jueves, 21 de septiembre de 2023

Puños fuera


 
Ya es raro encontrarse con un biopic sobre boxeo que parezca otra cosa, un descafeinado cruce entre un thriller gangsteril, una historia de redención beatífica o una nota a pie de página en una biografía para nada entendida para abordarla. PHANTOM PUNCH es eso, un telefilm barato pero con ínfulas de otros títulos más entonados, aparte de una narración torpe y desganada, sin nada que contar sobre la apasionante figura de Sonny Liston, que fue el mejor boxeador de la Historia, hasta la llegada de un inabordable Cassius Clay, que le destronó para siempre y reabrió las heridas de un hombre hecho a sí mismo, encaramado a la cumbre pugilística tras una juventud marcada por su paso por la cárcel. Aparte, sin que yo me invente nada ¿Ving Rhames con cincuenta años interpretando a un chaval de casi veinte?... ¿De verdad?...
Saludos.

miércoles, 20 de septiembre de 2023

Raoul Walsh. Escribir la Historia #49


 

Son contadas las ocasiones en las que un remake está a la altura del original, menos aún si lo dirige el mismo cineasta, y todavía más complicado si se le cambia nada menos que el género, aunque rizar el rizo es facturar un gran film prácticamente mimetizando ambos títulos. Pero he aquí que Raoul Walsh filmó COLORADO TERRITORY, el western que quizá todos vemos implícito tras las imágenes de EL ÚLTIMO REFUGIO, en uno de los casos más insólitos de la historia del cine. El texto de W.R. Burnett es tan potente, tiene tan pocas fisuras, que aguanta a la perfección un cambio de género y época, e incluso la elección de Joel McCrea y Virginia Mayo parece de una concisión apabullante, mostrando una nueva versión, menos enfermiza pero igualmente apasionada, de aquélla compuesta por Humphrey Bogart e Ida Lupino. Es un remake casi calcado, que se ve con la fascinación desprendida de sus potentes razones, las de un cineasta privilegiado, cada vez más generador de una poesía brutal y sin concesiones. Ver ambos títulos encadenados es una experiencia recomendable y reveladora.
Saludos.

martes, 19 de septiembre de 2023

De cuello vuelto


 

El cine de Darren Aronofsky, era cuestión de tiempo, sufre el peligro de darse la vuelta completamente. Ombliguismo, lo llamarán algunos, pero creo que es otra cosa, una especie de síndrome sufrido por los cineastas que no logran ir más allá de sus convicciones, que en este caso son muchas, las obtenidas, sobre todo, tras su colección de estampas epatantes, pero que no dejan de ser fulgores con infructuosa vocación de gran relato. Hay una cosa peor que el teatro flmado: el guion filmado. THE WHALE, más que una película, y parafraseando a su omnipresente protagonista, es un ensayo sobre las posibilidades del espacio único; para que no se escape el aroma a artilugio ingenioso, o para esperar que la intensidad entre cuatro paredes devenga en epifanía experiencial. Es mucho más sencillo que eso, y se fundamenta en trabajo de demolición de Brendan Fraser, que parece un exorcismo con patas, un muñeco vapuleado inserto en el corpachón que Aronofsky nos restriega en cada plano, regodeándose en la miseria de un tipo que se deja morir por una depresión desembocante en obesidad mórbida. Sólo existe una manera de no sucumbir ante esta pornografía, y es aceptando su circunstancia con modestia, como se paladeaban aquellos Estudio1 de antaño. El problema es que hay demasiada pedantería en su muestrario de baptisterio tiktokero, y en esa cursilería desaparecen gran parte de los esfuerzos de Fraser, muy esforzado, pero para nada genuino.
Les gustará si pecan con pizzas industriales...
Saludos.

lunes, 18 de septiembre de 2023

Puñales por la espalda


 

Todos han hablado de SUCCESSION; todos hablan de SUCCESSION. Hablemos de SUCCESSION. Hablemos, por ejemplo, de lo trillado de su estructura, lo formuláico de sus actuaciones o lo grosero de sus giros. No todo va a ser caviar para la "gran serie" de los últimos tiempos, que con sus cuatro temporadas, a base de robustos cañonazos de una hora, nos puso al tanto de las lindezas de una familia que no tiene remilgos a la hora de destrozarse mutuamente en una descarnada lucha por suceder al gran patriarca. Todo con el trasfondo de un gigante de la comunicación, como estandarte del poder invisible, capaz de poner y quitar presidentes, iniciar guerras o hundir economías. Los aciertos, sin embargo, son muchos, casi todos provenientes de la prodigiosa cohesión con la que los episodios avanzan, sin que notemos tambaleos ni el ritmo decaiga. Más que su narrativa, que no tiene nada de sorprendente (aquí renace la estirpe de DALLAS, DINASTÍA o FALCON CREST), el verdadero logro es su vórtice emocional, a modo de montaña rusa sin tregua, que cabalga sobre su vertiginoso montaje, y en especial el de sus grandes planos secuencia. Es Shakespeare, pero no nos flipemos con ello; es Scorsese vestido con la túnica barata de Brian DePalma; es un zumbido en segundo plano, sólo para oídos acostumbrados, que una vez percibido contiene la clave para descifrar en qué consiste conspirar contra conspiradores, tan sólo para descubrir que quizá no haya nada legítimo. Yo, humildemente. les recomiendo que la "adoben" con dos complementos indirectos, pero que a lo mejor les aclaran que bulle tras el carrusel de sonrisas falsas, frases lapidarias y concursos biliares. Pónganse antes de verla JUAN NADIE, de Capra, justo al final, NETWORK, de Sidney Lumet, y sólo si aún conservan algo de fe en la humanidad, rematen con EL MANANTIAL, de King Vidor... Ahí queda eso...
Saludos.

domingo, 17 de septiembre de 2023

Rincón del freak #564: El seductor que sueña que lo es mientras otro seductor lo sueña como posibilidad de escape...

 


La cuadratura del círculo fue una improbable película, allá por 1976, que adaptaba otra aventura del incorregible mujeriego. El problema es que ALFIE DARLING no tiene prácticamente nada de la esencia del film original, y se limitaba a erigir un bochornoso compendio de sketches erótico-festivos, a la mayor gloria de un protagonista garrulo e inexpresivo. Comparar a Alan Price (un conocidillo cantante de la época) con el arsenal de registros de Michael Caine es un insulto, y ni siquiera le llega a los tobillos a aquel pizpireto Jude Law, por lo que el ingrediente principal ni siquiera existe. Alfie es ahora un conductor de camión, y lo mismo se escabulle bajo las sábanas de una tabernera en Normandía, que da calabazas a su casamentera vecina, humedece las noches de un Joan Collins en plan putón refinado, o persigue lamentablemente a una periodista "empoderada", que es la única que parece darle calabazas. Es una película, por así decirlo, "literal"; sin pizca de ironía ni ingenio, y que venía a engrosar absurdamente la nómina de "destapes" tan prolífica en aquella época en Gran Bretaña.
Es una curiosidad, un poco burda, un poco imbécil, y que no les recomiendo para nada, pero allá ustedes...
Saludos.

sábado, 16 de septiembre de 2023

Pesadillas de un seductor


 

