Mostrando entradas con la etiqueta Juan Carlos Fresnadillo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Juan Carlos Fresnadillo. Mostrar todas las entradas

viernes, 1 de agosto de 2025

La infección #2


 

Y cinco años después llegó 28 WEEKS LATER. En lo personal, y por motivos que no vienen al caso, me pasó muy desapercibida esta película que, aun revisada, me sigue pareciendo igual de irregular y desaprovechada. Con un presupuesto que ya le hubiese gustado manejar a Boyle, y un reparto espectacular que incluía nombres como Idris Elba, Robert Carlyle, Jeremy Renner, Rose Byrne o Imogen Poots, Juan Carlos Fresnadillo, que venía avalado por la magnífica INTACTO, optó por una apariencia de film de acción, relegando el terror a la brutalidad de unas (algunas) escenas que rozan lo gratuito. De nuevo el problema está en el incongruente desarrollo de personajes, aún más doloroso aquí, con una trama apoyada en una amalgama de coincidencias que, llegado el momento, obliga a una suspensión de la incredulidad excesiva. De hecho, el argumento nos habla de un virus aparentemente desaparecido y controlado, lo que inicia la repoblación de la devastada Inglaterra; sin embargo, todo ese panorama grandilocuente queda supeditado a un drama familiar bastante mosqueante, que queda en la retina en el impresonante arranque, de lo mejor que ha rodado Fresnadillo de lejos. Es decir, que podríamos habertenido un personaje muy interesante, atormentado por su propia conciencia, pero ahí se dan cuenta de que el metraje apenas pasa de la hora y media, y hay un abanico exasperante de personajes que presentar. Una lástima en el sentido narrativo, porque técnicamente es un film bastante entretenido, y diría que por encima de la media de blockbusters de aquel 2007.
Se ve y a otra cosa.
Saludos.

miércoles, 28 de agosto de 2024

Olor a chamusquina


 

Juan Carlos Fresnadillo ya era un director mediocre hace veinte años, un tipo con recursos a rebufo de otros más talentosos, de los que copiaba las ideas principales en un corta y pega impúdico pero resultón. Lo de DAMSEL es algo para hacérselo mirar, pero que ya digo que no ha de sorprender a nadie a estas alturas. Con una ambientación de un cartón piedra digital que parece un videojuego barato, resulta imposible recrear el encanto de otros títulos de fantasía épica, vulgarizando el discurso hasta constreñirlo en un panfletillo buenista e inclusivo que parece escrito por un político en campaña. Un dragón acartonado que habla, una princesa que busca el empoderamiento y casi dos horas de sopor inaguantable, para una de las películas más aburridas de este año, que no es que sea fondo de catálogo de Netflix, sino genuina catacumba pordiosera.
No la vean por nada del mundo.
Saludos.

sábado, 25 de febrero de 2012

Lo que hay es lo que hay



En fin, después del subidón de ayer, para terminar con este repaso a lo que más o menos dio de sí el certamen de los premios Goya este año, y teniendo en cuenta que no he podido ver el film de de la Iglesia, no me quedaba otra que una peliculilla bastante mediocre que, aun así, optaba a algún que otro premio. INTRUDERS es, antes de que se lleven a engaño, la misma historietilla de terror, contada con las mismas herramientas de siempre y que por eso sus posibilidades de empatía con su público (y debo utilizar aquí el "su") se ven disminuidas sensiblemente. Poca repercusión, y es curioso, ha despertado su gran reparto, quizá por lo descompensado, puede que por lo lejos que están (y no sólo geográficamente) los mundos paralelos que Fresnadillo nos propone. Por un lado está un niño español, por el otro una adolescente británica, a los lados se encuentran sus progenitores; en España es una Pilar López de Ayala perdidísima, incapaz de ubicarse en un film de género, y Daniel Brühl haciendo de cura conciliador y modernillo, pero da igual. En Inglaterra, el más que arquetípico matrimonio formado por la holandesa Carice van Houten y Clive Owen, que se presenta como el gran reclamo del film pero parece estar deseando que se acabe, o esa es la cara que pone, claro. Y en medio, Carahueca, posiblemente uno de los monstruos menos terroríficos de todo el cine de terror, por lo que mantengo mis dudas acerca de que INTRUDERS sea realmente un film de terror. Carahueca, aparte de su sonoro apodo, no se ve, a excepción de algunos sombrajos informes a toda velocidad, no se sabe qué quiere ni qué intenta, pero a los chavales les da mucho miedo, claro. Yo tengo mi propia teoría, y es que Fresnadillo, que aspira a ser un buen director de género en un futuro no muy lejano, se olvida de que una historia mal contada cae en la trampa deliberada, así que lo que se nos quiere vender como una narración poliédrica no es más que un gran vacío entre los que sufren una especie de acoso y el "elemento acosador"; ahí no hay nada, excepto sombras demasiado veloces para que nos detengamos en ellas. A lo mejor me he perdido algo, aunque creo que es aún peor: me lo he perdido todo.
Saludos huecos.
... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!