difícil abstraerse de la parafernalia en un film como 1917. Esquivar los motivos estéticos, ignorar que el elefante está ahí, mirando sin mirada animal, nada inocente. No sé si es loable que Sam Mendes haya mutado (no ahora, sino a lo largo de toda su carrera) de sensibilísimo director de corte más bien teatral, a poderoso workman de alcance panorámico. Algo de todo eso hay en esta película, cuyo mayor defecto es soportar constantemente la sensación de ya vista, mientras nuestro corazón cinéfilo se debate entre abandonarse al grandioso espectáculo de una sola toma (no es verdad, pero está bien camuflado), o dejarse atrapar por lo que de verdad marca la diferencia, que es la dirección de actores. Y eso que este es un asunto de máximos, en el que el hombre empequeñece o se engrandece ante el apocalíptico despliegue de una maquinaria bélica incontrolable. Mi opinión particular es que sale perdiendo en la comparación, las he visto parecidas y mucho mejores, pero Mendes siempre tiene dos o tres momentos que sabe hacer plenamente suyos, casi todos apoyados en la fantasmagórica fotografía de Roger Deakins, que merecería por sí sola un punto y aparte. Un film "de guerra", sí, pero un poco disperso en la conjugación del tono; con altibajos en el ritmo, y que curiosamente suele ganar en la baja frecuencia (si obviamos la spoileante secuencia de la carrera, claro), y que al final deja una sensación agridulce, porque no te atreves a decir que hayas visto una mala película, pero tampoco te va a cambiar la vida.
El cine ha cambiado, a lo mejor es a esto a lo que nos tenemos que ir acostumbrando.
Saludos.

viernes, 28 de febrero de 2020

Futuro imperfecto



Y si de series hablábamos, una de las más anómalas y sugerentes de los últimos años ha sido LOVE, DEATH + ROBOTS, que Netflix casi logra defenestrar a base de usar esta impresionante recopilación de cortos de animación como un mero "entremés" entre serie y serie. Sin embargo, una vez vistos sus espectaculares 18 episodios (con una duración que va de los 6 minutos a los 16), el artefacto ideado por Tim Miller y David Fincher merece su propio apartado, y bastante más que alguna infumable serie del catálogo. Lo mejor, a mi parecer, son dos cosas: su heterogéneo formato, que incluye muy diversas técnicas de animación, como la saludable libertad a la hora de contar prácticamente cualquier cosa que se pase por la imaginación, muy en la línea de aquellas maravillosos comics para adultos de los setenta y los ochenta. Efectivamente, no es para todos los paladares, y menos para el espectador almibarado por las soeces "recomendaciones" de las plataformas. Sorprende más por ello, por provenir de Netflix, y además por ser casi un extravagante relleno, como una publicidad que no anuncia nada. Pero uno ve maravillas como ZIMA BLUE, en la que un pequeño robot limpiapiscinas nos traslada a un nivel trascendental de conocimiento; 3 ROBOTS, o cómo Woody Allen imaginaría una civilización extinguida (la nuestra), narrada por tres robots que son como niños jugando en un parque abandonado. Pero de destacar, muy por encima del resto, un solo episodio, éste sería MÁS ALLÁ DE AQUILA, posiblemente el mejor guion de ciencia ficción desde Ray Bradbury, lo que combinado con una animación que roza el hiperrealismo, da como resultado una impactante y magnética historia acerca de cuál es la verdadera realidad de una tripulación que acaba de desviarse 124 años luz de su destino inicial... ¿o no?...
Francamente, sea viéndola a trozos o de un tirón, es una gratísima sorpresa, descompensada entre alguno de sus episodios, como no podía ser de otra manera, pero con un pulso interior que es tan estimulante como refrescante.
Muy, pero que muy buena.
Saludos.

jueves, 27 de febrero de 2020

AHS 8



La octava temporada de AMERICAN HORROR STORY es extraña desde su misma concepción. APOCALYPSE se abre a lo grande, poniendo en imágenes nada menos que el fin del mundo tal y lo conocemos, siguiendo con una Tierra devastada, emponzoñada por un aire irrespirable que ha confinado a unos pocos supervivientes en bunkers. Sin solución de continuidad, no hay que ser muy avispado para darse cuenta de que no era de esto de lo que se quería hablar, o sí, o no era más que una excusa para el guiñol que tenía preparado Ryan Murphy: refreír algunos de los momentos más celebrados de la serie y exponerlos ante la amenaza definitiva. Creo que no debo desvelar el motivo principal de todo esto, aunque no se tarda demasiado en saberse; lo que sí debo decir es que volveremos a la casa de la primera temporada, y que el aquelarre de brujas será capital en todos los capítulos. Es excesiva, pero ya lo esperábamos; es autoparódica, y se agradece bastante; y es, creo, la que podría haber supuesto un broche perfecto para una serie que parece haber agotado todos sus recursos. Pero ¿quién va a resistirse a mezclar brujas, demonios y apocalipsis?...
Saludos.

