Diversas dudas me asaltan. El difícil equilibrio entre progresismo y clasicismo; experimentación y narración. Cualquier cosa, si no está bien hecha, puede derivar en fracaso, en buenas intenciones que no llevan a ninguna parte.
El caso de Michael Winterbottom es paradigmático entre los cineastas de su generación (los que rondan los cuarentaytantos), aunque es posible que se trate del verdadero niño mimado de la industria. O eso o es que tiene mucho morro y se gana a los productores como si nada.
¿Es Winterbottom un cineasta serio? Ya sé que habrá quien defienda el lado lúdico de las cosas, hasta yo lo hago a menudo, pero una cosa es ser Woody Allen en TAKE THE MONEY AND RUN y otra serlo en MATCH POINT; o el Billy Wilder de SOME LIKE IT HOT y el de SUNSET BOULEVARD. Simples declaraciones de intenciones.
¿Qué significa entonces un film-denuncia tan acusado como WELCOME TO SARAJEVO en la misma filmografía del autor del fake más rastrero que he podido ver en los últimos tiempos? Esa cosa llamada THE ROAD TO GUANTANAMO. O su britanicismo graduado en Oxford de WONDERLAND junto al naturalismo sucio de THE CLAIM. O el enésimo artefacto de ese desecho de actriz que es Angelina Voight precedido por un complejo tratado metacinematográfico como es la imposible (así quedó) adaptación de Laurence Sterne.
Sea como fuere, el bueno de M.W. decide rizar el rizo y medio plagiarse a sí mismo cogiendo lo mejor de su mejor película, los conciertos grabados desde el punto de vista del público de 24 HOUR PARTY PEOPLE, y salpicarlo de unas cuantas escenas de sexo explícito.
Y se acabó. Eso es lo que da de sí una cosa tan blandita como 9 SONGS.
Nada de argumento, nada de actuación, nada de dobles intenciones...; vamos, nada de nada.
Supongo que les alegrará la tarde a unos cuantos pajilleros descerebrados, pero la cosa es peor incluso que lo de Julio Medem (su equivalente patrio), que por lo menos filma el sexo con cierta belleza, no como un juicio de bestias.
En fin, no logro explicarme de qué manera un friki tan arrogante y pedanterillo ha podido infiltrarse en la industria de una forma tan clara (sólo hay que ver su status de estrella en los festivales) con un cine de corte más bien experimental. Aunque antes de que me tachéis de envidioso, me gustaría recomendar las obras completas del maestro Rocco Siffredi, que por lo menos nunca ha ido de intelectual y no ha engañado a nadie.
Tórridos saludos.
3 comentarios:
Jajaja buen análisis, lo cierto es que a mí me suele gustar Winterbottom. Mira después de tragarme tanta basura con el cine actual, al menos el británico me sorprende de vez en cuando. Es cierto que es tremendamente irregular, me encantó en Wonderland, me falló en A mighty heart. 9 songs es una cosa que no sé que decir... porno blando con historia, sin historia, con contexto... no es la peli de mi vida pero no me disgustó (y no soy un adolescente pajillero). Te recomiendo Jude (1996). Me sorprendió mucho. Un saludo.
Afortunadamente no todos tenemos la misma opinión, sería como una fábrica de Volvo (qué horror). No he podido ver JUDE, pero he leído algo en Cahiers y parece que promete. De todas maneras, no suelo meterme con los directores sino con sus películas. Esta excepción viene motivada por cierta irritabilidad a los círculos perfectos, aunque sólo lo sean en apariencia.
Juro que no me he copiado, y sigo pensando que ni pa pajilleros vale. Un saludo nuevamente.
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