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lunes, 16 de junio de 2025

Arriba, pueblos del universo #2


 

Con la decisión tomada hace tiempo de no volver a comentar una serie, si ya lo había hecho, por ejemplo, con la primera temporada, redoblo el entusiasmo que me produjo haber visto esa T1 de ANDOR, porque la segunda es aún mejor. Y es mejor porque es más compleja, más osada, con un guion que no elude temas espinosos, y con un protagonismo mucho más coral, lo que expande las posibilidades de una T3, que ojalá se dé. De nuevo me maravilla esa cotidianidad, reflejada en el día a día de los personajes, indistintamente de si se trata de héroes o villanos, pues todo el mundo tiene aquí sus propias motivaciones para hacer lo que hace. El Imperio está convencido de la necesidad de acabar con el caos de los insurrectos, establecer "su" orden a cualquier costo; los rebeldes, en cambio, se organizan en la clandestinidad, en una guerra de guerrillas que les obliga siempre a ir un paso por delante. La gran novedad en esta T2 es ese elefante en la habitación, un elemento tan potente que es capaz de desestabilizar toda la narración, guiando la atención (no desviándola) hacia un tercio final imponente, en el que queda explicado toda la amalgama de tramas, subtramas y otros laberintos argumentales. No voy a desvelarlo por no fastidiar a los rezagados, pero sí les digo que es el elemento definitivo que conecta a ANDOR con la saga canónica de STAR WARS. Ello, unido a la emocionante decisión de poner el broche final con la fanfarria de John Williams a toda mecha, qué quieren que les diga... ¡Oro puro!
No se la pierdan por nada en el mundo.
Saludos.

martes, 3 de noviembre de 2015

Los detectives salvajes II



Sí, hoy vamos a hablar de la segunda temporada de TRUE DETECTIVE. Varias conclusiones, la primera es que si le hubiesen puesto otro nombre (aparte de cambiarle necesariamente la cabecera) a la gente le hubiese gustado más, porque esta temporada no tiene nada que ver con la primera. Es otra cosa, más cine negro clásico, con unos malos bien reconocibles, con una trama principal muy terrenal y un montón de subtramas que, en vez de allanar el camino, lo que hacen es desviar la atención para desmoralizar a un espectador no entrenado ni con capacidad de concentración. De hecho, creo que en el primer o segundo episodio hay un momento (que no desvelaré) en el que uno dice "ya está, he aquí el comienzo de la conexión sobrenatural y misteriosa con la primera temporada"... Y no. A mí me quedó claro que esta era una historia sobre la corrupción y la miseria moral, de la imposibilidad de combatirla con métodos legales y transparentes, porque todo el mundo (¡ojo, todo el mundo!) está metido en algún asunto turbio. Es significativo el papel de Vince Vaughn, pues la investigación sólo consigue esclarecerse y avanzar gracias a él, un mafioso que se ve obligado a sacudir los cimientos de Vinci, ciudad del pecado, para evitar su propia e inminente ruina. Una cosa positiva y otra negativa: la compleja ambigüedad con la que Nic Pizzolatto manosea a sus personajes y los deja dolorosamente desamparados, a merced de un destino que se va tornando cada vez más cruel. Pero, por otra parte, las ocho horas se hacen largas por inconcreción, el último episodio, sin ser malo, intenta recuperar a toda prisa una miríada de cabos sueltos que, francamente, yo ya daba por perdidos; y son estos pequeños e involuntarios mcGuffins los que le bajan la nota a una temporada que, sin ser memorable, es un excepcional ejemplo de cine negro de la vieja escuela, y eso por aquí siempre lo hemos valorado mucho.
... ¿Los actores?... Bueno, he conseguido reconciliarme en parte con Colin Farrell, Vaughn es toda una sorpresa, Rachel McAdams compone un personaje femenino atípico y Taylor Kitsch... No, en serio, si hubiesen prescindido de su personaje nadie lo habría echado en falta...
¿Habrá tercera temporada?...
Saludos.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!