No me atrevo a imaginar las razones por las que alguien decidió hacer un remake de ALFIE, casi cuarenta años después, y sin aportar nada mínimamente original, excepto un plus de conservadurismo ñoño e innecesario. Sin ser una mala película (inocua, sería el término), este ALFIE no ha entendido nada del demoledor e inmisericorde retrato masculino que se erigía tras la portentosa interpretación de Michael Caine. Aquí, Jude Law, que es lo mejor de muy lejos, reinterpreta la visión cínica y desapegada del original, para desembocar en una incomprensible sesión de autocompasión, como si el mito del sempiterno soltero necesitase una lección que le hiciese replantearse las bondades de la vida fiel. Aparentemente es la misma película, pero sólo en el exterior, y ni eso si contamos el vomitivo recurso de preñar la pantalla (literalmente) de fotografías cuquis, como si hubiésemos pedido un magacín o algo así. Como comedia tontuela le otorgo que se eleva un poco de la media, gracias al encanto de Law y apariciones de categoría, como la de Marisa Tomei o Susan Sarandon, pero es olvidable casi por definición. Y ahora pienso en lo bien que le habría sentado un cameo del propio Caine...
Saludos.

viernes, 15 de septiembre de 2023

Películas para desengancharse #118


 

De todas las películas que siempre me han parecido injustamente incomprendidas, puede que el caso más flagrante sea el de ALFIE, en la que un joven e inmenso Michael Caine nos mostraba la patética peripecia de un mujeriego el el Londres de mediados de los sesenta. Un tipo al que no sabes si despreciar o admirar, ambas cosas por su galopante desapego emocional, que sólo le permite encadenar múltiples conquistas sin demasiados remilgos, asunto del que se nos quiere hacer cómplices con un reiterado e ingenioso recurso: la visibilización de la cuarta pared mediante las confesiones que el protagonista (nos) hace en primera persona. El guion de Bill Naughton (adaptando su propia obra de teatro) es mucho más inteligente de lo que parece, y su tono, entre desenfadado y escéptico, esconde un último acto revelador y corrosivo, enmudeciendo al inefable seductor, justo cuando una mujer (nada menos que Shelley Winters) decide sustituirle por "otro más joven". Es ahí cuando cobra sentido el aparente cinismo del film, al que curiosamente le funcionan los chistes machistas, lapidando a un tipo de hombre incapaz de ver su propia ridiculez. ALFIE es Caine, y viceversa, y pocas veces se ha sido tan descarnado desde un punto de vista "típicamente masculino", de ahí el gran acierto de su sorprendente sutileza coaxial.
Saludos.

jueves, 14 de septiembre de 2023

Manual del incursionista


 

INSIDIOUS solía ser una referencia ineludible a la hora de hablar de pertinentes "actualizaciones de género". Una especie de ensayo y repetición de las posiblidades técnicas de hoy en día para revitalizar un cine de terror que, sobe todo durante los ochenta, rebajaba la truculencia para adentrarse en la creación de atmósferas. Siendo breves, INSIDIOUS: THE RED DOOR se salta a la torera los aciertos de la idea original de James Wan, para convertirse en una extraña tabla de cálculos y probabilidades, las que alguna luminaria de Blumhouse debió pensar para incluir al actor Patrick Wilson en su nómina de realizadores "estándar". No es ya que esté todo visto y requetevisto, sino que no aporta nada nuevo, mínimamente original, y es apenas un producto de uso y consumo, con una factura visual que no está mal del todo, pero con un desdén por narrar coherentemente que nos remite a franquicias peores que ésta. Es extraño, porque no es una "película mala" por estar mal hecha, sino por lo descuidado de un factor que a mí me parece imprescindible: el entusiasmo. Un excursionista es capaz de asumir los retos y solventar lo desconocido; un incursionista tiene diseñado hasta el jarrillo de lata para beber agua. Pues eso.
Saludos.

miércoles, 13 de septiembre de 2023

Raoul Walsh. Escribir la Historia #48


 

Historia de un advenedizo elevado a la categoría de héroe, SILVER RIVER no soporta una revisión social estricta hoy día, pero es un más que interesante retrato sobre los cazadores de oportunidades en tiempos convulsos. Mike McComb (Errol Flynn) es expulsado del ejército tras destruir una importante suma de dinero, evitando que cayese en manos enemigas. Tras ello, resurge fundando una explotación de plata en Nevada, llegando a ser un auténtico magnate. Su caída sucede tras contraer matrimonio con la mujer de su socio, después de que éste muera a manos de los indios. Las suspicacias son inevitables, llega la bancarrota y el abandono de todos los socios y amigos, excepto la de su antiguo abogado (Thomas Mitchell), un elocuente alcohólico que siente la necesidad de congraciarse tras haber contribuido al desastre. 
Se trata de un film con algunos problemas de guion, puede que por la adaptación que Stephen Longstreet realizó de su propia novela, pero contiene momentos de épica contenida, teniendo en cuenta la ambigua naturaleza de su protagonista, de cuya honestidad se llega a dudar a cada momento ¿pero no lo hace, por ello, un poco más humano?
Saludos.

martes, 12 de septiembre de 2023

El tejado de los locos


 

Más allá de la anécdota que supone una escena de sexo explícito, no sería justo incluir DIAVOLO IN CORPO en un saco que no le pertenece, el de películas con vocación de provocar. Más que eso, estamos ante un complejo encadenado de motivos psicológicos y/o emocionales, que nos pueden llevar a perder la cabeza, o quizá a recuperarla. El film se abre con una escena insólita: mientras se desarrolla una clase de filosofía, en el tejado contiguo una mujer semidesnuda balbucea palabras sin sentido, mientras un cura intenta convencerla de que regrese al balcón desde el que ha trepado. Una joven se despierta y sale, y un alumno queda definitivamente prendado de ella. Ella es la hija de un militar víctima de un atentado, y al mismo tiempo la esposa de un condenado por terrorismo de las brigadas rojas. En esa dualidad permanente, Marco Bellocchio desapasiona su mirada precisamente para fotografiar un estado de amor puro, el del joven por esta mujer incapaz de dominar sus emociones, lo que queda maravillosamente reflejado en unos primeros planos de un rostro que no se decide entre la felicidad, la tristeza o la locura que puede albergar ambas. No es un film fácil, y requiere de un visionado atento a los múltiples simbolismos que lo recorren, dejando al final la sensación de que sí hemos asistido a uno de esos momentos en la vida de cualquiera de nosotros, en los que dejamos de ser dueños de nuestras acciones, quizá fugazmente felices, quizá aturdidos por mirar hacia abajo desde el tejado...
Película única e inclasificable, incluso demasiado como para tildarla sólo de "moderna".
Saludos.

lunes, 11 de septiembre de 2023

Látigos y sombreros #5


 

En relación a INDIANA JONES AND THE DIAL OF THE DESTINY, creo que es necesario ser escuetos, no dejarnos llevar por una nostalgia que, de alguna manera, se ha intentado erradicar para poder dar digno carpetazo a una saga que abarca más de cuatro décadas, con desigual fortuna. No sé si este caso responde a los fracasos o a los aciertos, pero hay que reconocerle dos o tres cosas. Primero, que es difícil coger este toro con la alargadísima sombra de Spielberg rozándolo todo. Mangold es un buen director, un magnífico artesano con un currículo sólido y las tablas suficientes para facturar un producto digno, que no aspira a la excelencia pero tampoco es un desastre total. Después, me parece un acierto el CGI usado para rejuvenecer a Harrison Ford en el arranque, no sólo por su asombrosa perfección, sino porque sirve como recurso narrativo y creernos que un Indy septuagenario es posible. También, algunos secundarios que no son floreros, como el gran Mads Mikkelsen componiendo uno de los mejores (y más complejos) villanos de la serie, pero también una chispeante Phoebe Waller-Bridge o Antonio Banderas, con uno de esos "breves pero intensos" que tan bien se le dan. Por el contrario, la duración no perdona, y hay una meseta insufrible de aproximadamente una hora, que es algo imperdonable hablando de lo que hablamos. Compensado, sin embargo, por el final, que efectivamente es lo mejor de la función; un compendio de espectacularidad e intención sensorial, que es a la vez emotivo e inteligente, y que no pienso desvelar en absoluto. En definitiva, una muy buena peli de aventuras, que juega sus bazas con entereza y creo que puede contentar tanto a devotos como profanos, como creo que es justo lo que hace grande un cierre tan magnánimo como éste.
Saludos.

