Mostrando entradas con la etiqueta John Erick Dowdle. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta John Erick Dowdle. Mostrar todas las entradas

domingo, 21 de julio de 2024

Rincón del freak #608: Honores causales


 

Recientemente, y en compañía de una cinéfila en ciernes, he vuelto a repasar el estupendo universo creado por Paco Plaza y Jaume Balagueró, disfrutando de su frescura, falta de prejuicios y, sobre todo, originalidad. También para darme cuenta de que me había perdido el instantáneo remake que se produjo en Yanquilandia sólo un año después. Es entonces cuando aparecen los prejuicios, y con razón, puesto que QUARANTINE parece hecha con papel de calco. "Parece", cuidado, porque el director de la magnífica THE POUGHKEEPSIE TAPES, John Erick Dowdle, factura una película sorprendentemente solvente, respetando todas las claves que hicieron de [·REC] un clásico contemporáneo, y permitiéndose algún que otro empujón de fabricación propia, que evita la sensación de estar ante una burda copia. Así las cosas, ha sido inaudito que QUARANTINE no me molestara en absoluto, y que más bien la estuviese viendo con una sonrisa cómplice ¿Lo único que se le puede achacar? Evidentemente, que denota la vergonzante escasez de talento en un cine estadounidense abocado a su condición de factoría industrial de hamburguesas visuales, unas más sabrosas que otras...
Saludos.

domingo, 7 de junio de 2020

Rincón del freak #409: Un derrumbe múltiple



He seguido la trayectoria de John Erick Dowdle desde su más que interesante debut, hace ya algunos años, comprobando que se trata de un director que sabe lo que hace, y hasta es capaz de aportar toques novedosos a propuestas que a priori lucen bastante trilladas. Curiosamente, AS ABOVE, SO BELOW, de 2014, parecía que podría ser la oportunidad para que Dowdle, junto a su hermano Drew, guionista de sus films, obtuviese cierto reconocimiento a mayor nivel mediático. Durante gran parte del metraje así parece ser, pero este enésimo acercamiento al found footage terrorífico adolece de lo que, en un curioso anecdotario metarreferencial, constituye su espina dorsal. El argumento gira sobre una intrépida arqueóloga, que no parece conocer límites a la hora de llegar hasta donde nadie se atreve, poniendo incluso su vida en peligro. El punto fuerte estriba en la localización, los interminables y tenebrosos pasadizos de las catacumbas de París, cuya fascinación proviene de la certeza de que apenas se ha explorado una mínima parte, lo que ha derivado en todo tipo de elucubraciones y leyendas acerca de lo que podríamos encontrar ahí abajo. Muy interesante, sí, pero desaprovechado. Al igual que sus personajes, el film no sabe dónde ir, perdiéndose en sus propias trampas de guion, volviendo absurdamente sobre sus pasos y con el constante peligro de que todo colapse sobre sus cabezas. Es necesario verla para comprobarlo, e incluso puede que tenga sus adeptos, porque no se trata de un completo desastre, tan sólo de un film incapaz de cumplir sus expectativas.
Saludos.

viernes, 8 de enero de 2016

Asilo político-cinéfilo



John Erick Dowdle es un director que empezó inmejorablemente, coqueteó con el telefilm revisado por Shyamalan y actualmente corre el riesgo de quedar como un simple técnico (brillante, eso sí) a la búsqueda de una historia que haga justicia a sus elaborados planos. Esto está meridianamente claro a lo largo de la totalidad del metraje de NO ESCAPE, su último y desbordado (más que desbordante) trabajo tras la incomprensible AS ABOVE, SO BELOW. Casi todo es trillado y previsible en este batiburrillo, que a veces parece una oda a la familia luchadora y unida, pero otras no me hubiese sobrado un Chuck Norris dando patadas. Todo, desde la sobadísima introducción de personajes en el avión hasta el bizarro desenlace (no lo desvelo, pero tiene que ver con un país que se hizo tristemente famoso en los sesenta), pasando por esas ya inaguantables escenas en las que todo está perdido... hasta que llega el salvador de no se sabe dónde. Y aquí ocurre en varias ocasiones... Sí, y además Owen Wilson no pega como ingeniero, ni tampoco como justiciero improvisado. Lake Bell está un poco más entonada, pero su personaje no tiene peso más allá de los clichés de última hornada. Aunque peor parado sale Pierce Brosnan, claro... Y sin embargo, no se pierdan la escena en la que se prepara la revuelta de los insurgentes contra la policía, porque pone los pelos de punta. Es así. A Ridley Scott le ha pasado durante toda su vida, y ahí está...
¿Que si es entretenida? Un montón, y eso es lo malo, porque el trasfondo sociopolítico hubiese dado para mucho más.
Saludos.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Para no entenderlo



