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miércoles, 29 de febrero de 2012

Mis labores y mis cositas



29 de Febrero, año bisiesto pues; no se me ocurría otra película para comentar hoy, la verdad...
Efectivamente, AÑO BISIESTO, del australiano que se hizo mexicano, Michael Rowe o "la incapacidad acomplejada de superar todos y cada uno de los tics del cine independiente". No se lleven a engaño, AÑO BISIESTO no es una película arriesgada; los desnudos frontales no son arriesgados, los planos sostenidos de dos minutos no son arriesgados... ¡si no se transmite nada desde ellos! El riesgo es algo que te hace perder de antemano, no puedes controlarlo, igual que no puedes meter un huracán en una pecera y observar desde un confortable sofá cómo arrasa ciudades en miniatura. Rowe no filma una mala película, en absoluto, simplemente equivoca el tono, acalla la fanfarria tantísimo que lo que queda es un escuálido esqueleto que apenas se sostiene; su propuesta es el equivalente a lo que Nagisa Oshima confundió en EL IMPERIO DE LA PASIÓN, que siendo superior a EL IMPERIO DE LOS SENTIDOS carecía del empuje casi caricaturesco de ésta. Cuando Rowe se da cuenta de que ya en mitad de la cinta la cosa no tiene ni puñetera gracia, lo que hace es intensificar el nivel de truculencia, y ahí ya nos perdemos, porque lo mejor de AÑO BISIESTO no es ver mear encima de una mujer trastornada, sino las extrañas y larguísimas conversaciones por teléfono de esa chica llena de contradicciones, cómo sólo escuchando una parte podemos llegar a la conclusión de su egoísmo, su idiotez, sus debilidades. Eso, efectivamente, refulge menos, pero es muchísimo más difícil de rodar. Si tienen curiosidad véanla, pero probablemente no sea lo que esperaban en un principio; para entendernos, una especie de 9 SONGS para el proletario más avezado... y ya está...
366 saludos.
... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!