No acostumbro a incluir fragmentos de las películas que comento, pero debo hacer una excepción con Béla Tarr; sobre todo para mostrar lo que para mí es obvio pero no es común. LA CONDENA no es lo que imbéciles como Baz Luhrmann entienden por "ilustrar la música", pues ni la una ni la otra cumplen su cometido. No hablamos aquí de videoclip de lujo, sólo déjense llevar por un maestro de la imagen...
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