domingo, 10 de septiembre de 2023

Rincón del freak #563: Memphis es el lugar al que quiero ir


 

Pues resulta que Elvis no había muerto, sino que logró pasar desapercibido mediante un plan maestro, que consistía en hacerse pasar por su mejor imitador, logrando así su objetivo al tiempo que disfrutaba encima del escenario sin que nadie sospechase nada. Pero el tiempo pasa incluso para el Rey, y un día despierta en la cama de un geriátrico, con la cadera rota y un compañero de habitación moribundo. No es su mayor problema tampoco que Priscilla y su hija se hayan olvidado de él, o que hayan pasado años desde su última erección. No, porque Elvis Presley tendrá la honorable misión de salvar el mundo de la amenaza de una momia egipcia milenaria, que ha regresado para alimentarse de cuantas almas pueda. Por si esto fuera poco, en la residencia va a tener como aliado a un tipo que afirma ser el mismísimo John F. Kennedy... con la particularidad de que es un señor negro. Todo esto imaginó Don Coscarelli, ese adorable cachondo mental, para filmar BUBBA HO-TEP, un demencial proyecto para el que embaucó a Bruce Campbell, que resuelve un Elvis tan paródico como patético, en una serie B sin cortapisas, consciente de sus limitaciones y aprovechando su inercia cómica. 
Si no la han visto aún, están tardando en descubrir esta absoluta locura, libre de prejuicios y ataduras comerciales.
Saludos.

sábado, 9 de septiembre de 2023

Olvidar el aniversario


 

A los cuarenta años, alguien decidió que era hora de hacer una versión de STRAW DOGS. Por motivos que ignoro, más allá del posible homenaje, este film de 2011 no es más que un refrito aplicado, obediente y dedicado, pero carente de alma y esencia propias. La acción se trasladó desde el brumoso norte de Inglaterra hasta el sudoroso Sur estadounidense, en un emparentamiento que no diría que fuese afortunado. James Marsden intenta emular sin éxito a Dustin Hoffman, pasando de ser un astrofísico a guionista, mientras la insulsa Kate Bosworth pasa desapercibida con un único registro, en un burdo intento de "limpiar" la ambigüedad moral del de Susan George. El descubrimiento, sin embargo, fue un incipiente Alexander Skarsgard, que termina siendo lo mejor de esta dsvaída función, correctamente realizada, pero más bien olvidable e, insisto, completamente prescindible.
Hasta el cartel era calcado...
Saludos.

viernes, 8 de septiembre de 2023

Películas para desengancharse #117


 

Hay al menos dos películas escondidas en el sincopado ritmo de STRAW DOGS, y no precisamente complementarias. Por un lado tenemos un thriller, narrativamente hablando, que explota mucho más tarde de lo usual, creando un clima de tensión creciente, hasta desembocar en un paroxismo terrible. Por el contrario, la atmósfera creada por Peckinpah nos lleva hasta los límites de la reflexión, otorgando al caos un poder omnímodo sobre la disertación filosófica ¿Qué es un hombre? ¿Para qué sirve entenderse? o ¿no tenemos todos nuestras propias razones? En la novela original de Gordon M. Williams (asimismo guionista no lo suficientemente reconocido) ya existía esta vocación, subversiva e incómoda, de aprovechar la palabra interior como símbolo de extrañeza, empujando a sus personajes hasta los límites de la moral. Y no ha envejecido demasiado bien, por mucho que rastreemos infinidad de títulos deudores de su "coreografía de la violencia", pero sigue siendo un film absolutamente recomendable como viaje iniciático para quienes pretendan establecer algún tipo de normativa curricular en estos tiempos de tanta planicie creativa. Es lo que siempre ha diferenciado a Peckinpah de otros coetáneos suyos, esa disposición a regalar con generosidad, por supuesto un trabajo retorcido y angustioso, pero también un salto adelante para derribar viejos clichés y estereotipos. 
Y es un film que engancha sí o sí.
Saludos.

jueves, 7 de septiembre de 2023

Adorable y despreciable


 

A MAN CALLED OTTO es una película tramposa, que ves venir de lejos por mucho que juegue a una inversión de roles pero que muy mal entendida. O David Magee no vio la original, o tanto le dio, porque si ya parece complicado integrar a Tom Hanks en la piel de un misántropo, peor aún es redimirlo a base de gags desconcertantes, que terminan por convertir a Otto Anderson en un entrañable abuelete. Es sintomático, por tanto, que Hollywood carece de ideas propias, y en su afán de apropiación no escatima la oportunidad de "blanquear" cada título que cae en sus redes. O dicho de otro modo: Habría sido un buen film, correcto, en la línea de Marc Forster, de no mediar la original, infinitamente más dura y descarnada, por lo que es un fiasco a medias. Bien como ente autónomo, desastrosa como remake. Y eso que Hanks hace lo que puede, que no es poco.
Saludos.

miércoles, 6 de septiembre de 2023

Raoul Walsh. Escribir la Historia #47


 

Para que vean, ustedes que son jóvenes, que el asunto éste de la monetización no se inventó ayer, tenemos un ejemplo palmario en ONE SUNDAY AFTERNOON, de 1948, que no era más que el remake que Raoul Walsh realizó de THE STRAWBERRY BLONDE, filmada siete años antes. Las diferencias, aunque notorias, no consiguen que dejemos de escamarnos, básicamente porque estamos ante dos películas prácticamente calcadas, tanto en planteamiento como desarrollo y factura final. Sin embargo, la fotografía a color de los habituales Cline y Hickox le viene como anillo al dedo a la decisión de realizar, esta vez, un musical, tan desenfadado y ligero que hubiese sido imposible con James Cagney a la cabeza. Aquí el protagonista era Dennis Morgan, acompañado por Janis Paige y Dorothy Malone. Un reparto sensiblemente inferior al original, donde además de Cagney, recordemos que brillaban Olivia De Havilland y Rita Hayworth. En fin, un divertimento sin mayores pretensiones, que en este Septiembre que amenaza cambiarlo todo puede suponer un contrapeso necesario...
Saludos.

martes, 5 de septiembre de 2023

Cine mudo


 

La sensación que queda tras ver PLEMYA (LA TRIBU) es que el director ha intentado por todos los medios sortear la diatriba del reto formal, consiguiéndolo sólo a medias. Sin diálogos audibles ni subtítulos disponibles, de no manejarse el lenguaje de signos es imposible entender qué se dicen los personajes, sordomudos todos, aunque a su favor juega que, sorprendentemente, es relativamente sencillo seguir la historia. Entiendo que la idea era montar un despiadado retrato generacional, situado en una residencia para sordos sin hogar, donde inmediatamente sabemos que opera un microcosmos mafioso, al que llega el protagonista, un adolescente que ha de adaptarse a unas reglas basadas en la violencia, el robo y la prostitución. Un pelín larga, se muestra reiterativa y sin aportar novedades argumentales, como si debiéramos entender que estamos ante una trampa de la que es imposible escapar. Como una bomba de relojería, abundan las escenas crudas, sin concesiones, algunas difíciles de sostenerle la mirada (especialmente el durísimo final), pero le falla la imposibilidad de sustraerse al reto cinematográfico. Filmar sin palabras, o la posible variante del cine mudo que nadie había imaginado antes.
Saludos.

