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domingo, 3 de octubre de 2021

Rincón del freak #475: Los palmeros de Zarzaquemada vs. la alianza de pijoprogres despreocupados


 

Más vidas que un gato.
Sion Sono, maldita sea. Nicolas Cage, maldita sea.
Garamendi tarifa por la dignidad de los suyos, pero personalmente jamás se verá afectado.
En esta película pasa más o menos lo mismo.
Lo único chungo es que a Cage le explota un huevo.
Pero tiene otro que le suda. Se la suda.
A los japoneses no les cae bien vestirse de cowboys. Manos a la obra.
Si no tienes ideas, al menos pon muchas luces. Hasta que sea el "Duelo en la feria de Abril".
Si no tienes guion, pon lo que sea. Sofia Boutella muy seria, por ejemplo.
Sion Sono ha inventado un nuevo género, la "película twitter". Mandan las líneas...
... o las rayas...
PRISONERS OF THE GHOSTLAND. O cómo empezar una película a lo loco, a lo mejor porque has visto MANDY, y cuando la acabas no se puede distinguir de un episodio de Doraemon.
Sion Sono, ese hombre...
Pero si él tiene financiación ¿quién va a negarse a pagarle las facturas a Cage?...
Terrible es poco. Y como dice un gusano encantador, "mejor pásense a Twitter"...
Saludos.

domingo, 6 de mayo de 2018

Rincón del freak #311: Las sensaciones saturadas



¿Qué es el porno, sino una hiperbólica sucesión de postales? Imágenes que nos interpelan desde un lugar que no habitaremos jamás, que sólo pueden existir en la otra parte de nuestra imaginación, la que no mostramos en público, aunque quizá por ello lata con más fuerza. El porno también es exhibición, impudicia, atropello ¿Se puede entonces filmar el reverso del porno? Sion Sono lo ha intentado; quién mejor para ensayar una aventura tan desquiciada que uno de los directores más excesivos y libérrimos del panorama actual. ANTIPORNO tiene un mensaje implícito en sus imágenes, que no es otro que ir a la contra, significar exactamente lo contrario de lo que debería. Así, lo que en un principio era un mero encargo de la productora Nikkatsu para reverdecer viejos laureles del oxidado género conocido como roman-porn, se extralimita hasta un grado de perversión bastante mayor que el ofrecido por dicho "porno suave", ya que utiliza la degradada mente de una joven, participante en un casting, para arremeter sin compasión contra el indisimulado machismo que soportan las mujeres en Japón. Así contado, parece una propuesta absolutamente recomendable, pero Sono es incapaz de cualquier sutilidad, y su película es una estridente sinfonía de gritos, colores saturados y escupitajos en forma de exabruptos degradantes. Todo para exponer el sumiso papel femenino ante ojos masculinos y subvertir lo que habitualmente ofrece la pornografía. El resultado es el esperado, una idea muy interesante que se agota muy pronto; y eso que esta vez Sono, con kilométricos metrajes en su haber, se queda apenas en hora y cuarto. Supongo que los muy frikis la disfrutarán, porque yo no tanto.
Saludos.

domingo, 20 de diciembre de 2015

Rincón del freak #217: Enfermizas fijaciones y trajes de marineritas



La primera vez tiene su gracia. La segunda ya hastía un poco. Pero si vuelves a ver una película en la que hay un montón de jovencitas niponas, ataviadas con ese horroroso uniforme escolar, y a las que el sádico director de turno, saciando los intereses de su sádico público masculino, procede a decapitar a lo bestia, adornando el encuadre con profusos chorros carmesí... Hombre, pues entonces empieza uno a pensar ya que en Japón, según a qué pirado nos refiramos, a lo mejor lo de las cuatro o cinco películas por año no es por una actividad frenética y estajanovista de unos "creadores" que no pueden parar de producir ideas, sino que hay tres o cuatro cosillas que se van pasando unos a otros... ¿Lo han pensado también?... Sí, eso es: como en el porno. Porque el exceso sin medida deriva peligrosamente hacia la pornografía involuntaria, y si no hace mucho fui sorprendentemente condescendiente con otro trabajo reciente del prolífico Sion Sono, lo que ofrece en RIARU ONIGOKKO (estrenada en Europa con un germánico TAG) es un adiposo montante de soez indiferencia hacia la coherencia. No hay monstruos ni zombis ni nada, no hace falta más que el viento levantando hojas, que es más barato, así el dinero se emplea en lo que de verdad importa: un montón de maniquíes decapitados, sangre acrílica a borbotones y la protagonista enseñando las braguitas mientras corre despavorida de sueño en sueño.
He leído alguna reseña en la que rendidos fans de este inmundo género apuntaba, tras el desopilante visionado en Sitges, que se trata de un sesudo tratado... (atención, planeta Tierra)... ¡Feminista!... Yo es que tengo que estar muy viejo, de verdad...
Saludos.

