viernes, 23 de mayo de 2008

Ronda nocturna

Un breve resumen a la tipografía que ha dado base a lo que llamamos cine de terror nos desvela: a) que se echa mano demasiado a menudo del susto. b) que los malos han debido tomar mogollón de vitaminas en su infancia. c) que el tonto siempre muere el primero. d) que la repetición sucesiva, hasta la extenuación, de estos cánones empieza ya a producir más temblores de risa que de miedo.
Dicho esto, veamos cómo con una trama sencilla, una ambientación adecuada, un loable gusto por no liar excesivamente la trama y, eso sí, un excelente actor que recoja para sí todo el peso de la acción, el cine de terror alcanza el adjetivo "sublime".
Todo esto y mucho más es THE NIGHT OF THE HUNTER, con la que el denostado y "denostador" Charles Laughton dejó bien claro quién es el jefe.
Robert Mitchum, en el papel de un retorcido predicador, nos enseña, tatuadas en ambas manos, las palabras "amor" y "odio". Esa extraña dualidad marca este relato gótico, desenfocado, incómodo, de una inteligencia que roza el esnobismo y la genialidad, la parodia y la sublimación del horror.
Laughton emplea con acierto recursos del primitivo cine expresionista para enfatizar la atmósfera opresiva que preside todo el film. Por ejemplo: los niños, que serán objeto codiciado del cazador, cruzan el río en barca tras huir del mismo, pero en una maravillosa superposición de imágenes en primer plano aparece una tela de araña, el efecto es tan simple como asombroso.
Actualmente, la tela de araña se puede perfeccionar, dotarla de mayor realismo, claro, es la era de la digitalización, pero el problema es tener algo en la mente, visualizar, pues está sobradamente demostrada la idiotez de la máquina a la hora de crear por sí misma.
En su momento, esta obra maestra fue simplemente ignorada, supongo que fue demasiado impacto para la época (1955) el cóctel de masoquismo, redención, pederastia, iconografía religiosa y crítica social. Laughton se convierte así en precursor de las esquinadas pesadillas fílmicas de maestros postreros como Lynch, Cronenberg, Fincher o Polanski. Su controvertida figura necesitaba de este testamento fílmico para cerrar una caótica e insólita carrera que le llevó a convertirse en uno de los primeros "malditos".
Yo sigo pensando que Laughton se adelantó a su tiempo y marcó una tendencia, subterránea hasta nuestros días, hacia un cine malsano, incómodo, aterrador al describir la impotencia de la víctima y la sinrazón del verdugo.
No digan más que no la conocen, saquen esta maravilla del ostracismo y a temblar.
Nocturnos saludos.

7 comentarios:

wedge dijo...

hay que decir que aparte de ser una magnifica pelicula,fue la unica que dirigio el gran Sir Charles Laughton,genio y maestro de la interpretacion.

Anónimo dijo...

Mis buenos amigos indéfilos, enhorabuena por desempolvar "La Noche del Cazador", sin duda una maravilla que se anticipó al menos (siempre desde mi más profunda ignorancia) veinte años a su época. Y como veo que sois muy buenos en esto, os lanzo una pregunta (sin mala intención, por supuesto): ¿como se llama la canción con la que Powell/Mitchum nos aterrorizó?

Un saludo y seguiremos en contacto...

dvd dijo...

La canción se llama "Leaning on the everlasting arms". Hubo un grupo subterráneo, The Winans, que lo cantaba, pero no apostaría mi pellejo a que fuesen los autores.

Anónimo dijo...

Gracias, dvd. Rebuscando por ahí, según una web de himnos religiosos, la canción es de 1887 (compuesta por Elisa Haffman y Anthony Showalter).

Gracias de nuevo.

Anónimo dijo...

mande?

Gloria dijo...

Una película que aquellos que no la hayan visto deberían descubrir. Y no quiero añadir nada más para no impedir el disfrute de descubrir esta película por primera vez.

Una pequeña corrección: Wedge llama a Laughton "Sir", aunque imagino que lo hace desde el cariño y el respeto al actor, he de decir que, tristemente, Laughton nunca fue honrado por sus compatriotas. Si, pensareis seguro que es inconcebible que un pais que le concede tal honor a cualquier futbolista de medio pelo, se lo niegue a uno de los más ilustres de sus hijos: yo estoy igual que vosotros, pero es así: Una de las razones que se dan es que Laughton se convirtió en ciudadano americano a los 51 años, aunque yo creo que las verdaderas razones eran, por un lado, los orígenes humildes de Laughton (hijo de posdaderos, nieto de sirvientes ingleses y granjeros irlandeses), y por otro el hecho de que Laughton era un inconformista y crítico con el stablishment (de ahí sus excelentes villanos, usualmente personajes poderosos).

En mi blog hay algunos posts relacionados con esta película:
http://rootingforlaughton.blogspot.com/

Gloria dijo...

Gracias por la visita ;D

Como ya les he comentado allá, no es que no me guste nada más allà del opus Laughtoniano, pero creo que el caballero (aunque no "Sir") bien merece un altarcillo blogero.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!