miércoles, 26 de febrero de 2020

Amar matando



En 1978, Claude Chabrol se embarcó en una destartalada coproducción que habría de rodarse en Canadá, su enésimo acercamiento al suspense criminal en clave de juego de falsas apariencias. Y lo cierto es que LES LIENS DE SANG, sin ser una película memorable, funciona bien si se acepta su carácter abiertamente melancólico, más apegado a la letanía del crimen pasional que al misterio policíaco. Con Donald Sutherland a la cabeza (y lo mejor con diferencia), el film se abre con una adolescente entrando en una comisaría en estado de shock, mientras revela que su prima ha sido asesinada a no mucha distancia de allí. A partir de ahí, se abre una investigación, con la joven como único testigo, pero cuyo relato se va extrañando mientras suma unas incongruencias demasiado groseras, incluso para ser inventadas. Se echa de menos un tratamiento algo más cuidadoso del texto original de Evan Hunter, que se habría traducido en un thriller de los llamados "inteligentes", y aun así hablamos de un Chabrol más comedido que de costumbre, aunque la sensación que queda, además, es la de un reparto bastante desaprovechado, no hay más que ver a Donald Pleasence en una intervención tan corta como anecdótica.
Saludos.

martes, 25 de febrero de 2020

De cerdos y hombres



En 1992, en plena fiebre de "los descubrimientos", cuando aquí se nos hacía el culo agua con la Expo y se celebraban por todo lo alto los JJOO, a José Luis Cuerda se le ocurrió fijarse en lo que es la verdadera disección de éste nuestro país desde la perspectiva de un pícaro venido de una larga reclusión en África, cuyo cometido no es otro que comerse la cerda que un pobre gañán lleva a Portugal, adonde va para buscarse una vida imposible en un reino creado desde las expulsiones, el fanatismo y la represión beata. De no ser por su carácter cómico, LA MARRANA ocuparía un lugar más glorioso del que el tiempo le ha reservado, lo que no es óbice para disfrutar con un guion menos alocado que otros de su autor, pero sobre todo con una interpretación antológica de un Alfredo Landa en pleno éxtasis verborreico, embaucando a un pedestre Antonio Resines, pero descubriendo por el camino una humanidad mucho mayor a la de esa sociedad capaz de fiar todo su patrimonio a los designios de la divina providencia. Es por ello un film que se ha revalorizado con el tiempo, no tanto porque sea un prodigio cinematográfico, sino por la elocuencia con la que se desgranan unos males endémicos, que se han mantenido como una infección dentro de nuestro ADN.
La película está bien, sin fisuras, como un relatito cervantino que hace pensar casi sin pretenderlo, pero lo de don Alfredo es un escándalo...
Saludos.

lunes, 24 de febrero de 2020

Siempre extraños



A FAMILY TOUR fue uno de los títulos más celebrados en el festival de Locarno de 2018. Su cadencia narrativa, casi en continuo suspenso, esconde una amarga crítica a la situación, prácticamente de repudiados, de los chinos que se marchan fuera de su país, y más concretamente a Hong Kong. Con una apariencia sencilla, Ying Liang parte del exilio forzado de una directora de cine, tras dirigir una película con fuerte contenido político, y de cómo es ignorada por su familia, hasta que su madre decide verla, aunque le pide que sea en Taiwan, donde acudirá con su esposo e hijo a un festival de cine, donde ha sido invitada. Se establece entonces un complejo entramado de sentimientos y acusaciones, perdones o reproches, donde estas dos mujeres parecen intentar encontrarse, aunque lo que queda en sus limpias imágenes es una distancia insalvable, como dos extraños que juegan a hacer que no ha pasado el tiempo. Una película complicada de ver, cadenciosa, con un ritmo interno más que discutible, pero cuyo mensaje principal late con fuerza y es, finalmente, lo que realmente importa.
Saludos.

domingo, 23 de febrero de 2020

Rincón del freak #394: El porno del pueblo



De nuevo el mismo director, efectivamente, porque esta sección siempre ha sido un poco psicópata, y un poco masoquista. MADE IN SERBIA fue filmada en 2005, desconozco si con la intención de acercarse a la grabación casera más burda y zafia, o les salió todo así por casualidad. El caso es que el tema es recurrente, ya que el director serbio se adentra en la exigua producción local de porno casero, con micros que aparecen, y que por mucho que se venda lo del documental, es como para mirarlo dos veces. Aparte del exotismo (incluyendo escenas reales de sexo), se trata de una película que, aun con todas sus carencias, contiene sus pequeños hallazgos. El protagonista es un tipo desencantado y obsesionado con una actriz porno, a la que le resulta imposible contactar para que protagonice su primera película, así que decide reclutar a gente del mundillo y formar su propia "guerrilla porno", que así se llama. Veremos a un albañil que es famoso en su pueblo por sus filmaciones, un matrimonio que complementa su miserable situación económica con el trabajo de actriz amateur de ella, o a un gitano bisexual al que su familia respeta un poco de reojo. Lo mejor son los chispazos de comedia amarga, como cuando el marido no logra culminar la escena que termina rematando un tipo del equipo. Aunque todo se viene abajo cuando los protagonistas se sinceran y confiesan la extrema necesidad, que les ha empujado a tener que ganar dinero de esta forma. No hay aquí cuerpos ni coreografías perfectas, sino el hálito, sucio y maloliente, de los restos de un país que ya no existe.
Podría haber sido mucho mejor, pero se queda en una bizarrada curiosa, sin más.
Saludos.

