Stephen King puede ir haciendo honor a su apellido en el momento que quiera. A éste sí que habría que inventarlo si no existiese. No porque su prosa me parezca genial (que no lo es), sino porque haciendo lo que hace nadie le sopla desde hace unos treinta años.
Frank Darabont es a día de hoy, sin lugar a dudas, el perfecto adaptador de las pesadillas de King. Este artesano aventajado ha seguido fielmente cada paso de la "biblia" que han escrito similares. Lo primero, curtirse abundantemente en T.V. con telefilmes de cuidada factura y no poca imaginación. Así empezaron grandes de esto como Joe Dante, John Landis, Tobe Hooper y hasta el mismísimo Spielberg. Darabont se parece a todos y sin embargo es capaz de dotar de una extraña personalidad propia sus imágenes.
Me enfrenté a regañadientes y con más reparos que otra cosa a THE MIST, la penúltima colaboración entre el escritor y el cineasta. Cine de terror puramente yanqui, con estrellitas de bajo rango (Thomas Jane, por ejemplo) y nuevos seres monstruosos dispuestos a sorprendernos digitalmente. Lo mejor de este desesperanzado relato transcurre, precisamente, cuando los bichos no se dejan ver, aunque se adivina la intención del director por dotar de ese indefinible halo de serie B que tanto parece gustar a la gente últimamente. La primera hora resulta una ser una claustrofóbica experiencia, con unos personajes encerrados en un supermercado y la incógnita de qué pasará si salen de allí; precisamente ésa es la baza maestra que King inocula a una historia que sin ello no pasaría de entretenimiento juvenil. La tensión la mantienen más que dignamente unos buenos actores y actrices: Marcia Gay Harden en un registro en las antípodas de su soberbio trabajo en MILLER´S CROSSING; Andre Braugher, un habitual secundario con gran solvencia y, sobre todo, Toby Jones, un actor con un físico digamos complicado, en la dificilísima línea interpretativa marcada por fetiches como Laughton, Brennan o Lorre.
Y la historia (que también la hay), al margen del despliegue de efectos y sustillos, va desenvolviéndose como una alfombra, el espectador inteligente se dará cuenta de que algo gordo va a pasar o todo es un enorme fraude. Hay un punto en el que ya los personajes deben decidir por su futuro inmediato y jugársela. Esto es justo unos quince minutos antes de uno de los finales más estremecedores del último cine comercial, que para sí ya le habría gustado filmar a Shyamalan (alias el hombre bucle).
Es posible que tras un final tan abrupto y descorazonador se abra un nuevo re-comienzo en este tipo de cine tan maltratado y malconducido. Así lo espero, desde luego, pues no sólo de tarkovskis y lynches vive el cinéfilo.
Saludos... ¿estáis ahí? No veo nada...
5 comentarios:
Yo estoy
No he visto the mist, pero the Happening me gustó por la no resolución del asunto y por la incógnita de las causas.
¿Es mejor que LA JOVEN DEL AGUA? Porque no termina de convencerme para verla, aunque la veré, claro. Las que más me gustaron a mí fueron SEÑALES y EL PROTEGIDO.
no me extraña que The Mist fracasara en las pantallas yanquis el pasado Halloween, el final es lo menos yanqui que te puedas echar a la cara.
En cuanto al the happening que menciona eduardo a mí me asustó y me intrigó al principio para después desinteresarme y casi cabrearme al final, y no, no es mejor que "La joven del agua"
Thanks, Coxis. Así me la ahorro.
Dale una oportunidad, cohones!
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