lunes, 26 de mayo de 2008

Venga ya, hombre

Bueno, hoy estoy dispuesto a jugármela. Como no todo van a ser parabienes y genuflexias, daré mi propia versión sobre "la película de culto española" (me niego a utilizar mayúsculas), es decir ARREBATO del introspectivo Iván Zulueta.
Lo primero que me gustaría reseñar es que la película está mal rodada, lo cual no tiene nada que ver, pienso yo, con intentar remedar la instantaneidad de Warhol o Morrisey, por ejemplo. Y es que las costuras del arty neoyorquino se ven demasiado. Zulueta, proveniente de la publicidad, se deja manosear la creación por una irritante tendencia al exhibicionismo, dejando la trama constantemente inconclusa y recortando la tridimensionalidad de unos ambiguos personajes a los que se les podía haber exigido más.
Luego. No por repetir exhaustivamente cada leit motiv (el primer plano de la cámara, los cromos, las pantallas de luz...) es capaz el director de enfatizar su atmósfera de microcosmos desorganizado; su "cine de los sentidos" se ve así dañado al verse coartado tanto por una incomprensible voz en off que nada aporta, como por la sensación de que los juegos sexuales han sido incrustados con el mero propósito de provocar al reprimido espectador español, pero dejando unas lagunas tremendas en el avance narrativo (a trompicones).
La supuesta inquietud que debería conllevar un personaje como el "interpretado" por Will More (seudónimo de un viejo compañero de juergas del [este sí] imprescindible L. M. Panero) se queda en una extraña "parodia seria", juguetona, bufonesca, pero poco más.
Quizá esté siendo un poco injusto con uno de los pocos ejemplos de experimentación formal que se han dado en España; es cierto que, por ejemplo, para un espectador tipo que desconozca a Godard, a Wenders o a Buñuel, lo que ya sería grave, sí que podría suponer un descubrimiento, una digna puerta a ese otro cine tan necesario como ignorado, pero una vez más siento el irreprimible deseo de asesinar a algún cinéfilo amparado en la nostalgia que no cesa de repetirme, hasta la náusea, la importancia de este film en la transición (como si a Adolfo Suarez le hubiese importado esto alguna vez ¿?).
¿Por qué, aun con todo esto que he dicho, recomiendo su visionado? (por cierto, acaba de salir a la venta en DVD por primera vez) Claramente porque el intento es loable, porque abrió los ojos a gente como Villaronga o, posteriormente, toda la legión de "independentistas" que afortunadamente están intentando saltar la trinchera. Los Serra, Guerin, Aguilera, de Orbe, Rosales y compañía suponen el mejor legado para esta obra que quizá debió salir al extranjero para poder contrastar sus claroscuros, que son muchos.
Este saludo está también en "la pausa"...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Dale caña torete!, queremos un poco de sangre fresca.Hace mucho tiempo que ví "Arrebato" y me dejó poco sabor en la boca, en cambio hace no mucho ví "Vacaciones Permanentes" del gran Jarmusch y la baba me corría por el gañote abajo. Un abrazo Sr.dvd y recuerdos para Leopoldo.

dvd dijo...

Mira por dónde, ahora mismo ponen en la 2 FLORES ROTAS. Curioso cambio de registro del tío Jarmusch.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!