sábado, 22 de febrero de 2020

Tengo una muñeca... #3



En el terror "de baja intensidad", como el destinado a un público más joven, presumiblemente menos acostumbrado a las emociones fuertes, lo que prima es el susto fácil, el sobresalto, o el lugar común que casi se revisita con cierto alivio hogareño. ANNABELLE COMES HOME, último film realizado en torno a la muñeca diabólica, se promete algo que no es, y eso suele cabrearme bastante. No ha sido tanto porque la verdad es que me daba un poco igual, pero hay una jugarreta de fondo en la película que la deja en una ñoñería intrascendente, cuando lo que se anunciaba era el armageddon de esta supuesta serie de películas. Nada de eso, porque el arranque es bastante interesante, con el matrimonio Warren haciéndose cargo de Annabelle, y sufriendo las consecuencias de camino a su casa, donde la confinan en la famosa caja de cristal bajo la explícita advertencia "No abrir bajo ninguna circunstancia". Error. La película es en realidad un "Tom y Jerry" de toda la vida, justo cuando entran en escena los personajes que van a contar en adelante, que son la hija de los Warren, su niñera y una amiga, que pasarán una terrorífica noche por culpa de sus imbéciles imprudencias, mientras los padres se ausentan por cuestiones laborales. Imaginen: juegos de mesa, pastelitos rosa, aspirante a novio cantando una serenata y niñas corriendo por los pasillos mientras entonan su mejor OMG! Es lo peor que se puede trasladar desde una productora, venderte una cosa para terminar viedo otra. Por lo demás, igual de gris que las otras dos, así que alguien habrá que las haya disfrutado...
Saludos.

viernes, 21 de febrero de 2020

Tengo una muñeca... #2



Un par de años antes de embarcarse en la realización de SHAZAM!, David F. Sandberg se hizo cargo de continuar la franquicia de la muñeca diabólica, habida cuenta del ¿inesperado? éxito en taquilla del título inicial, del que no se esperaba que tuviese continuación. ANNABELLE: CREATION habla del momento exacto en el que un fabricante de muñecas crea una serie limitada de 100 en los años cuarenta, pero su pequeña hija muere atropellada y no vuelve a trabajar, por lo que sólo deja hecha la primera, donde, supuestamente habita el alma de la niña... o algo peor. El problema fundamental de esta franquicia es que, aparte de la dichosa muñeca, que es verdad que da escalofríos de sólo mirarla, es complicado iniciar un hilo argumental que, además de ser creíble, resulte cohesionado. El resultado, como su predecesora, es que parece un refrito de muchas cosas que no llegan a concretarse. El juguetero debe cuidar de su esposa, que no se levanta de la cama, y convierte su enorme casa en una especie de orfanato transitorio al que llega una monja con varias niñas, mientras esperan ser adoptadas. No es que haya nada especialmente desubicado, y todo queda dispuesto para una función de sustos y sobresaltos, pero todo se ha hecho antes y no aporta casi nada al género. Se ve, se olvida y se reza para que la Warner deje de dar la tabarra con la muñequita de marras... Pero...
Saludos.

jueves, 20 de febrero de 2020

Tengo una muñeca...



Sea por aburrimiento, dispersión o puro deleite, vamos con las tres películas (tres, de momento) que conforman la trilogía de esa inquietante muñeca que los Warren mantienen encerrada en una urna, donde la bendicen dos veces al mes. Personalmente tengo una relación agridulce con esa especie de universo creado por James Wan, con títulos que me apasionan y otros que me horrorizan. La mala experiencia con algunos de estos títulos me habían alejado de los mismos, pero como nunca es tarde, me dispongo a tragarme estas tres películas. Y, empezando por la primera, el resultado, sin ser del todo decepcionante, tampoco es que mejore dicha percepción. ANNABELLE es una película rutinaria, pero que aspira a ser algo más; el problema es que ese "algo más" proviene de lo ya visto en lo que Wan venía colocando en sus propios films, y la función se queda en algunos sustos standard, un par de efectos copiados directamente (véase INSIDIOUS) y una realización más que banal por un director muy poco dotado para la narrativa, y que, por ejemplo, filma constantemente calles vacías, como un miserable plató. No sé, no me parece una bazofia sólo porque tiene un buen arranque y algunos movimientos de cámara interesantes, pero poco más... Uf, quedan dos, a ver...
Saludos.

miércoles, 19 de febrero de 2020

Una superstición prefabricada



De nuevo volvió Paul Gégauff a prestar su pluma a Claude Chabrol, esta vez adaptando una novela de Frédéric Dard, muy Highsmith, acerca de un tipo que planea un crimen sin que él participe directamente en el mismo. LES MAGICIENS está ambientada en un Marruecos turístico, donde se conocen "casualmente" un matrimonio (ella, Stefania Sandrelli; él, que vuelve a su casa, Franco Nero), un tipo anodino pero asquerosamente rico (Jean Rochefort), que dice no dedicarse a nada, y un extraño ilusionista (el mítico Gert Fröbe), que intenta convencer a todo el mundo de que puede predecir el futuro. La gracia del film está en desentrañar cómo dichas relaciones se van imbricando y dando forma al posible crimen que el vidente lleva preconizando desde el principio. El marido le es infiel a su mujer con alguien que conoce desde hace tiempo, y el millonario parece interesado en la esposa, a la que va dejando pistas de dicha infidelidad, sin desvelarla directamente. Una película que podría haber sido mucho mejor, pero que Chabrol solventa con oficio y un par de actuaciones estupendas, aunque Nero y Sandrelli vayan a lo suyo. Al final, sí, como un sucedáneo de Highsmith, menos abrasivo y más ligerito.
Saludos.

