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sábado, 28 de agosto de 2021

Más fuerte que el odio


 

WEST OF ZANZIBAR es eso, una película que intenta reflejar un odio tan intenso que sólo pueda ser sofocado mediante una prolongada y retorcida venganza. Tod Browning filmó esta malsana historia en 1928, contando con Lon Chaney en el papel principal, un anti-protagonista tremendamente complejo, y que pasa, en poco más de una hora, por todos los estados vitales posibles. Todo comienza en el espectáculo del mago Phroso, que en un día fatídico pierde a su esposa, engañada por un supuesto amante, que además, en un forcejeo con éste, caerá por las escaleras, quedando parapléjico. Después de un tiempo, la mujer regresa gravemente enferma, y con una niña que Phroso repudia de inmediato, aunque le permite encontrar la pista del hombre que se llevó a su mujer, convertido en traficante de marfil en Zanzíbar. El film da un giro tan impactante como la transformación de Chaney, a partir de entonces "Piernas Muertas", que obtiene la ayuda de una tribu gracias a sus trucos de magia. 
Película sin muchas florituras, recrea ese odio visceral a través de la flamígera mirada de su protagonista, cegado por la venganza, e incapaz de ver la verdad hasta que es demasiado tarde, y la última revelación le golpea aún más fuerte. 
Completaban el reparto Lionel Barrymore, Warner Baxter y la malograda Mary Nolan, una actriz de vida tan tortuosa como su propio personaje. Aventuras, caníbales, máscaras tribales y todos los ingredientes para un film tan exótico como reivindicable.
Saludos.

domingo, 26 de octubre de 2008

¿Circo?

¿Y qué es el circo? El circo como concepto, no como espectáculo. El circo contiene al espectáculo y no al revés. El circo es todo aquello que nos está vedado en la vida cotidiana, la vida normal, y se nos ofrece en un mágico y misterioso envoltorio. El circo nunca ha muerto, no puede morir mientras seamos curiosos y la exhibición de atrocidades pueda ser mercancía.
FREAKS era una película, es cierto; no era circo. La esencia de FREAKS, más allá del puro espectáculo exótico y manipulador, es el verdadero significado de la palabra circo. Todd Browning no sólo pone en pie una obra maestra del suspense gótico en apenas una hora, sino que destruye todas las bases (ya en aquellos tiempos) de ese monstruo, repito, monstruo que se alimenta de las debilidades y vanidades del ser humano y que tan actual nos resulta hoy día, desafortunadamente. Efectivamente, los monstruos no son quienes creemos que son, sino esos otros explotadores de quien se siente rechazado en una vorágine imparable de sinsentidos, sólo por una serie de cánones que siempre defienden los mismos. Por eso nos resulta tan esperanzadoramente valiente setenta y cinco años después; por eso el espectador inteligente capta desde el principio el tremendo mensaje que Browning deseaba dejar flotar por ese ambiente de desheredados y lunáticos: que rechazamos al diferente sin saber muy bien qué es ser diferente, ni siquiera si eso es posible dentro de una misma raza.
Sabemos muy pocas cosas de otra persona y cometemos un error si nos dejamos llevar por su aspecto exterior, tanto para lo bueno como para lo malo. Esto, en FREAKS, es lo que la hace grande y eterna, de rabiosa actualidad, y no el ver a seres humanos que no tuvieron la culpa de nacer... diferentes.
Por la diferencia... saludos.
... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!