El principio (porque es un poco lioso). El principio es que un joven aspirante a director de cine despunta con varios trabajos amateur y es "captado" nada menos que por MGM para desarrollar un proyecto de corte... digamos "discretamente experimental", con el fin de recuperar un poco de prestigio y a la vez cultivar un posible futuro Fincher o Shyamalan. El chico escribe un guion espectacular y la multinacional pone en sus manos una respetable suma para que lleve adelante el asunto. Mejor de lo esperado, THE POUGHKEEPSIE TAPES es una curiosa cinta de terror al estilo SAW, pero con menos sangre y más inventiva. Sin embargo, MGM decide no distribuir la película y revierte a los hermanos Dowdle hacia un extraño film de terror español con más de una similitud con esta opera prima; su misión: adaptarla para el público yanqui. Me refiero, por supuesto, a REC y su fallida "americanización" QUARANTINE. Mientras tanto, el film reseñado hoy sigue en el ostracismo y los Dowdle son reclutados para iniciar la "serie" de films de terror ideada por la productora de M. Night Shyamalan; los resultados, ya saben, tampoco fueron gran cosa. Para el año que viene, John Erick Dowdle estrenará un guion íntegramente escrito por su hermano Drew y que tiene todos los visos de ser (por su reparto, al menos) su film más ambicioso. Y sin embargo, THE POUGHKEEPSIE TAPES sigue siendo su film más potente y original. Concebido como un falso found footage encontrado por la policía de New York en el sótano de una casa,  si somos capaces de dejar de lado sus comprensibles licencias de principiante, esta desapacible película lo es sobre todo por la conciencia de que todo lo que vemos "ya ha pasado", y que el asesino múltiple (que además hace años que dejó de matar) difícilmente será detenido, si es que no ha muerto. Intercalando filmaciones en video casero, "entrevistas" con diversas personalidades (policías, forenses, vecinos...) y el extraño diario filmado del asesino, TPT, sin inventar nada, demuestra una vez más cómo un poco de inventiva puede suplir la falta de medios con creces; algo realmente sintomático en la corta pero muy accidentada carrera de este dúo de hermanos, demasiado tibios para un posible estatus "de culto", pero con algunos destellos que les colocan entre las grandes esperanzas del cine yanqui para los próximos años. Y pensar que esto no ha llegado a distribuirse aquí...
Saludos desde la sala de montaje.

jueves, 27 de octubre de 2011

Guiones de fondo de cajón



Cinco personas se quedan atrapadas en el ascensor de un gigantesco edificio de oficinas. Empiezan a pasar cosas raras; cada vez que se va la luz a alguien le pasa algo, así que todos desconfían de todos. En un momento dado alguien muere inexplicablemente, por lo que los otros cuatro quedan en una situación cuanto menos incómoda... Ingenioso ¿verdad? DEVIL es el "primer capítulo" de una serie de películas producidas por M. Night Shyamalan, las cuales supongo que irá poniendo en manos ajenas, algo que llama la atención si tenemos en cuenta que este "piloto" ha sido escrito por él mismo, y más aún si recordamos los dos grandes fiascos bajo su dirección... ¿desconfianza? ¿desidia? Lo cierto es que, pese a estar concebida para la gran pantalla, DEVIL habría funcionado mejor en televisión, y puede que esta subjetiva serie también. Y por varios motivos, como los trillados golpes de efecto que aun así son efectivos mientras aún nos estamos ubicando en la historia, pero que se desinflan justo cuando pillamos el truco (más viejo que el hilo negro) y esos 80 minutos, que en principio debían ser una ventaja en tanto que concisión, se tornan fatigosos, como esa atracción de feria en la que sabemos que los monstruos son de cartón piedra y los miramos con indiferencia desde el vagón entre algodón de azúcar y gofres chocolateados... Total, que no esperen el colmo de la originalidad si son exigentes, pero si sólo pretenden pasar una tarde de lluvia acurrucados, puede que sea su película. Ustedes mismos...
Saludos desde el semisótano.
... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!