martes, 18 de febrero de 2020

La hija del rojo



LA VIUDA DEL CAPITÁN ESTRADA es una película francamente engañosa, difícil de remontar, repleta de tics y lugares comunes, pero con un texto de fondo (la extraordinaria novela de Pedro García Montalvo) rico en texturas y ambigüedades, lo que consigue el raro mérito de haber sobrevivido hasta nuestros días intacta, aunque algo olvidada también. Cuerda se abstrae de su vena surrealista y firma un riguroso cruce de drama de época y cine, si no negro, al menos sí empapado de la fatalidad de éste. El centro gravitacional lo ocupa Luisa (Anna Galiena en plan femme fatale total), hija de un represaliado del bando republicano, pero que se casó con un Capitán Nacional, que una vez fallecido la ha dejado en buena posición. Sin embargo, Luisa es una mujer compleja, visita con frecuencia el arrabal donde nació, mientras es asediada por los militares que conocían a su esposo, especialmente por uno, Javier Zaldívar, que fue un amor de juventud y acaba de volver de África. Así, el film desarrolla por un lado la dualidad de Luisa, que disfruta de su posición, pero no se decide a rehacer su vida con otro hombre, básicamente porque es incapaz de despegarse de su pasado, consciente de la terrible situación que atravesaban los vencidos. E insisto, es comenzar esos diálogos doblados (como uñas sobre una pizarra) y tener que resistir la tentación de no seguir viéndola, y ni siquiera puede decirse que, al margen de su omnipresente protagonista, tenga unas interpretaciones remarcables (ese maldito doblaje...), pero Cuerda consigue encontrarle el tono, entre humilde y decadente, y elabora una película que no será de lo mejor suyo, pero que se puede ver con cierta agilidad, aunque el último tercio se dispare descaradamente hacia las consabidas escenas tórridas, tan afectas a nuestro cine...
Saludos.

lunes, 17 de febrero de 2020

La dignidad quemada



KARAMAY es el nombe de una populosa ciudad china, pero también danombre al siniestro y trágico incendio que en 1994 segó la vida de más de 300 niños, mientras participaban en uno de tantos eventos dedicados a ensalzar la "maravillosa" dictadura comunista. KARAMAY es el título del monumental documento (casi seis horas), exhaustivo documento, que no sólo glosaba la tragedia y sus terribles consecuencias, sino que ponía en solfa la repugnante actuación de las autoridades presentes en ese acto. Cuesta hasta decirlo, porque a servidor el tema de la infancia siempre le ha podido sobre cualquier otro, y además porque esto no es una ficción. Cuesta decir, por ejemplo, cómo dichas autoridades huyeron al momento, pasando incluso por encima de los pequeños que intentaban salir, sin conseguirlo. Por no hablar de la pésima pseudo-investigación que el gobierno usó, a modo de pantomima, con tal de ocultar lo anteriormente descrito. Y para finalizar, el nulo caso que este gobierno dedicó a tantas y tantas familias destrozadas, que un día no pudieron más y salieron a protestar (sí, a protestar en China), y se prestaron valientemente a participar en este durísimo y emotivo documental, sobre todo para desenmascarar a los cobardes, que es lo menos, aunque no les vaya a pasar nada...
Saludos.

domingo, 16 de febrero de 2020

Rincón del freak #393: Los recalcitrantes itinerantes



Podría haber salido una película muy interesante de ZIVOT I SMRT PORNO BANDE (VIDA Y MUERTE DE UNA BANDA PORNO), surgida al calor de aquel acontecimiento que supuso A SERBIAN FILM, y que venía a engrosar una especie de cine serbio que pretendía transitar por los recovecos más salvajes y prohibidos. La pena es que Mladen Djordjevic (con una interesante trayectoria en el documental montaraz) no sabe, o no quiere, definir qué estamos viendo exactamente. El protagonista es un tipo egocéntrico y obsesionado con ser director de cine, pero al no obtener financiación decide montar su propia compañía, con la particularidad de estar formada por actores y actrices porno, que viajan en una destartalada furgoneta, atravesando la Serbia profunda, donde ofrece una especie de cabaret explícito. La posibilidad de ganar dinero más fácilmente se le presenta al conocer a un ex militar torturador de la guerra de los Balcanes, que le introduce en el oscuro mundo del snuff, lo que termina por sumir al grupo en una espiral autodestructiva. La película no es ningún bodrio, y se le acepta la honestidad de no esconderse en las escenas más truculentas, pero hay una sensación de indeterminación que no le sienta bien; o cómo hacer un todo de un arranque cuasi cómico, muy Kusturica, mantenerlo como un raro slasher consentido, y rematarlo un poco a lo Haneke, con una poesía que, francamente, no tiene.
Curiosa, extravagante, y prescindible.
Saludos.