lunes, 4 de septiembre de 2023

Ediciones Novaro


 

Tienes un puñado de buenas ideas. Se te ocurre dar un giro cómico al mito de Drácula, infestarlo de gore bestia y jugártela como el tipo que indicó el camino para que la Universal revitalizara de una vez a sus monstruos clásicos. Se te ocurre también darle el protagonismo al sirviente, en vez de al amo, satisfaciendo a quienes demandaban su importancia, a menudo relegada a pobres esbozos. Para colmo, consigues que Nicolas Cage dé vida al inmortal conde, con una mezcla increíble de monstruo sanguinario, seductor refinado y... bueno, eso que no tiene nombre y sólo hace Nicolas Cage. Así que RENFIELD debería ser la bomba, porque imagino que así lo habría imaginado Robert Kirkman con lubricidad de comic independiente. El resultado, sin embargo, está lejos de esta quimera, y se emparenta con cualquier film de acción chusca, con sus ruiditos y sus efectos digitales y todo lo demás. O mejor dicho: tienes el concepto, pero sucumbes a las sirenas del mainstream. Y aun así, sin ser el protagonista (otro error), los pildorazos de Cage son oro puro. Me he tenido que poner en bucle algunos momentos suyos, tan sólo para convencerme de que el tipo es un majara o un genio, pero desde luego está muy lejos de todos los encasillamientos a los que aludía anteriormente.
Es mala y buena a la vez, pero es mejor verla sin esperar grandes cosas.
Saludos.

domingo, 3 de septiembre de 2023

Rincón del freak #562: En el espacio nadie puede oír tu risa involuntaria


 

Pongamos que hablo de una misión espacial que no se sabe para qué sirve. Los astronautas son dos tipos la mar de dicharacheros, que hacen bromas y se llaman por los apodos ("Einstein y Penetrador"...), hasta que llegan a la Luna. Allí descubren una momia que flota en el espacio y un huevo marrón, como de poliespán. Una vez en casa, aparte de emborracharse en clubs de estriptis, hacen flexiones y luego se van a la Nasa, donde siempre hay un tipo en mangas de camisa mascando chicle y sosteniendo una taza de algo. Observan extrañados momia y huevo, hasta que la primera es despertada por el segundo, para resucitar convertido en un robot de brazos rígidos y movilidad remitente a una Gran Invalidez. Le disparan y lo matan, para, seguidamente, volver a irse a la Luna ¿Por qué? No lo sé. Esta misión es mejor, porque es en una nave de papel Albal, y descubren una base selenita milenaria, una señora metida en una urna y la forma de volver sin nave. Aunque lo más extraño no sea nada de lo antes descrito, sino ver a un astronauta disparar una ametralladora en la superficie lunar como si nada. 
Por si se lo preguntan, la película (siendo generosos) se titulaba MOONTRAP, y debió servirle a Bruce Campbell y Walter Koenig para pagar un recibo de la luz.
Más que mala, es grotesca...
Saludos.

sábado, 2 de septiembre de 2023

De pereza y abismos


 

Más que no saber hacia dónde se dirige, el caso de RAYMOND & RAY es el de una película que pasea por un barrio que no es el suyo, pero con la falsa altanería de quien ofrece certezas indubitables. Le suele ocurrir al cine de Rodrigo García, capaz de tirar por la borda proyectos con los que otros directores más dotados no pueden más que soñar. Tener como pareja protagonista a Ethan Hawke y Ewan McGregor debería ser aval suficiente, pero hay algo tremendamente impostado en esta cansina dramedia sobre reencuentros a la sombra del padre muerto. La única gracia parece provenir de la naturaleza bastarda de dos hermanos que no lo son, y del hilo de vástagos, hasta entonces desconocidos, que aparecen en un funeral que más que troncal es un tronco en sí. No es una comedia, pero García se empeña en sembrar un puñado de chistes a cual peor; no es un drama, pero tenemos algunos momentos de pesada solemnidad, con sus correspondientes frases lapidarias y eso. Es decir, que la cotidianidad para este señor sólo puede concebirse desde lo extraordinario, de igual modo que ves venir las frases a lo lejos, de manual. Al menos no hay flashbacks, que ya habría sido el colmo, y eso la salva del descalabro absoluto, pero... ¿hacía falta volver a recrearse en el fantasma de Chet Baker?...
Sosa como un puchero australiano.
Saludos.

viernes, 1 de septiembre de 2023

Películas para desengancharse #116


 

Con la precisión de un cirujano, Stanley Kubrick, con apenas 28 años, observaba la posibilidad de reinventar el cine negro. Suena pretencioso, pero aún más lo sería abordar seriamente que aquel joven director llegaría a desplazar el eje de toda la historia del séptimo arte. THE KILLING es eso, confiar en las armas del montaje y el guion, deshojar todo lo accesorio de una historia para establecer una cronología de la inevitabilidad del destino, traspasándolo con apuntes de tragedia clásica. Lejos de ser un coñazo insoportablemente pretencioso, el adjetivo más afortunado sería capcioso, en el sentido de mantener al espectador en un estado de credulidad favorable o magnetismo formalista. Su argumento es sencillo, pero no su desarrollo, y su escuela es ésa, instruir a quien tenga el talento suficiente para explorar la complejidad de ser sencillo. Historia de un robo, o más bien de su preparación, convirtiéndose en un retrato psicológico impecable, desembocando en un final antológico, metronómico, y, cómo no, con un vuelco final de acontecimientos tan absurdo como desolador. 
Es una obra maestra, una cima con pocos adherentes antes o después; en mi opinión, el gran detonador de la modernidad clásica... sea eso lo que sea...
Intemporal.
Saludos.

jueves, 31 de agosto de 2023

Los ladrones improbables


 

Otra película de esas que no se sabe qué son, ni qué quieren ser, mientras sus imágenes se deslizan ante cualquier mirada incrédula con vocación de desaparecer como Cenicienta a las doce. WHERE THE MONEY IS contenía un triángulo protagonista la mar de interesante, pero que desecha su suerte a las primeras de cambio, por indefinición y por incompetencia de un director por otra parte con una filmografía bastante más interesante. Producida por los hermanos Scott, nos habla de una pareja de largo recorrido (Dermot Mulroney y una sensual Linda Fiorentino), cuya aburrida vida cambia drásticamente cuando a la residencia donde trabaja ella llega un atracador de bancos que ha sufrido una apoplejía severa (Paul Newman en un papel poco agradecido). Ella desconfía de este misterioso hombre, y no para hasta destapar su secreto, aunque lejos de delatarle, su intención es convertirse ella misma en atracadora. Una historia tan inverosímil como desganada, con un tono incomprensiblemente festivalero, con una fijación enfermiza por levantarle la falda a la Fiorentino, y donde ningún actor parece creerse realmente por qué está allí. Es perfecta, sin embargo, para dejar como fondo introductorio a una placentera siesta en este verano que poco a poco va languideciendo...
Saludos.

miércoles, 30 de agosto de 2023

Raoul Walsh. Escribir la Historia #46


 

En FIGHTER SQUADRON, Raoul Walsh abundaba en ese cine que proliferó tras la WWII, películas bélicas en las que se ensalzaba la gesta de los vencedores, aunque con menor carga de ridiculización del enemigo. Es un film correcto, que aprovecha los diálogos para implantar un tono desenfadado, generalmente en los tiempos muertos entre unos combates aéreos primorosamente filmados, y que son los mejor de esta película con diferencia. No es de los títulos más recordados de su director, y en cierto modo parece más un refrito de algunas cintas anteriores suyas, con el único añadido de una notable fotografía en color de Wilfred M. Cline y Sidney Hickox, en la que uno se ocupaba de las escenas convencionales y el otro de los combates en el aire. Además, cuenta con otra espléndida partitura del maestro Max Steiner. En el apartado interpretativo, destacar a Edmond O'Brien y Robert Stack, además de presentar en uno de sus primeros papeles a un joven Rock Hudson, con una participación casi testimonial.
Entretenida y poco más.
Saludos.

martes, 29 de agosto de 2023

Dame la mano...


