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viernes, 13 de diciembre de 2024

Cabalga libre


 

Estrenada en 1992, INTO THE WEST partía de un guion original de Jim Sheridan, en el que se abordaba el no tan conocido mundillo de los nómadas irlandeses, una comunidad a mitad de camino de gitanos y cowboys, para contar la historia de amistad entre Ossie, un niño, y el misterioso caballo blanco salido de la nada, y que su abuelo reconoce como Tir Na Nog, emblema de la mitología celta. Todo en este film es un inexplicable equívoco, desde su erróneo cartel hasta una lamentable promoción, que la ha dejado sepultada durante más de treinta años, siendo uno de los mejores y más originales trabajos de Mike Newell, que imprime un fascinante aroma a cuando los dramas sociales se servían de un contexto fantástico, y que además tenía un gran elenco, con nombres como Gabriel Byrne, Brendan Gleeson o Ellen Barkin. De hecho, y dejando de lado las escenas centradas en la peripecia de la huida de los dos hermanos y el caballo, hay un estupendo retrato costumbrista de una Irlanda desconocida y poco acogedora, y que habría dado para un film muy diferente, quizá mejor, pero también con algo menos de encanto. 
Una joya olvidada y que merece mucho la pena descubrir.
Saludos.

martes, 2 de abril de 2024

Magia potagia 4


 

HARRY POTTER AND THE GOBLET OF FIRE. Aparte de quedarme los veinte primeros minutos dándole vueltas a por qué creía que "cáliz" tenía otra traducción, me quedaría otra vez con la introducción de actores de absoluto lujo, como Ralph Fiennes, Brendan Gleeson, Robert Pattinson o Miranda Richardson, con la solvencia que presupondríamos, además de contar en la dirección con un todoterreno como Mike Newell, cuya solvencia ha salvado más de un desastre. Y poco más en una continuación que no pasa de ser una continuación, sin importar la apariencia fotocópica, porque siempre habrá alguna escena que se quiera memorable. Entiendo que la inclusión (al fin) de Voldemort, un personaje al que, sin haber leído las novelas, me da la impresión de que le sujetan las riendas, por lo que su oscuridad pudiese eclipsar al protagonista, que no deja de ser un chaval con nula maldad. Qué quieren que les diga, que de momento un poco más de pereza...
Saludos.

lunes, 26 de abril de 2021

Alergia de azúcar


 

Esta semana me permito retomar uno de esos mongráficos prácticamente invisibles, y que quizá sólo yo sea capaz de entender el motivo que lo sustenta. Directores que se llamen Mike los hay, y muchos, pero hay cuatro a los que suelo emparentar sin ningún tipo de razón aparente, lo que me lleva a alinearlos de manera estricta y pareja. Ya lo verán, pero me parecía pertinente incluir, por ejemplo, ENCHANTED APRIL, del británico Mike Newell. Un film de 1992, un poquito olvidado para mi gusto, y que intentaba capturar el tono ensoñador y amable de la novela de la escritora australiana Mary Annette Beauchamp, que en realidad fue más conocida con el nombre de Elizabeth von Arnim. La historia es simple, aunque guarda celosamente algunos apuntes sobre la insarisfacción femenina en un mundo predominantemente masculino. Hoy lo llamaríamos "empoderamiento feminista", pero entonces tan sólo aspiraba a colmar de la belleza de un castillo italiano a cuatro mujeres muy diferentes entre sí, tanto como los motivos que las han llevado a darse ese capricho durante el mes de Abril. Dos son amigas, casadas, y la que sólo percibe frialdad de su marido, pronto entenderá que en realidad su marido la ama con locura, pero no sabe demostrarlo; la otra, en cambio, es incapaz de ver la ingente cantidad de cuernos que lleva, porque ama a su marido con la misma intensidad que ilusamente cree estar recibiendo. Por otra parte, una mujer de cierta edad, que siempre ha vivido sola, y que nota la evidencia del paso y el peso de los años, lo que terminará por derribar su exacerbada severidad con todo lo que denote el más mínimo gozo. Y por último, una joven aristócrata que sólo quiere disfrutar al máximo de la vida, incluso si ello la lleva a conocer a algún que otro hombre casado.
Un film, en definitiva, rodado con buen gusto y excelente oficio; con un póker de actrices de altura (Miranda Richardson, Polly Walker, Josie Lawrence y la veterana Joan Plowright), que conforman ese delicioso y no tan ingenuo paso a una vida diferente, quizá ya por última vez...
Saludos.

lunes, 25 de julio de 2011

¿De qué a qué? (sobre las adaptaciones hoy día)



Que sí, que aunque no te gusten los videojuegos la cosa ya no importa, y uno no tiene por qué sentirse desplazado de la confortable (mullida) masa. Que ahora ya te adaptan los videojuegos a la gran pantalla (es verdad, ya no es tan grande...) y así llegas a la última fase sin perder una sola vida y sin darle porrazos al joystick (ahora Wii... o algo así). Además, olvídate de cutreces por falta de presupuesto; esto ya no es cosa de frikis, y al carro de lo digital/visual (¿a que lo patento?...) se suman nombres de lo más ilustre... o eso creíamos no hace demasiado tiempo. Hombre, que hablamos de Mike Newell que es de aquellos que se llamaban artesanos con oficio; y un actor que iba para promesa "indie" como Jake Gyllenhaal; súmenle a dos veteranos ilustres y más que solventes, como son don Alfred Molina y don Ben Kingsley... ¿y qué nos sale?... Efectivamente, todos hubiésemos respondido hace diez o doce años que algún drama de época a lo James Ivory... o un bélico en el Pacífico... ¿una comedia?... Vale, con estos ingredientes el señor Newell lo que hace es vender su alma al diablo (la Disney/División películas) y dirigir alrededor de veinte minutos de un total de 110 en una cosa llamada PRINCE OF PERSIA: THE SANDS OF TIME, la constatación de que un día nos adaptarán a Pac-Man con Clive Owen en el papel protagonista... Nada, nada, acabo ya mismo. PRINCE OF PERSIA... es exactamente lo que su nombre indica: un videojuego que juega otro por nosotros, así que nos aburrimos un montón, vemos la cara del protagonista (mu mal peinado, eso sí) cuando cae por una ventana hasta el típico toldito salvador; las peras de la Arterton, que es británica aunque no lo parezca; y los esfuerzos de Molina por parecer un moro chistoso y Kingsley por parecer un moro malvado... Un despropósito del tamaño de Cuenca, aburrido, infantiloide (e infanticida...), mareante y con el peor final de los últimos 567 años, porque uno, a esas alturas, ya ronca como un bendito...
No, no la vean...
Saludos desde Al-Jazeera...