sábado, 15 de febrero de 2020

Brocha gorda o pincel fino



Uno de los retos más difíciles para un director que aspira a retorcer el género, consiste en encontrar el equilibrio sobre el desajuste. Dicho en otras palabras, no perder la línea ni la perspectiva de lo que se cuenta, al tiempo que la narración muestra puntos de fuga que la hagan imprevisible y estimulante. La premisa contenida en BLISS, último film de Joe Begos, mejora una barbaridad lo que este director, que siempre se ha movido en la serie B, ha venido mostrando en sus tres films anteriores. Vendría a ser un estroboscópico refrito de otros tantos títulos que el buen cinéfilo no tardará en descubrir, aunque esta referencia constante le resta empaque y entidad propia, quedando como un buen film de bajo presupuesto, pero que no va a ser citado de aquí en adelante. Dezzy (una intensa Dora Madison) es una joven pintora que pasa las horas muertas ante un lienzo empezado, pero al que se ve incapaz de continuar pintando. Acuciada por las deudas y un agente que se niega a seguir trabajando con ella, se hunde en una noche repleta de drogas, alcohol y sexo desenfrenado. Tras comprar una extraña droga, comienza a confundir sueño y realidad, pero a medida que crece su desconcierto, ve cómo el lienzo va tomando forma, aunque sus noches son algo más inquietantes de lo que parecen. Mezcla de psicopatía, vampirismo y la eterna leyenda del artista maldito, BLISS recuerda a esos títulos que van aflorando a medida que desarrolla su, por momentos, incontrolable argumento. Una película que podría ser mejor de lo que es, pero que al menos se toma lo suficientemente en serio a sí misma para no caer en la autoparodia.
Saludos.

viernes, 14 de febrero de 2020

En el último segundo



UNCUT GEMS es una película que respira su propio aire, aunque éste sea viciado y exasperante, lo que no quiere decir que no sea un magnífico ejemplo de cómo modular un montaje sobre un ritmo frenético, casi en caída libre. Howard Ratner (un Adam Sandler irreconocible y omnipresente) es un tipo caótico y desquiciado, pero que parece no poder o saber vivir de una forma equilibrada. Dueño de una joyería, es acosado constantemente por multitud de acreedores, a los que sortea enfrascándose en una espiral de apuestas y subastas; precisamente, una de ellas supuestamente le va a solucionar la vida, un rarísimo ópalo negro que ha sido encontrado en una remota mina de Etiopía. Ratner piensa subastar la piedra, pero el jugador de los Celtics Kevin Garnett (interpretándose a sí mismo) cree firmemente en el poder de la piedra, con la que va a intentar hacerse como sea. Una película que en cierto modo redime a Sandler, en un registro que le viene como anillo al dedo, desembocando en un destino que parece marcado con un signo trágico. Un sorprendente y muy disfrutable título que llega directamente del catálogo de Netflix, y cuyo contundente desenlace es de los más desoladores del cine reciente.
Muy buena si se es capaz de entrar en la compleja personalidad de su protagonista.
Saludos.

jueves, 13 de febrero de 2020

Un tipo recto



THE MULE es la antepenúltima película dirigida por Clint Eastwood, un dato que no tendría mayor relevancia de no ser porque Eastwood cuenta ya con casi 90 años (los cumplirá en Mayo). Y, lejos de acomodarse en su profesionalidad y oficio, resulta que Eastwood se basa en un caso real, el de un veterano de guerra que, tras ser desahuciado y perder su negocio de horticultor, es "captado", casi por casualidad, por un cártel mexicano, que se aprovecha de su condición para transportar droga sin ser detectado. El film es sorprendentemente ágil, y uno conecta enseguida con un omnipresente Eastwood, que ya ha anunciado que será la última vez que se dirija a sí mismo. Una película que se pasa en un suspiro, y que esconde una soterrada crítica hacia el sistema de valores de la América de Trump, desde la desprotección de los más desfavorecidos hasta la enorme complejidad para conciliar la vida laboral con la familiar, aunque la nueva ocupación del protagonista sea tan controvertida, claro...
Sorprendente, es la palabra.
Saludos.

miércoles, 12 de febrero de 2020

Tanto monta, monta tanto



FOLIES BOURGEOISES, de 1976, podría haber sido el personal acercamiento de Claude Chabrol a la screwball comedy, lo que quedaba aún más acentuado por la posibilidad, verbigracia de una potente coproducción, de contar con un destacado reparto internacional. Por allí anduvieron Bruce Dern, Ann-Margret, Sydne Rome, Maria Schell o el mismísimo Charles Aznavour, aunque de presencia más bien anecdótica. El resultado, sin embargo, bordea el desastre. Sin decidirse por un tono en concreto, Chabrol pasa de la comedia sofisticada al drama erótico-festivo, de la frivolidad de los cuernos consentidos a la intriga psicopática, pero no hay apenas un gramo de ese cineasta inquieto e inquietante, capaz de subvertir los géneros para encontrar la extrañeza y la zozobra moral. Y, pese a algunos momentos bien dirigidos (fundamentalmente los protagonizados por Dern y Stéphane Audran), el conjunto es más bien decepcionante, sin que uno se entere jamás de dónde está la gracia o si había alguna moraleja escondida.
Prescindible, sin más.
Saludos.

martes, 11 de febrero de 2020

Que se acaba el mundo...



