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lunes, 29 de junio de 2020

Compartimentos estancos



Parece difícil estropear una película como BAD TIMES AT THE EL ROYALE, pero es lo que tiene jugar en el alambre de lo verosímil, y mucho más si hay referencias tan sumamente obvias. Un nombre viene a la cabeza inmediatamente: Tarantino. No pasa nada, es, de lejos, el cineasta más copiado de los últimos 25 años; por eso hay que tratarlo con cierta distancia y descreimiento, y la cosa se va poniendo peor si se le imita desde la reverencia circunspecta. Sin ser, ni mucho menos, una mala película, Drew Goddard comete varios errores, unos perdonables, pero otros lastran el resultado final y la dejan como cine correcto, entretenido, pero sin genio. Hay personajes que parecen capitales, para desaparecer sin que su rastro sea lo suficientemente aromático; la excusa de las habitaciones con "espejos espía" hubiese dado para todo lo retorcido que el guionista y director hubiese imaginado, pero tampoco queda como aparato fundamental. Pero lo más discutible es la sensación de que todo ha de encajar por sus santos cojones, convirtiendo el magistral uso de Tarantino del elemento sorpresa en un puñado de ocurrencias, unas más acertadas que otras, pero que parecen haber ido surgiendo por generación espontánea. En el haber, algunas interpretaciones de altura, sobre todo Jeff Bridges, cuya historia no necesitaba de tanto recochineo; o Jon Hamm, aunque, ya digo, parece que tenía una serie de minutos contratados tan solo. En su afán de compartimentarlo todo, Goddard se olvida de engrasar la maquinaria y hacer fluir el contenido, porque no hay aquí rastro de aquella gozosa inventiva de LA CABAÑA EN EL BOSQUE, o a lo mejor es que el salto a unas emociones más serias precisa de mayor rigor argumental.
Por cierto, ¿soy el único al que el personaje de Chris Hemsworth le parece directamente ridículo?...
Saludos.

jueves, 13 de junio de 2013

Rubik nuestro que estás en los cielos



Vamos con una de las buenas, porque es buena y porque ya tocaba registrar el cajón... Llevo ya un tiempecito diciendo que sólo existe una manera de renovación válida para el género de terror, para cualquier género, pero sobre todo para el terrorífico por sus características especiales, como es esa necesidad constante de sorpresa, de lucha contra el tedio de sus propios resortes y clichés. Sobre resortes y clichés va THE CABIN IN THE WOODS, que propone lo mismo de siempre... pero móvil. Y me explico. Este ingenioso artefacto comienza por colocar al espectador ante "su peli de miedo jodidamente arquetípica". Y cuento, y no desvelo nada. Hay una cabaña en mitad del bosque a la que va un grupo de jovencitos en una secuencia inicial que no puede ser más trillada; poco a poco los vamos conociendo, y son los de siempre: el guapo cachas, la rubia macizorra, la "menos maciza" pero más inteligente, el friki salido y desgarbado... Sí, sólo falta Scooby Doo, pero ¿y si les digo que a partir de ahí puede que salga hasta Scooby Doo? ¿Y si resulta que toda esta causa-efecto de típica peli de terror no es más que una excusa para desatar algo mucho más grande y más complejo. Eso es, como en el cubo de Rubik. Contaré un poco más, no mucho. Llegado el momento, salen los monstruos; los chicos corren, los monstruos los persiguen, terror, intriga... Y de repente... Hombre, no sé si ya estoy contando demasiado, pero lo remataré diciendo que todo cambia radicalmente, que parece que nos encontramos en otra película diferente y que el final es de lo más retorcido que ha ofrecido el cine comercial desde hace tiempo ¿Problemas? Muy pocos, porque la propuesta tiene escasas pretensiones y sí una saludable intención de subvertirlo todo hasta llegar a extremos que dejarán a más de uno de una pieza. Yo apenas le pondría un pero, aunque me parece inevitable: el final-final, que yo esperaba menos efectista y mucho más reflexivo, sobre todo teniendo en cuenta que el caramelo que Goddard y Joss Whedon (co-autor del tremendo guion) nos ponen, crece en sabor a medida que la resolución se acerca, pero vaya, que tampoco pido yo tanto. Véanla sí o sí, y si no ponen cara de tontito incomodado con cierta escena en la que sale un lobo disecado... háganmelo saber.
Saludos arquetípicos.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!