miércoles, 1 de junio de 2011

Alumnos y maestros #3



Soy consciente de que el ejemplo de hoy puede parecer cogido por los pelos; a más de uno le rechinará que considere DONNIE BRASCO, un film de infiltrados, en esta "categoría" de alumnos y maestros. Es cierto, pero no lo es menos que todo el valor (que no es poco) del excelente film de Mike Newell se extrae de la retorcida y emocionante relación iniciada por el agente Joe Pistone (Johnny Depp en uno de sus mejores papeles) y el mafiosillo "Lefty" Ruggero (de nuevo Al Pacino en estado de gracia, sostenido por los ángeles). Más allá de las posibles coincidencias (que las hay) con títulos similares, insisto en que pocas veces se ha visto en estos films acerca de la mafia neoyorquina y sus entresijos ahondar tan decididamente en los sentimientos de unos personajes normalmente inaccesibles tras su muro de maldad aceptada. Lefty, eterno aspirante a nada, segundón obediente que asiste impasible a los odios entre los capos Sonny "rojo" y Sonny "negro" tras el asesinato del Gran Capo, "adopta" con los ojos cerrados a Donnie, un joyero que ha venido desde Florida con un montón de ideas y contactos, lo que le hará entrar rápidamente en el grupo. Pistone/Brasco se debatirá entre tres frentes constantemente; primero su deber como informante que no debe levantar sospechas, lo que destrozará su matrimonio de tan embebido que llegará a estar, mientras que acaparándolo todo como una inesperada sombra, algo no previsto, irá adquiriendo poco a poco una admiración y respeto por Lefty, que se revela como más que un amigo, casi como un padre. Lefty jamás dudará de Brasco, le enseñará todo lo que sabe, incluso cuando es evidente que el agente del FBI ha logrado engañar a todo el mundo, con graves consecuencias para su "padrino". Aquí es donde el juego psicológico se muestra más interesante, con Brasco definitivamente escindido de su propia familia, prefiriendo quedarse con Lefty en el hospital cuando su hijo sufre una sobredosis; incluso desafiando al sanguinario Sonny "negro", birlándole 300.000$ y dispuesto a dárselos a Lefty para su viejo sueño de tener un barco propio.
DONNIE BRASCO es valiente, descabellada, dinámica, poco pretenciosa, muy entretenida y encima tiene a Al Pacino en uno de esos personajes que no interpreta, sino que están definitivamente en su ADN. Muy recomendable en todo caso para entender la evolución de un género en constante renovación y reinvención.
Saludos infiltrados.

martes, 7 de diciembre de 2010

Un buen trabajo




Respecto de la guasa que nos estamos comiendo en forma de marronazo con esa casta de cabrones que son los controladores aéreos, uno llega a la conclusión de: 1- Sí, los ricos también lloran. 2- Sí, también se puede hacer una peli sobre ellos y que salga hasta Angelina Voight. 3- Sí, en Yanquilandia los controladores aéreos también hacen barbacoas en el jardín.
Yo creía hasta no hace mucho que Mike Newell era un buen director, un artesano de correctas maneras y no poco talento para desenvolverse en cualquier género sin grandes batacazos; su llegada a Hollywood desde Gran Bretaña no pudo ser mejor, pues supuso su gran obra maestra, DONNIE BRASCO, cuyas cotas no creo que vuelva a igualar. Animado por esta satisfactoria primera toma de contacto, Newell aceptó un encargo de la Fox sobre las vicisitudes de ese desconocido gremio que son los controladores aéreos, tan de actualidad ahora mismo. Y, bueno, teniendo en cuenta un reparto más que solvente, con John Cusack, Cate Blanchett y Billy Bob Thornton, la verdad es que el resultado es de esos de "ni frío ni calor"; hay algunos momentos de tensión, con la pantallita de marras y los dos protagonistas enfrentados por sus cuitas personales mientras juegan con la vida de cientos de personas (sí, son así de imbéciles); y también el típico juego erótico-festivo con la esposa/Blanchett por un lado y la "curvas peligrosas"/Jolie por otro. En definitiva, y para no extendernos mucho, PUSHING TIN, cuyo nombre alude a la jerga que compara hacer despegar un avión con empujar una lata, presenta a  un Cusack como un quemado hombre de familia que sólo obtiene emociones derivadas de su trabajo y un Thornton haciendo de misterioso recién llegado, con un pasado que le precede y una Harley Davidson en el garaje. No hay mucho más que contar, porque la historia está bastante trillada y todos nos la sabemos de memoria; justo al contrario de la resolución del marronazo que se nos ha venido encima por culpa de un colectivo avaricioso, irresponsable y despreciable.
Saludos bajo control.
... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!