Podríamos indicar, sin temor a equivocarnos, que TOTAL es el verdadero motor de arranque de toda la imaginería de José Luis Cuerda; un fantástico disparate fantástico, que parte de una hipálage tan gamberra y cebollera, que nos lleva hasta Londres en el año 2598, cuando en realidad lo que vemos es el vasto campo castellano, con ovejas y pastores y todo lo demás. Pero como hemos sido muy malos, el apocalipsis ha llegado y estamos al borde de la extinción. Los muros del pueblo se caen solos, las vacas quieren ir al colegio, los panaderos atracan a sus clientes a punta de pistola y las abuelitas se teletransportan sin avisar. Lo que Cuerda expone, en apenas 50 minutos (fue un mediometraje de encargo para TVE), es un oxigenante paseo por el esperpento valleinclanesco, la palmada palmatoria de Mihura o el recoveco ibérico-anglófilo de Gómez de la Serna. Una pequeña joya, que quizá muchos no conocían, pero que es una auténtica gozada y que, por ejemplo, junto a monstruos de nuestro cine como Agustín González o Manuel Alexandre, nos dio la oportunidad de ver al inmenso Luis Ciges haciéndose el cigo, porque era más cómodo que le ayudaran a sortear los charcos... Y no se me ocurre una metáfora más lúcida para expresar lo contradictorio del espíritu español...
Saludos.

lunes, 10 de febrero de 2020

El ojo te ve



Otro nombre a tener muy en cuenta de la última hornada de directores chinos es el de Xu Bing, autor de una película absolutamente fascinante, tanto en su forma (sobre todo en su forma) como en el trasfondo de lo que cuenta. QING TING ZHI YAN (LOS OJOS DE LA LIBÉLULA) está estructurada como un monstruoso mosaico a partir de innumerables imágenes captadas por cámaras de vigilancia, satélites o simples personas que "pasaban por allí". Ya es estimulante descubrir cómo diablos se hace para disponer de todas estas imágenes y lograr un todo medianamente cohesionado, pero aún más cuando vemos que la intención va más allá, al elaborar incluso una ficción que maride con dichas imágenes. Ahí quizá pierda algo de interés, y creo que el discurso podría haber sido más rotundo lindando con el documental, pero el director nos hace entrar en una vida que en realidad está siendo expuesta desde demasiada distancia para tomar relevancia. Como sea, es un film que se arriesga al indagar en nuevos modelos expositivos, y por ello es otro nombre a tener en cuenta sin ninguna duda.
Saludos.

domingo, 9 de febrero de 2020

Rincón del freak #392: Igual y peor



GALAXY OF HORRORS es una pequeña producción canadiense a la que he llegado de pura chiripa. Un típico compendio de episodios, como cortometrajes encadenados, con un cierto hilo en común, en este caso un cruce entre ciencia ficción y terror, y cuyo resultado final, sin llegar a ser completamene decepcionante, da la idea de un artefacto bastante ingenuo y aparentemente realizado por un puñado de jóvenes aspirantes a director de cine, que dirigir en serio es ya otra cosa. Ni siquiera voy a profundizar en cada uno de los ocho episodios, porque no merece la pena, tan sólo reseñar que la excusa es la de un hombre del que no sabemos dónde está, ya que sólo le vemos el rostro, pero que despierta de una especie de hibernación en una cámara de la que no puede salir a no ser que dé una contraseña que desconoce, mientras la voz robótica que le habla no cesa de ponerle en modo "entretenimiento", que es el preámbulo a cada corto. La sensación global es que hay mucho de algunos títulos clásicos de ambos géneros, pero más cutres, claro. Por allí se pueden vislumbrar tenues ecos de ALIEN, DESAFÍO TOTAL, CUBE, BLADE RUNNER, 1984, GRAVITY, SCANNERS y hasta 2001, en el segmento más interesante, aunque sólo sea por ver qué le depara el espacio exterior a la exótica modelo y actriz, Alias Hilsum.
Si no la ven no pasa nada de nada...
Saludos.

sábado, 8 de febrero de 2020

Nido de serpientes



Volveremos con el señor Douglas, nunca dejaremos que se vaya, pero de momento aparcamos aquí este minihomenaje a uno de los más grandes actores de todos los tiempos. Y lo hacemos con un título que siempre ha sido una debilidad personal mía, un western raro, porque todo lo contaba con una especie de sorna cómplice, aunque terminaba dando una inteligente lección de moralidad. THERE WAS A CROOKED MAN, de 1970, comenzaba como muchas otra películas de aquella recién iniciada década; unos coloridos dibujos se empapaban de una alegre y pegadiza melodía, entonada por el gran Trini López, mientras una voz en off nos habla de un tipo capaz de engañar a su propia madre para salirse con la suya, un escurridizo atracador que, tras traicionar a toda su banda, se apropia los 500.000$ que acaban de robar, dejando la mayor parte en un agujero lleno de serpientes. Sin embargo, una tonta casualidad hace que lo atrapen, y allí despliega su maquiavélica mente con el objetivo de embaucar al grupo de prisioneros con los que comparte celda, y de paso esquivar al astuto nuevo alcaide, que sólo se fía de él a medias. Escrita por el gran Robert Benton y dirigida por el maestro Mankiewicz, que se tomó el rodaje como una gran diversión entre amigos, la película se mueve sin dificultad entre la comedia y el drama carcelario, con un puñado de estupendas actuaciones, pero con un tándem de lujo, el formado por unos excepcionales Kirk Douglas y Henry Fonda, que le dan personalidad y relieve a unos personajes que en otras manos bordearían la parodia.
De obligada revisión.
Saludos.