 

Intención, reflexión y resolución. Con esa regla de tres uno puede enfrentarse a la mayoría de películas "enmascaradas", hypes forzosos, que son el pan nuestro de cada día. TALK TO ME es el perfecto ejemplo de esto que digo, títulos que vienen con la intención de "reverdecer" un género, pero que tras un simple ejercicio reflexivo no resuelven el nudo gordiano de su significante, generalmente un pastiche repleto de lugares comunes. Ni terror elevado, ni artesanía eficaz, el debut en la dirección de los hermanos Philippou es un relato sorprendentemente ingenuo sobre los puentes entre el mundo de los vivos y el de los muertos, basando todos sus hallazgos en una retahíla de jumpscares bastante predecibles y un guion al que cuesta seguirle el hilo, no por complicado sino por farragoso. Más metáfora de los peligros de la inmadurez que contundente violación de códigos morales, hay un buen puñado de films recientes que le pasan a éste por derecha e izquierda sin mucho esfuerzo. Y sí, se me ocurre Jordan Peele como gran plagiado, pero también Ari Aster, James Wan o David Robert Mitchell, cuya sombra sigue siendo alargada.
Sólo para un público nada exigente.
Saludos.

lunes, 28 de agosto de 2023

Qué sabe naide


 

En algún momento debería plantearme iniciar un monográfico de esos muy vagos, y de los que sólo tengo claro el encabezado. "Películas que no van a ninguna parte", se titularía, y sobran más explicaciones. Me refiero a ese vasto océano de títulos ignotos, perdidos en ese limbo que media entre los dvd's en mercadillos y el Pirate Bay... Miríadas, incontables hileras de producciones que nadie vio, y que de verse se olvidaron aún más rápido. Lo extraño es encontrarte con una película como STOLEN, olvidado saldillo de 2009, que sin embargo, y por razones casi ufológicas, tenía un reparto que ya quisiera mucha gente más preparada que Anders Anderson, que parece un tenista ochentero pero es un señor que "dirigió" una película y luego se fue a cuidar un olivar en Santorini. Refrito de muchas cosas, como el cine de asesinos en serie o los policíacos de desapariciones misteriosas, básicamente es una sosez sin pies ni cabeza, con un guion malísimo y que, como ya saben, yo pongo aquí para que ustedes no la vean. Y ahora díganme ¿Qué hacían aquí gente como Josh Lucas, Jon Hamm, Jessica Chastain o Holt McCallany?... Yo no lo sé, pero se vienen cositas...
Saludos.

domingo, 27 de agosto de 2023

Rincón del freak #561: Días tranquilos en el campo


 

El rape & revenge como estilo. Puede sonar raro, pero más aún lo era en 1978, cuando se estrenó I SPIT ON YOUR GRAVE, que puede que encabece el luego largo rastro de este tipo de films, y que mostró algunas claves que parecían improbables. Lo primero que me viene a la mente es la frase "Llegó, vio y venció", aunque el camino deba ser tortuoso, porque más que terror, estamos ante una venganza cocinada a fuego lento. Antes asistimos a la violación grupal más larga que recuerdo haber visto en una pantalla, y que, aparte de dejar a Gaspar Noé como un mojigato, no concibo en esta época de corrección autoimpuesta, de no ser bordeando la parodia involuntaria. Curioso, porque 45 años después parece dos cosas que no creo que realmente sea. Parece más brutal de lo que finalmente termina siendo, y parece contener algún tipo de pretensión artística, por el alargamiento de su premisa argumental, sumado a un desenlace tan precipitado que se sigue reivindicando como modelo a seguir. La inacabable hilera de secuelas, casi todas indefendibles, dan clara idea de ello, pero me temo que esa sea una historia que tardaremos en contar... Por cierto, la protagonista era nieta de Buster Keaton, que luego me dicen que me enrosco y no aporto datos...
Saludos.

sábado, 26 de agosto de 2023

Diez mil metros


 

Aunque parezca mentira, hay una historia bullendo entre el torrente de imágenes apabullantes de SPIDER-MAN: ACROSS THE SPIDER-VERSE. Tarda, pero sale, y es entonces cuando hay un sentido más allá de la exhibición, donde los personajes se ubican definitivamente y podemos disfrutar de un guion que mira directamente a su personaje principal, los seriales en viñeta al que pertenece, y por tanto a la tensión propia del "continuará". Al igual que ocurría con su predecesora, es difícil sustraerse al aspecto técnico, que aquí incluso es más espectacular; diríamos que todo parece destinado a la hipnosis provocada por unas imágenes sin descanso, formidables en la construcción de una técnica inaudita. Lo mejor, sin embargo, es el ingenioso encadenado de su extraño prólogo, el farragoso y explicativo tramo central y el espectacular desenlace (falso, ya lo sabemos), que ofrece certezas más que explicaciones. Se puede hacer complicada de seguir, lo que podría desanimar a gente que, como yo, no es fanática del producto, pero insisto en que merece mucho su visionado, más por lo que promete en sesiones venideras, y me parece un valor añadido que no esperaba.
Saludos.

viernes, 25 de agosto de 2023

Películas para desengancharse #115


 

Adaptando (y adoptando) el vagón de cola de la crítica, trasnochada y abúlica, de Carlos Boyero, me parece a mí que es absurdo hablar de EL CRÍTICO como un documental, por mucho que en ese sentido sea horrible. Prefiero pensar que estoy ante una ficción diabólica, con un señor inane al que dos estipendiables de la cámara han usado para intentar hacer algo a lo Kiarostami. Imposible, porque es lo que tiene la linealidad literal de lo subjetivo, que ni conmueve ni informa, tan sólo sacia buches impotentes. Así, EL CRÍTICO es como un eructo sin disculpa, una película aprisionada por la necesidad de no molestar al molesto entre los molestos. Y me pregunto por qué. Me pregunto, sobre todo, para qué preguntarle, a no ser que los pactos puedan formar parte también de una no ficción de canal temático. Será paráfrasis o no, pero es lo que tienen las líneas de nicotina, que desvirtúan el sabor de una crónica entripada. A pesar de eso, incluso por eso, me flipa que lo único interesante de esta película sin enganche sea su protagonista. Debe ser por ello que me haya saltado algún que otro protocolo, como dejar pasar más tiempo. Tampoco me parece necesario...
Saludos.

jueves, 24 de agosto de 2023

Avenidas del tormento


 

