
Y, aun así, no me mosquea haberla visto.
¿Por qué? Bueno, digamos que mantengo mi teoría de que el único milagro que pueda (hipotéticamente hablando) salvar el desastre del cine español provendrá, si acaso, de los manoseados usos y costumbres del "género". Y es que, ya que carecemos de una identidad propia y reconocible, al menos copiemos con gusto; y como no se puede copiar a Bergman o a Kubrick conformémonos con reinventar DELIVERANCE o DUEL en plan MARCIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAL... Ruíz Escribano, pa servirles.
Total, que la película tiene su gracia porque te hace querer saber más aunque algo dentro de ti te avisa de que no va a terminar bien, así que algo de humor no vendría mal, pero no hay; y otro algo de incorrección moral, pero tampoco hay.
En fin, que te quedas con las ganas de decir bien alto: ¡Una buena película de género hecha en España! Pero sólo puedes mascullar: ... hmmmmm... a ver si veo de una puta vez WATCHMEN y acabo de cortarme las venas... (sorbito de Bloody Mary, vistazo al ventanal).
Saludos montañosos.