Mostrando entradas con la etiqueta Maren Ade. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Maren Ade. Mostrar todas las entradas

jueves, 30 de marzo de 2017

Surfeando por los contornos de la comedia



Siete años tardó la realizadora alemana Maren Ade en ponerse otra vez tras las cámaras tras ENTRE NOSOTROS, película que vi hace ya tiempo y que recuerdo como un básico y soporífero drama psicologista acerca de una pareja que se merecía todo lo malo que le pasaba. Siete años después, tras conquistar el Fipresci en Cannes y tener todas las papeletas para llevarse el oscar en lengua no inglesa, puedo afirmar que TONI ERDMANN confirma que Ade debe usar su tiempo en algunas cosas, menos en madurar sus proyectos. A mí me ha aburrido, y son casi tres horas viendo a un tipo que cree tener gracia ponerse una peluca y una dentadura postiza, mientras su hija soporta estoicamente su acoso y derribo, quizá porque al fin y al cabo se trata de su padre. TONI ERDMANN no es más que eso, una sucesión de situaciones inconexas y de una frialdad sospechosa, pero reconozco que tiene dos o tres momentos que están bastante bien rodados y que, a duras penas, logran dar un poco de sentido a esta estrafalaria mezcla de SOPA DE GANSO, HOLY MOTORS y EL HOMBRE DE LAS MIL CARAS (la de Lon Chaney). Baste recordar que entre los dientes postizos del principio y el Chewbacca búlgaro del final, disfrutaremos de un estupendo rallador de queso de diseño. La originalidad, una vez más, cobrándose víctimas... Ah, y está previsto un remake norteamericano para el año que viene con Jack Nicholson...
Saludos.

lunes, 10 de febrero de 2014

Me aburro (Crónica de un aburrimiento)



Es difícil contar algo aburrido y no terminar resultando aburrido. A veces se confunde lo que aparentemente es aburrido con algo simplemente vacío, porque se puede ser un plomo descubriendo algo interesantísimo o, al revés, hipnotizar a la audiencia contando una tontería salomónica. Por ejemplo, ser Hong Sang-soo es complicado, porque el director coreano tiene un don único: contar siempre la misma historia con la convicción de que un artista debe ser fiel a un mismo torrente argumental, ser sumiso ante su propia obra. Pero Hong es un gran director de cine, no puede ser aburrido. Acaso naif, pero no aburrido.
En ALLE ANDEREN, la joven directora Maren Ade bien querría exponer una asfixia emocional, la de una pareja que se aburre de ser tan feliz y que sucumbe progresivamente a un estado de hastío que sólo puede terminar de una manera, que no es otra que una ruptura. Hasta ahí, nada extraño o reprobable, pero desgraciadamente ocurre que la misma embolia emocional llega hasta la fisicidad del film y lo impregna, lo hace caer en su misma trampa y ya no hablamos de un "retrato del aburrimiento", sino que la película en sí es un aburrimiento. Brevemente resumida, nos cuenta las vacaciones de una joven pareja en Cerdeña, donde el idilio va cediendo paso a una ruptura anunciada por culpa de... exacto: el aburrimiento. Gran e insalvable problema: Ade es completamente incapaz de hacernos creer que esos dos se conocen de algo, así que a nadie le importa que se separen o se vayan a hacer gárgaras. Fin del resumen ¿Película aburrida?: Sí ¿Mala película?: No, qué va. Sólo es aburrida e intrascendente. Es lo que trae jugar a hacer lo que hacen otros magistralmente.
Saludos.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!