miércoles, 14 de octubre de 2015

El cine ansioso



En un principio no soy el más indicado para hablar de una película de Sion Sono, un director del que sólo había visto la excesiva y, para mi limitado entendimiento, ininteligible LOVE EXPOSURE. El japonés, que se propone estrenar a lo largo de este año nada menos que cinco películas, recoge la estela de otro paisano suyo, Takashi Miike, y, sin salirse de los (des)convencionalismos del cine nipón de última hornada, diría que su gran aspiración es encontrar un discurso propio y reconocible que lo desmarque del de otros. No es que Sono sea nuevo en esta plaza (lleva rodando casi tres décadas), pero su deriva es inversa a la de la mayoría de cineastas, ya que sus formas parecen radicalizarse en vez de integrarse en una narrativa clásica. El caso es que he visto JIGOKU DE NAZE WARUI? (estrenada como WHY DON´T YOU PLAY IN HELL?), de hace un par de años, y al menos no he acabado echando sapos y culebras, sino que me he encontrado con una declaración de amor al cine, a la idea misma de rodar, muy bestia, eso sí, pero con algunos momentos en los que Sono aparece como un niño enamorado, demasiado extasiado como para detenerse en florituras y reflexiones vacuas. Rodar a toda prisa, salvajemente, antes de poder decir "¡Corten!" y recoger para siempre. A través de un alter ego esquizoide, un (aspirante a) director de cine amateur, que empieza grabando a los pandilleros y termina con la suicida idea de registrar un enfrentamiento entre yakuzas, se despliega un relato multiforme, colorista y que avanza con una determinación que a veces falta en el cine europeo; una falta de complejos que le hace mezclar impúdicamente a la alfombra roja de Cannes, Bruce Lee (o KILL BILL... qué más dará), los traumas infantiles o los desparrames gangsteriles más excesivos de Scorsese. El resultado es (no puede ser de otra forma), una orgía de sensaciones yuxtapuestas, a veces estomagantes, que de repente sintetizan en momentos de extraña hermosura, como la forma en la que una antigua estrella de televisión infantil (que anunciaba dentífricos???) es capaz de someter cualquier voluntad masculina que se le antoje con una melodía que, de ñoña y repetitiva, acaba siendo la verdadera banda sonora de un film, ya digo, más entretenido de lo que me hubiese imaginado.
Anti-japos, empero, abstenerse...
Saludos.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Como una herida abierta



El comienzo de LOVE EXPOSURE es prometedor, lo reconozco. Sion Sono despoja de artificios la imagen y muestra a un insólito sacerdote cristiano japonés hablando con su hijo. Sobrevuela Bergman, Eustache... el cine de la palabra, que no necesita explotar cohetes para deslumbrar. Me cercioro, sin embargo: 237 minutos... ¡237 minutos!... El problema no es la duración, no me cansa un metraje determinado, sino cómo se va a mantener el nivel, de qué forma LOVE EXPOSURE va a ser capaz de responder a lo que tantísima gente ha dicho sobre ella. Pasan los minutos. Nada. Lo que estoy viendo ya lo he visto muchas veces; ya no hay palabra, sólo imagen; y la imagen queda suspendida un segundo y medio, justo para provocar que el espectador retenga esa imagen y la abduzca en función de su propio disco duro. De nuevo el manga, y a quien le apasione pues está claro que lo pasará muy bien con esta barrabasada, pero a mí me produce un sopor muy profundo ver a un alfeñique con flequillo gesticulando mientras le hace fotos por debajo de las faldas a ingenuas marineritas. Igual de cansino es que otra marinerita coja una katana y saje safenas y yugularescomo pidiendo perdón... Y detrás de todo ello, no sé si por venganza personal o qué, cruces y motivos cristianos, solo que sacados por completo de contexto ¿A qué se refiere? En realidad ¿de qué diablos va LOVE EXPOSURE? ¿No podía haber hecho una miniserie y vendérsela a la HBO? Ustedes hagan lo que quieran, pero son cuatro horas de chavalería desbocada por el camino de sus hormonas, como Verano Azul pero con katanas... Que dios les coja confesaos...
Saludos expositores.
... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!