No se está hablando lo suficiente de ello, pero a Kevin Spacey resulta que lo han absuelto de todos los cargos que se le imputaban, creo que todos por acoso sexual. Y resulta también que no dejo de pensar en lo sencillo que ha sido destrozar la carrera de uno de los actores más brillantes de su generación. Y no sé cómo puede repararse algo tan terrible, tan injusto y tan repugnante. Y siempre habrá alguien que diga lo de a toro pasado y blablablá, pero lo de la lapidación mediática es uno de los síntomas de una sociedad enferma por creerse demasiado lista, cuando sólo es listilla. Me parecía, por tanto, poco menos que de justicia traer aquí a este gran actor, aunque sólo fuera hablando un poco de uno de sus trabajos. Algún paralelismo hay entre la deriva  de Spacey y la de su personaje en MARGIN CALL, la deslumbrante ópera prima de J.C. Chandor, donde se diseccionaba con precisión quirúrgica la enfermedad, desde el punto de vista de la debacle financiera de 2008, y más concretamente un agresivo banco de inversión, cuyas cuentas internas destapan el desastre que está por venir. Con un tono casi contemplativo, Chandor delega cualquier juicio de valor en la vertiginosa crónica de ese día inacabable, haciendo hablar a sus personajes, pero también mostrando su reflexión interna ante algo que definitivamente les supera. Una película madura, inesperada e incómoda, con un reparto estelar y unos personajes complejos bien dibujados, entre los que sobresale el ejecutivo leal, que un buen día asiste atónito a la gran mentira sobre la que se ha sustentado su vida misma. No estarían de más algunas disculpas, pero ni las hubo entonces ni las habrá ahora, por lo que me temo que podemos esperar sentados...
Saludos.

miércoles, 23 de agosto de 2023

Raoul Walsh. Escribir la Historia #45


 

Con un tono extrañamente sombrío, gracias sobre todo al guion de Niven Busch, Raoul Walsh acometió el rodaje de PURSUED, uno de eso westerns "atípicos", más centrado en ofrecer una psicología del héroe, aquí un deliciosamente ambiguo Robert Mitchum, que de apoyarse en los tropos mitológicos propios del género. Este "perseguido" nos pone en situación desde el arranque, con un flashback recurrente y misterioso, que lo atormenta desde una niñez marcada por ser testigo de la masacre de su familia y cargar con la maldición de ser buscado sin descanso por el asesino, quien juró borrar de la Tierra a toda su estirpe. Así como ambigua es la relación que establece con sus hermanos de acogida, enamorándose de ella y obteniendo los celos de él, lo que de nuevo le pesará como otra maldición añadida. Walsh filma casi más una película de suspense, con un Mitchum imperial, con los anclajes de Teresa Wright y, sobre todo, una escalofriante Judith Anderson, en un maremágnum de odios, traiciones y tragedias que parecen prácticamente inevitables. Una película sólida como el acero, quizá a un paso de ser magistral, pero en cuyas imágenes podemos rastrear muchos títulos de este western de nuevo cuño, siempre pugnando por saltarse directrices preestablecidas.
Imprescindible.
Saludos.

miércoles, 9 de agosto de 2023

Raoul Walsh. Escribir la Historia #44


 

Sin ser un título mayor en la filmografía de Raoul Walsh, el tiempo no ha tratado tan mal a CHEYENNE, de 1947, un atípico western cuyo heterodoxo guion adelantaba a esas películas "dentro y fuera del género", donde se daban la mano el romance, la comedia y, claro, las aventuras, en un tono ligeramente desenfadado y más preocupado de conciliar opuestos. Con un reparto que con la excepción de Jane Wyman, podría considerarse de segunda fila, Walsh nos cuenta la estrambótica peripecia de un jugador profesional, que intenta redimir su ruina económica atrapando a un misterioso malhechor, conocido simplemente como "el poeta", y que trae de cabeza a las autoridades locales. Sin embargo, la llegada de una atractiva cantante y una joven que busca a su futuro marido desatará unas circunstancias inesperadas, y no tan sencillas de encajar por el improvisado detective, que al mismo tiempo levanta las sospechas del sheriff, que le atribuye la autoría de los robos. No sé si lo que falla es la inconcreción argumental, pero CHEYENNE se queda en un quiero y no puedo, con momentos magníficamente rodados, como los asaltos a la diligencia, y con una banda sonora estupenda a cargo del maestro Max Steiner. Nada de esto es suficiente para elevarla desde el ostracismo que ha sufrido desde entonces, a la sombra de obras capitales, como la que se asomará por aquí la semana que viene, y que les contaremos entonces...
Saludos.

martes, 8 de agosto de 2023

Cuestión de tiempo


 

Habría que atreverse a abrir los comics, indagar en, sí, la multiplicidad de historias, argumentos, motivos. Hacerlo desde el reconocimiento a la autoría de quienes se convirtieron en adalides de la autonomía creativa. Eso, y no otra cosa, debería hacer cualquiera que se quiera presentar como "director de películas de superhéroes". Lo de los multiversos está bien, vale, bien. Incluso fue una tendencia desatada durante un tiempo, un manantial que se creía inagotable y terminó siendo un empacho. Y esto ocurrirá, porque empieza a oler a chamusquina lo de sacar de donde no hay, por muy espectacular que se ofrezca el producto. THE FLASH no es una excepción, y su embarullado argumento viene a ser como un hermano muy menor, practicamente deudor, de REGRESO AL FUTURO, con la que se permite hacer varios chistes sin mucha gracia. Al menos, Andy Muschietti es un director lo bastante dotado como para no dejar caer el ritmo, facturar al menos una fruslería sin pretensiones, como un divertimento, caro, pero con vocación de entretener apenas. Con las ya canónicas (y no siempre justificadas) dos horas y media, es demasiado larga, y al menos la mitad se intuye como un gigantesco relleno, con muchas apariciones estelares, eso sí, pero sin nada en su interior que no hayamos visto antes. Para colmo, puede que Ezra Miller sea uno de los protagonistas más insufribles que yo haya visto jamás, excepto cuando hace de psicópata, claro... En resumen, una de esas cosas que se ven y se olvidan, y que sólo puede ser recomendable para fans irredentos.Pero eso ya lo sabíamos...
Saludos.

lunes, 7 de agosto de 2023

Arreglando el universo


 

Puede que GUARDIANS OF THE GALAXY Vol.3 sea mejor que las otras dos entregas. No importa. Lo importante es que James Gunn consolida un discurso, una manera de hacer el cine de superhéroes siendo útil, divertido y entretenido al mismo tiempo. Esta tercera parte utiliza todos los aciertos en su favor, e incluso aporta un diseño de producción original y repleto de intención, menos interesado en lo digital y más en volver a decorados de corte retrofuturista. La banda sonora, nuevamente compuesta por piezas más o menos conocidas, forma parte de la idiosincrasia creada por Gunn, y que luego ha sido copiada tantas veces. Pese a contar con un villano de altura (el Alto Evolucionador), no es tan importante como la excusa argumental de la lucha contra la muerte de Rocket, que es el verdadero motor de esta nueva aventura, más coral aún y con mayores aportes estructurales. Y aunque es cierto que no inventa nada, es un entretenimiento de lo mejorcito que se puede ver hoy día, y tiene algún cameo de lo más estimulante, y que no desvelaré por si no la han visto.
¿Habrá cuarta parte? Esperemos que sí...
Saludos.

domingo, 6 de agosto de 2023

Rincón del freak #560: La increiblemente aburrida vida de las flores silvestres


 