viernes, 7 de febrero de 2020

Celebración del sufrimiento



ACE IN THE HOLE es una de esas películas que suelen pasar inadvertidas para casi todo el mundo, puede que por lo complicado que resulta conectar su duro e impactante mensaje con el de su director, Billy Wilder. Kirk Douglas interpreta a Chuck Tatum, un tipo sin escrúpulos, un pseudoperiodista de los que abundan hoy día, que da con sus huesos en una minúscula redacción pueblerina, tras ser despedido de multitud de periódicos por sus métodos al borde de la ley. La larga introducción, con el personaje principal presentándose ante sus nuevos compañeros, mientras los va analizando uno a uno, es magistral, encadenándola con el hastío acumulado tras un año que ha pasado sin que pase nada. De repente, un golpe de suerte le lleva hasta una montaña de carácter sagrado para los indios, donde un hombre se encuentra atrapado por un derrumbamiento, sin que se pueda hacer nada por él. La complejidad del film estriba en los distintos niveles de percepción: Tatum es un oportunista, pero es el único que se atreve a entrar en la angosta cueva; fuera hay quien lo idolatra y quien lo desprecia, pero cada vez que está junto al hombre atrapado, al que sólo puede ver por un agujero, es su único rayo e esperanza. Por un lado parece contribuir al imposible rescate, pero por otro sabe que su fama y su cuenta corriente aumentarán mientras el hombre siga atrapado. Un amargo y muy actual tratado sobre el dudoso poder de los medios, cuando éstos prescinden de la ética y sólo se preocupan del beneficio inmediato. Una excepcional película del maestro Wilder, en un registro inesperado, y uno de los trabajos más matizados de Douglas, siempre al borde del patetismo.
Saludos.

jueves, 6 de febrero de 2020

Morir con la espada en la mano



No recuerdo quién, pero muy acertadamente alguien no ha dudado en señalar que con Kirk Douglas se ha ido el último vestigio viviente del Hollywood dorado, el más clásico y reivindicado. Douglas encarnaba a ese tipo de una pieza, superviviente nato y nunca demasiado malo para aborrecerlo, ni tan bueno como para idolatrarlo. Con más de un centenar de títulos en su impresionante bagaje, Kirk Douglas era una estrella, uno de los más grandes e incontestables de todos los tiempos; con un físico privilegiado para las escenas de acción, pero con la contención suficiente cuando había que pararse e interpretar. Aquí vamos a iniciar hoy un pequeño homenaje con tres títulos que me parecen fundamentales (son tantos), como THE VIKINGS, un extraordinario film del gran Richard Fleischer, en el que vemos a un Douglas pletórico, obteniendo equivalente réplica de un Tony Curtis que pocas veces estuvo tan intenso como en este épico relato de aventuras a través de los fiordos. Una historia de amor y odio, el odio que se profesan dos hermanos que no saben que lo son, y el amor de ambos hacia una esquiva princesa que interpretaba gélidamente Janet Leigh. Maravillosas las interpretaciones, y maravillosa la fotografía de Jack Cardiff (otro maestro), o la brutal partitura ideada por Mario Nascimbene.
Si no la han visto, véanla.
Saludos.

miércoles, 5 de febrero de 2020

Desamarse



Puede que por decisión propia, o porque Gégauff empezaba a no soportar el ritmo e intensidad de trabajo de Chabrol, el propio director se puso a los mandos de LES INNOCENTS AUX MAINS SALES, y el resultado no pudo ser más satisfactorio. Alejado de burdos experimentalismos, el film explora el trágico devenir de un matrimonio burgués, sea por la amarga indiferencia de él (un intenso Rod Steiger) o por la insatisfacción de ella (etérea, bellísima Romy Schneider); todo cambia cuando ella conoce a un joven y atractivo aspirante a escritor, que ha alquilado la casa de invitados de su lujosa mansión. Ambos caen rendidos y planean el crimen perfecto: asesinar a su marido y quedarse con todo su dinero para marcharse juntos. Sin embargo, todo da un vuelco cuando ella va al banco y descubre que todo ha sido retirado el día anterior al fatal desenlace. Y aún más, la policía no sólo no ha encontrado el cuerpo del marido, sino su coche estrellado en un acantilado y con la documentación del escritor dentro. Basada en una genial novela de Richard Neely, INOCENTES CON MANOS SUCIAS es uno de los mejores ejemplos de cómo Chabrol hizo suyo a Hitchcock, lo asimiló a su retorcido imaginario de apariencias y traiciones, y conformó con ello uno de sus mejores trabajos. Y como esa esposa que recupera el amor perdido cuando tiene la certeza de que su marido la amaba aunque quisiera asesinarle, Chabrol empezó a comprender que a lo mejor tenía el germen de sus películas en su propia imaginación. Además, como extra, tiene a un genial Jean Rochefort en una breve pero antológica interpretación.
Magnífica película.
Saludos.

