Mostrando entradas con la etiqueta Henry Selick. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Henry Selick. Mostrar todas las entradas

sábado, 25 de diciembre de 2010

El reverso del cuento de hadas



Todo el mundo cree que THE NIGHTMARE BEFORE CHRISTMAS es una película de Tim Burton; no, es de Henry Selick, el mismo que nos dejó boquiabiertos hace bien poco con CORALINE. Burton tuvo la idea original, escribió la historia, pero me parece de justicia atribuirle gran parte del mérito de esta maravillosa película a Selick y su equipo. THE NIGHTMARE... presenta, ante todo, a un inquietante e inolvidable personaje, Jack Skellington, con los suficientes magnetismo y entidad como para sujetar por sí solo una narración que sólo comprendemos en toda su magnitud una vez nos hemos rendido a ella. Sí, porque THE NIGHTMARE... parece un cuento de Navidad para frikis, con sus gotitas de humor macabro, sus personajes indicándonos las directrices usuales de este tipo de historias; pero nada más lejos. Lo que Burton/Selick nos proponen es una subversión nada acomodaticia del mito de Santa Claus, qué diablos significa realmente en la sociedad actual (las elucubraciones de Skellington en el comienzo asustan por su cruda elocuencia) y qué pasaría si le diésemos la vuelta a algo que se ha apoltronado en nuestras vidas desde hace ya demasiado tiempo. Por supuesto, en el apartado técnico la película es una auténtica virguería, y los números musicales tienen más brio y empaque que, por ejemplo, la basura que acaban de estrenar al lado de mi casa; por eso y mucho más, THE NIGHTMARE BEFORE CHRISTMAS se ha convertido ya en un título de culto entre un público mucho más amplio de lo que cabría esperar y logró lo imposible (con lo que muchos nos relamimos en su momento): ver un producto navideño con ojos reticentes y que nos encante el resultado. Simplemente, una obra maestra de nuestro tiempo.
Saludos cadavéricos.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Animando el cotarro

De nuevo la animación dotando de vida, paradójicamente, un panorama de estrenos bastante discretito; porque este año, no nos engañemos, ha sido muy poquita cosa. Lo dije de WALL-E en su momento: La mejor del año. CORALINE no llega a tanto, pero si la unimos a la anterior y al PONYO de Miyazaki, lo cierto es que resulta complicado encontrar algún título por encima, teniendo en cuenta la repercusión de estos títulos.
Pero hablemos de CORALINE, donde Henry Selick encuentra al fin una historia lo suficientemente retorcida para moldear a gusto sus imposibles personajes, todo un alarde del stop-motion en 3D que aquí están plenamente justificados. Pero qué decir de Neil Gaiman, uno de los más reputados guionistas de cómic, de ese tipo de cómic que a finales de los ochenta, y con Alan Moore a la cabeza, removieron por completo los pétreos cimientos de las majors con un tratamiento más adulto de un género casi exclusivamente reservado al público teen. Andaba Gaiman como loco por que alguien colocara alguna de sus oscuras historias entre lo máas importante del cine tras fracasos que por fracasados pasaron incluso desapercibidos, como la prometedora MIRROR MASK, de la mano de su gran colega Dave McKean. Pero, primero, aquí sí hay historia; segundo, Selick es un maestro haciendo lo que hace (que se lo digan a Burton); y tercero, ésta no es una historia conformista. Cuidando cada detalle, Selick y Gaiman tejen el típico relato tenebrosillo, deudor de Carroll o el mejor Stephen King (CORALINE vendría a ser un exótico cruce entre Alicia, Chihiro y Constantine), lo mantienen con un tono entretenido y dinámico, y luego, cuando todo está en su punto, lo tornan a algo extrañamente terrorífico que me hace dudar de su calificación "para todos los públicos"; primero porque los guiños de guión son constantes e inteligentes y luego porque el hecho de que CORALINE sea una peli animada no justifica ninguna condición infantil y ni siquiera juvenil, lo que se ha venido explotando desde su amplia difusión. En definitiva, estamos ante uno de los mejores títulos del año y si hay suerte, ante el principio de una gran amistad, la de dos genios del terror inteligente. Y nosotros que se lo agradecemos.
Saludos desde el otro lado de la puerta.
... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!