Aunque no era mi intención, me ha sido imposible sustraerme a colocar esta película en un caluroso domingo veraniego, y paso a explicarlo. Rematando los flecos del último Sitges, me veo ante ENYS MEN, enigmática cinta británica, dirigida por Mark Jenkin, penúltimo enfant terrible del cine "hermético", deudor, entre otros, de Peter Strickland o el dueto Cattet/Forzani. Así es, al menos, en cuanto a la intención esrética, que sorprende por la fidelidad con que es capaz de reproducir un año a principios de los setenta, como si se tratara de un film de aquella época. El problema es su desarrollo, similar al reproductivo de las amebas o la socialización de un par de tardígrados. Es aburrida, repetitiva, indescifrable y con un guion que no es complicado, sino plano hasta lo risible, de encefalograma plano. En pocas líneas, todo lo que vemos es a una señora de mediana edad, cuyo día a día consiste en levantarse, beber un té, observar un pequeño grupo de florecillas, lanzar una piedra a un pozo, escuchar un poquito el transistor y acostarse tras hojear un pequeño libro, que a juzgar por lo que le dura no debe gustarle mucho. Debe haber una página de diálogos para hora y media de película, y esta inalterabilidad sólo se ve perturbada por el marinero que le trae víveres (la "acción" transcurre en la isla del título), la aparición de minúsculos líquenes en las flores, visiones nocturnas de un párroco y una piedra, como lo oyen. Podría haber sido una piedra de aspecto amenazante, como de rituales o algo así, pero se trata de una piedra sin el mayor interés. Exactamente como este film, que me permito recomendarles que esquiven cuanto puedan, aunque no creo que les sea difícil dada su inexpugnabilidad comercial.
Saludos.

sábado, 5 de agosto de 2023

Tengo una muñeca...


 

A un día glorioso le puede seguir un día de mierda. No sé qué ley no escrita es esa, pero es bastante cierta. Si el jueves estaba disfrutando como un enano con Ilegales, seguramente el mejor grupo de rock de este país, ayer me apalizaron en plena calle y me robaron el móvil, lo cual es de todo punto inútil, pero quién soy yo para analizar los designios del latrocinio. Tiempos salvajes, pero nada nuevo bajo el sol; nuevos ladrones hacen el ridículo, robando aparatos que la policía (que no está en peligro) bloqueará ad infinitum. Si espías los juegos de los niños, acabarás meado, u otra cosa peor, cubierto de ristales rotos. Y al final, el cine, salvándonos de nuestras miserias y veleidades, como los buenos amigos, los mejores compañeros. Y en fin, que para solazarme de un trasiego infinito entre comisarías y hospitales, me he puesto con la que podría ser (al fin) el cierre a Sitges. LA NIÑA DE LA COMUNIÓN, que es una pintona película de terror española, con muñecas malditas, secretos enterrados y jovencitos que nos recuerdan muy demasiado a los de Elm Street, incluso por unos ochenta en sus estertores. Entre Chimo Bayo, La Unión o Toreros Muertos para ilustrar un cuentecito que sabe bien lo que quiere y cómo lo quiere contar, y eso se agradece en el terror, sin jugar a ser más listo de lo que se es. La hemos visto muchas veces, el mismo perro (y no Sanxe[nxo]), pero es ideal para echar hora y media sin pensar, que es lo que me hacía falta en un sabado miserable y achicharrante... Y termino preguntándome a quién cojones se le ocurre venir de vacaciones a Sevilla en Agosto... no me extraña que los atraquen también, pero yo ya estaba por aquí mucho antes y me veo con ese dudoso derecho...
Saludos, y no se preocupen que son sólo magulladuras y un cabreo de mierda... Y no se vive tan mal sin móvil ¿eh?...

viernes, 4 de agosto de 2023

Películas para desengancharse #114


 

Encabezaría esta reseña haciendo acopio de todo lo que falta, de los márgenes, los arroyuelos fuera del celuloide. De la mítica también, o la épica, o la floritura del autor que aporta soluciones donde otros respiran fórmula. Me faltaría siempre algo para devanar la redondez pluscuamperfecta, lisa, rotunda, infatigable de una obra maestra como NORTH BY NORTHWEST, y siempre nos faltaría por ser referente y espejo para los buscadores. Desde Spielberg hasta Tarantino. Desde Scorsese hasta Lynch. Cualquiera puede malear los fotogramas, el porqué de su distribución, de el no-tiempo al antojo de un demiurgo con absoluto control de los tiempos. Dominar la técnica para subvertirla, ajustar milimétricamente el plano para desencajarlo con un golpe inesperado. La raíz semántica del cine como lenguaje está implícita en la absurda historia de un hombre que no es, y que se ve obligado a ser otro para finalmente encontrarse a sí mismo. Los villanos dudan, los héroes se manchan, las autoridades prefieren no involucrarse y los secundarios trascienden el boceto secundario para irrigar la historia con capas y matices aún más inesperados. Incluso el arranque parece aseverar que Herrmann posea a Philip Glass, y el desenlace es como un spoof involuntario, aplicando la guadaña a untrasiego de dos horas y cuarto. Es la perfecta historia imperfecta, el film de género por excelencia con mil géneros dentro. Es un logro al que todos quieren engancharse, y que comprendemos menos cuantas más veces lo vemos.
Es un juguete muy caro en una subasta falsa, y es un kilo de hierro pesando más que uno de plomo... o de plumas... Es una obra maestra absoluta, y no nos cansaremos de decirlo. Y es tan obvia, que ha tardado 15 años en aparecer por aquí. 
Una cima.
Saludos.

jueves, 3 de agosto de 2023

Maderamen


 

La cuota de cine finlandés, notoria, se completaba en Sitges con KOPUTUS, rutinario film de horror cuya interesante premisa no evita que caiga en una colección de lugares comunes, todos reconocibles y todos más que amortizados. Como si los directores y guionistas no fuesen capaces de ampliar su propio dispositivo, el elemento sorpresa se diluye en el flashback del arranque, donde vemos a un padre maltratador, que tiene atemorizados a su mujer y tres hijos en la apartada casa que habitan en mitad del bosque. Al volver al presente, seguimos a estos tres hermanos, ya adultos, que vuelven a la casa para venderla, lo que hará aflorar todos los miedos de unos sucesos que nunca quedan suficientemente esclarecidos. A partir de ahí, todo son jumpscares teledirigidos, una banda sonora inquietante y muy poco más, hasta llegar a un desenlace tan raquítico como previsible. Muy poco, excepto si se aspira a rellenar un festival como cuota aceptada y aceptable.
Saludos.

miércoles, 2 de agosto de 2023

Raoul Walsh. Escribir la Historia #43


 

Pese a no estar acreditado (por su expreso deseo, todo hay que decirlo), hay que incluir STALLION ROAD, de 1947. Un mediocre melodrama con Ronald Reagan como protagonista, haciendo de veterinario sin dobleces, un bueno de manual que igual cura un potrillo que embelesa a la joven ranchera de turno (aquí, una Alexis Smith sin glamour). Y eso que la idea parece original, introduciendo nada menos que al personaje del propio autor de la novela y el guion, Stephen Longstreet, interpretado por un soso Zachary Scott. Así las cosas, es difícil reconocer la mano de Walsh, de no ser en alguna escena de peleas y/o acción, y la cosa transcurre con el timón de James V. Kern, típico director segundón, con alguna que otra comedia salvable, y la mayor parte de su carrera en seriales de televisión. Ni siquiera ver a Reagan infectado de Anthrax remonta este más que amortizado título del fondo de catálogo de la Warner...
Saludos.

martes, 1 de agosto de 2023

La vida intestina


 