martes, 4 de febrero de 2020

Nuestros pequeños amores



Hoy no creo que vaya a decir nada sobre una película. No importa. Hoy lo que importa es darle un gran aplauso de despedida a uno de los grandes. Quizá no era el más brillante, y quizá los hubo más innovadores. A lo mejor no era muy original, y al final le salía una vena humanista (demasiado humanista) que le reconciliaba con sus iguales y contrarios. Tenía aspecto bonachón y decía de sí mismo que no sabía si era un gran director, pero sí que era uno de los mejores directores de Albacete. Genio y figura. Aquí había aparecido hasta en tres ocasiones, pocas, así que vamos a iniciar hoy un pequeñísimo, modesto homenaje a José Luis Cuerda, que parece que dejó hasta que pasaran los insoportables Goya para que no le derramaran lágrimas. Hasta para eso.
Su ópera prima s llamó PARES Y NONES, una comedieta sentimental a mitad de camino de Woody Allen y Fernando Trueba, y que aparte de las pintas y los 127 no ha pasado a la historia por nada en particular... Bueno, excepto por cierto monólogo de un tal Agustín González, que a lo mejor iba ya adelantando algo, no sé...
Hasta siempre, maestro. Aquí estaremos cada martes con usted...
Saludos.

lunes, 3 de febrero de 2020

Los explotados



Tres años después, Xin Yukun filmó un intenso cruce entre western, thriller y denuncia social (si es que estos géneros no estuvieron siempre unidos) que le une a gran parte del último cine coreano, o a luminarias de su país como Diao Yinan. BAO LIE WU SHENG (EL SILENCIO DE LA IRA) parte dela precaria situación de una región minera, de la que aflora la injusta permuta de los beneficios, al estar todo controlado por unos implacables caciques, que se enriquecen a marchas forzadas. Sin embargo, un suceso aparentemente nimio hace tambalearse este sistema plegado sobre sí mismo. El hijo de un granjero desaparece, después de que sea el único de su pueblo que se niega a firmar una concesión de terrenos; tras una cruenta pelea con un matón, pierde la capacidad de hablar, pero logra dejar ciego de un ojo a su agresor. Obligado a huir, tanto como la obligación de buscar a su hijo, va destapando todas las capas de corrupción, que le llevan hasta el temible gángster, que además de retener al niño también ha secuestrado a la hija del abogado que ha declarado contra él. Con este monumental embrollo, Xin Yukun filma con nervio y brío, pero con menos reflexión de la que merecería un trasfondo tan oscuro. Es un estupendo film cuando hay peleas imposibles y acompañamos al desolado protagonista, pero luego se le notan los agujeros de guion, tapados en su mayoría por un mar de miradas chungas y actos irresponsables. Todo ello con abundante carne de cordero, que ya les aviso que si no les gusta, como es mi caso, lo pueden pasar francamente mal...
Saludos.

domingo, 2 de febrero de 2020

Rincón del freak #391: Tu novia se ha tirado a un alien



No he visto la serie en la que está basada SNATCHERS, como tampoco el corto en el que estaba inspirada la misma, lo que no es imprescindible para meterse de lleno en esta vuelta a esa añeja mezcla de adolescentes hormonados y alienígenas de aviesas intenciones. A veces ingenua, otras intencionadamente irónica, le puede su naturaleza apresurada y lo poco original del argumento. En su favor juega el tomárselo todo a cachondeo y jugárselo todo a unos diálogos que podrían haber salido de un guionista recién despedido de una serie de Disney Channel con ganas de revancha. El argumento: Una chica tiene sexo con su novio, pero éste lleva en su interior a un bicho de otro planeta... o de México... El bichejo en cuestión no sólo es capaz de dominar la mente de sus presas, sino que desarrolla en ellas un apetito sexual infinito. Así, esta demencial mezcla de LOS LADRONES DE CUERPOS y PROYECTO X no pasará seguramente a la historia, pero es perfecta para echar unas risas y olvidarla sin más.
Saludos.

sábado, 1 de febrero de 2020

El tiro atómico



Con nada menos que un año de diferencia, se estrena THE PEANUT BUTTER FALCON, un film sorprendente que hemos visto muchas veces. Que cómo podrá ser eso, se preguntarán ustedes; pues porque nos habla de asuntos universales, pero desde un enfoque distinto. Es, ante todo, una película con cosas muy bien hechas, tanto que son capaces de tapar las deficiencias, que también son muchas. Podríamos simplificarlo todo y referirnos a una odisea vital entre dos seres aparentemente contrapuestos, pero que descubren que son mucho más afines de lo que creen. Zak es un joven con síndrome de Down que vive en una residencia de ancianos, que es el único lugar que el estado le proporciona, al carecer por completo de familia. Allí se aburre profundamente, y sueña con escaparse para demostrar al mundo que puede emular las hazañas de su luchador favorito, al que ve en bucle lanzar tipos por encima de su cabeza en un gastado VHS. Tyler, por su parte, arrastra un oscuro pasado que le ha obligado a refugiarse en un rincón fuera de la sociedad, donde intenta subsistir pescando, pero no levanta cabeza por las amenazas de u tipo que quiere extorsionarlo. Zak escapa, encuentra a Tyler, y ambos se convierten en inseparables, por improbable que esto parezca.
Es un buen debut, con algunos problemas de estructura, pero con unas actuaciones impecables (Shia LaBeouf, John Hawkes, y muy especialmente un conmovedor Zack Gottsagen) y una fe inquebrantable en los preceptos de Mark Twain. Sin llegar a la hondura, por ejemplo, de MUD, oscila entre el pellizco al corazón y una comicidad algo estrambótica, pero que funciona precisamente porque tampoco se las da de nada, así que se disfruta con una sonrisa cómplice, aunque el desenlace, que parece que va a dar un paso más allá, finalmente no se atreve y prefiere no emborronar el pastel.
Interesante.
Saludos.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!