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miércoles, 13 de julio de 2022

Huir hacia atrás 4


 

La última adaptación que ha conocido THE 39 STEPS, fue una producción televisiva de la BBC de 2008, que pasa por ser la versión más rutinaria y desganada, al tiempo que se aprovechaba de diversas maniobras apropiadas de cada una de las anteriores. El inexpresivo Rupert Penry-Jones daba vida a un Richard Hannay mejor vestido, pero menos ingenioso; le daba réplica Lydia Leonard, introduciendo un personaje sufragista, porque lo de la cuota ya asomaba por ahí. No hay mucho que explicar al respecto, sobre todo si se está al tanto de la novela de John Buchan y sus resortes narrativos; tan sólo decir que dura unos agradecidos 90 minutos, que las localizaciones y vestuario despiertan envidia (como no podía ser de otra manera), y que el final, además de inventado, es, a partes iguales, inverosímil y tontuelo, y tampoco hacía falta. Dirigía James Hawes, un superhabitual de la pequeña pantalla británica por más de dos décadas, y que tiene trabajos muy superiores, como los dos que hizo para BLACK MIRROR.
Ideal para antes (o después) de la siesta.
Saludos.

miércoles, 13 de enero de 2021

El espejo roto #20


 

"Smithereens" es el segundo episodio de la T5 de BLACK MIRROR. Un episodio cuya relación con las distopías tecnológicas es más bien tangencial, centrando todos sus esfuerzos en la tensión acumulativa más propia de un thriller al uso, y más concretamente el que proviene de un secuestro, y por lo tanto una situación que deriva hacia lo limítrofe ¿Bien? ¿Mal? Hay algo que no termina de funcionar en este episodio, bien sea porque todas sus partes no cuajan (aun disponiendo de 70 minutos), porque no termina de quedar clara la intención de su protagonista (un Andrew Scott, cuya interpretación es lo mejor de lejos), o porque la supuesta denuncia a la omnisciencia de las redes sociales es más bien floja y poco comprometida. Dirige James Hawes, un clásico de la televisión británica, y como punto exótico está la música de Ryuichi Sakamoto, que tampoco es que aporte nada especial. En definitiva, un intento bastante fallido de hibridación entre los films de secuestros y las soledades a las que nos abocan dichas RRSS, y que a lo mejor alguien retoma con más tiempo, talento e ideas. Mientras tanto, estoy seguro de que seguirán dando likes a cosas que ni siquiera existen...
Saludos.

sábado, 22 de abril de 2017

El espejo roto #12



Y, bueno, aparcamos de momento la serie BLACK MIRROR (me reservo el especial de Navidad para más adelante) con uno de sus capítulos más incomprensibles y extraños. A simple vista, y sin querer destacar mucho sobre propuestas similares dentro de la misma serie, Hated in the nation podría haber sido un estupendo largometraje, o incluso una serie en sí misma, pero como capítulo independiente es decepcionante, se hace interminable (y no lo achaco a sus 90 minutos de duración) y es bastante aburrido. Una supuestamente apasionante radiografía de los haters (subraza de gilipollas con demasiado tiempo libre), que aquí llevan al extremo su actividad de descalificación pública, ganándose que alguien se tome la justicia por su mano y los asesine uno a uno. Ya digo, el planteamiento te hace revolverte en el asiento, pero dura poco; la cuestión moral está pobremente desarrollada y deriva en un mediano thriller, de los que en esta misma década hemos visto mejores ejemplos. Un capítulo ambicioso, que se apoya en el talento visual de James Hawes (Penny Dreadful, Doctor Who...) y la presencia de la estupenda Kelly Macdonald, pero cuando uno lleva una hora viendo la función apenas puede hilar cómo empezó con cómo presumiblemente acabará.
¿Esperaremos una cuarta temporada?... Pues por supuesto...
Saludos.

jueves, 2 de febrero de 2012

Sinceridad ante todo



Siempre nos quedará la BBC... o eso es lo que se me viene a la cabeza después de que pasen los chisporroteos convenientemente volátiles de esta hipermoda llamada "series de televisión", que ya empieza a dar sus bocanadas de asfixia creativa repitiendo moldes y consignas. Sin embargo, la mítica cadena británica sigue dando lecciones de brillantez y profesionalidad al margen de senderos preexistentes. Uno de los últimos ejemplos a los que he tenido acceso ha sido el curioso biopic al que han sometido a la oscura y esquinada persona de aquella escritora llamada Enid Blyton. Precursora de los "monstruos del best seller" que hoy día nos son tan familiares, Blyton fue un ejemplo de imaginación al servicio de los buenos sentimientos y valores familiares; sin embargo, su vida personal fue más parecida a un desértico calvario, el que se autoimpuso para lograr, con una obstinación sin límites, el éxito profesional, y el que daba por toda respuesta a quien osara penetrar en sus herméticos dominios. ENID está protagonizada por una fabulosa Helena Bonham Carter, en uno de sus mejores papeles sin ninguna duda; sus habituales excesos de registro encuentran proverbial acomodo en la gélida personalidad de la autora de "Los Cinco" o "Los Siete Secretos", cuyo único consuelo en un mundo de idiotas que no la comprendían era encerrarse a leer las miles de cartas de admiradores que le llegaban a diario. Es mejor no equivocarse con este magnífico telefilm, a pesar de los lastres que le conlleva su formato (y más aún el público al que supuestamente va dirigido), se trata de una propuesta realmente valiente; y es que pocas veces se ha tratado con tanta dureza a un personaje que tenía una apariencia tan simpática. Muy recomendable.
Saludos con dos caras.
... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!