Uno de los títulos que pasaron más desapercibidos en Sitges fue LA TOUR, el claustrofóbico desafío de Guillaume Nicloux, en clave de survival terrorífico y muy alejado de su habitual tono semidocumental. La premisa es simple: un día, los habitantes de un gigantesco edificio descubren que éste se encuentra rodeado de una extraña "nada", un vacío negro e insondable que todo lo engulle. Esto ya serviría para poner en pie un dispositivo eficiente para un film de género, pero Nicloux va un paso más allá y se centra en la observación minuciosa de los cambios sociales que se van desarrollando en el edificio, donde la supervivencia se ha convertido en la única prioridad. Y advierto que estamos ante un film áspero, sin concesiones, incluso desagradable y con tendencia a un pesimismo nihilista, como si supiéramos desde el principio que no hay ninguna esperanza para unas personas condenadas, y lo peor, sin saber por qué.
Recomendable, pero no para aprensivos.
Saludos.

lunes, 31 de julio de 2023

El deseo y el cuidado


 

SVETLONOC (algo así como SIRENA NOCTURNA) fue una de las triunfadoras en el último festival de Sitges. Su mezcla de horror-folk y reivindicación feminista alude a cierta denuncia de conductas en el ámbito rural, donde la ignorancia suele devenir en una brutalidad injustificada. La directora nos habla de una joven que vuelve a la casa donde creció junto a su madre adoptiva, acusada de brujería, para comprobar lo poco que ha cambiado la reducida comunidad, que la rechaza injustamente. La película contiene momentos de gran belleza visual, sin llegar a resultar nunca empalagosa, aunque le falla la claridad narrativa, llevándola a una confusión excesiva, teniendo en cuenta que es una historia bastante lineal. A destacar el trabajo de las dos actrices protagonistas, Natalia Germani y Eva Mores, que fueron galardonadas ex-aequo, que trasladan la confusión, la lucha y también los valores de una feminidad al tanto de cuidar de los suyos, pero que no desdeña la explosión del deseo sexual y liberador, justo donde la endogamia más violenta es el pan de cada día.
Muy interesante película, tanto como para seguir trayectorias.
Saludos.

domingo, 30 de julio de 2023

Rincón del freak #559: El padrastro de aquello


 

Como buena película unineuronal, un solo pensamiento me sobrevino tras ver MORTADELO Y FILEMÓN. MISIÓN: SALVAR LA TIERRA. Me preguntaba cómo sería, ahora que el gran Ibáñez ya no está, un apócrifo acercamiento muy serio, y muy destroyer, a los agentes de la T.I.A. Imaginemos a Grant Morrison, por ejemplo, ubicando a nuestros protagonistas entre un thriller metafísico, mientras apuran un whisky a media luz, acopiando sus anécdotas con rictus cansado, hartos de acumular golpizas. Sería una posibilidad, muy de hacerse cargo de que finiquitaría cualquier carrera, pero que sería lo único que yo aceptaría en imagen real, dado lo imposible de seguir el anárquico ritmo de la viñeta. Ésta es aún peor, con un trasiego de sketches gastados, demasiado vistos, sin aportar maldita sea la cosa por lo que pudiese merecer la pena perder algo más de media hora en algo así. Para colmo hay animación integrada, pero de la mala, como de los ochenta, pero mala. Y mandaron a tomar viento a Benito Pocino, porque el hombre se veía mal pagado, y alguien decidió que Edu Soto con látex valía, y que como no somos nada... y sapristi... y merluzos... y que no la vean y lean los tebeos...
Terrible,
Saludos.

sábado, 29 de julio de 2023

El espejo roto #26


 

Nida es una tímida dependienta de zapatería en un aburrido pueblo del norte de Inglaterra. Por su raza es despreciada, ninguneada, amenazada. Incluso por el olor de sus comidas, es relegada a un oscuro sótano para su descanso. Allí, por casualidad, aparece un extraño objeto, que resulta ser la puerta para invocar a un demonio, Gaap, que intenta convencerla de que realice tres sacrificios humanos en tres días, o de lo contrario se desatará el fin del mundo.
Y ustedes pensarán, igual que yo, que "Demon 79", capítulo final de esta T6, determina que Charlie Brooker ha jugado con las expectativas de un público fiel para cocinar un próximo estadio creativo. No tiene nada que ver con su calidad intrínseca, sino con el producto que nos están vendiendo y qué espacio creemos que le pertenece habitar. Es un buen capítulo, con un hilarante sentido del humor, algunos giros realmente retorcidos, y un tono general más que satisfactorio. Mi desconcierto proviene desde la misma apertura, con los filtros del encabezado semejando de soslayo algún grindhouse, un poco a lo Ti West, y que nos sumerge en una perspectiva que no habíamos visto antes en BLACK MIRROR. Es lo que ha predominado esta temporada, cierta sensación de desnortamiento, de ir deliberadamente al despiste, o de no saber dar carpetazo definitivo a una franquicia que siempre ha tenido que superarse a sí misma. O en pocas palabras: demasiados experimentos y poca gaseosa...
De nuevo me ocurre que este episodio habría sido mejor como film autónomo.
Saludos.

viernes, 28 de julio de 2023

Películas para desengancharse #113


 

Hoy día, no es aventurado afirmar que una de las señas más reconocibles del cine actual más corrosivo y crítico, al menos en su vertiente más desencantada, la encontramos en los primeros títulos de Denys Arcand, uno de los "irreductibles" del cine canadiense. Gran parte del nuevo cine rumano está ahí, con sus planos elaborados, personajes multidimensionales y multitud de capas metatextuales; también autores tan premiados como Ruben Östlund o Alexander Payne, que de diferente forma se han nutrido de sus demoledores informes sobre el estado de las cosas. En ese sentido, podría haber incluido otros títulos suyos más conocidos, pero me parece que JÉSUS DE MONTRÉAL contiene todos los ingredientes para que una "nueva audiencia" se desenganche de vicios propios y adquiridos. Con la excusa de una modesta obra de teatro, auspiciada por una parroquia en busca de atraer feligreses, uno de los más prometedores actores acepta el reto, a cambio de tener independencia creativa. El resultado es un fascinante ejemplo de vanguardia, que casi sin pretenderlo pone en solfa las miserias de la iglesia en particular y la sociedad  en general. Así, Arcand propone un vistazo a nuestra hipocresía de todos los días, encarnándola en un actor que, como un Jesucristo trasplantado a un tiempo que no entiende, rechaza las tentaciones de fama o riqueza, mientras aboga por la dignidad de sus compañeros y la integridad de la obra original. Puede ser una experiencia epatante, tanto como irritante, pero me atrevo a decir que no les dejará indiferente, tanto si ya la habían visto como si no.
Pujante y actual, merece la pena darle un vistazo.
Saludos.

jueves, 27 de julio de 2023

La familia lo es todo


 

Con vocación inequívoca de serie B, llega LITTLE BONE LODGE, una pequeña película con tantos aciertos como gruesos errores, que parece un telefilm que pretende hacerse pasar por cine. Se trata de un thriller al uso, del que vamos conociendo los detalles con morosidad algo exasperante, y que se desata en un tramo final que eleva un poco el tono, gracias a un giro de guion quizá no tan ingenioso, pero al menos efectivo. La excusa es la llegada de dos delincuentes a una apartada granja, donde vive una mujer, su hija adolescente y su marido, en estado semivegetativo. Los recién llegados acaban de huir tras dar un golpe, y uno de ellos está gravemente herido; pero lo que podría suponer una amenaza para esta familia no es lo peor que esconde un suceso tan inesperado como diabólico. La película se aprovecha, fundamentalmente, del elemento sorpresa y de la estupenda, matizada interpretación de Joely Richardson, que se eleva sin esfuerzo sobre un elenco muy irregular. Por contra, la realización es rutinaria y poco imaginativa, lo que la deja en un lugar templado y tirando a intrascendente, aunque puede ser un buen entretenimiento de verano.
Saludos.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!