miércoles, 13 de agosto de 2008

Gaticos y monetes





Existe toda una megamitomanía subterránea sin un nombre definido que comprendería gran parte de la etapa española del mal llamado "desarrollismo"; aquí, en contra de la "cualificada" opinión de los vejetes suecos, británicos y alemanes que se dejaron la juventud y los cuartos entre fiestas, playitas y solaces varios de mayor o menor índice de lagalidad, fueron muchos, la mayoría me atrevería a decir, los que no se enteraron de nada de esto. En este país, por si no se sabía, el currela siempre lo ha sido y siempre lo será; y esas vanidades de fantasía ibérica se han reservado, principalmente, para los que se hartaron de acumular el dinero que (mira tú por dónde) les habían hecho ganar la mano de obra pagada irrisoriamente y que provenía de... 1,2,3, responda otra vez.
Por aquel entonces se acuñaron términos tan apropiados como el "landismo" o la "españolada". Horrendos ejemplos de una realidad falsa, inventada, que nunca aparecerá en las crónicas cinematográficas de este país con su verdadero rostro, el de la miseria económica, pero sobre todo moral; el de la fantasmada de la libertad sexual, que a día de hoy sigue dando sus coletazos machistas, sólo hay que ver el telediario; así como el comienzo de ese monstruo impío llamado construcción. Y de esto se pueden nutrir miles de blogs, si quieren. Y digo que nada de esto saldrá jamás a la luz si no es con un azogue típicamente engañabobos, porque al único cineasta verdaderamente insobornable de aquel tiempo (y que milagrosamente llega hasta nuestros días), don Basilio Martín Patino, se le ha sometido a esa repugnante gota torturadora llamada ostracismo. Estaba claro que se prefería el catetismo cerril de Martínez Soria (Cómo se puede tirar por tierra un talento como el suyo, probado en las tablas clásicas); el machismo baboso de Landa Y López Vázquez (ídem de ídem); o las "iquinidades" del señor Ignacio F., probablemente, y junto a la inefable saga Ozores, el mayor asesino del cine español.
Spain is different. Claro que es different, un insólito paraíso de la flagelación y el masoquismo más incomprensible. Expertos como somos en tirar piedras a nuestro propio tejado, y pensando inocentemente que lo peor había pasado, encumbramos de nuevo a un tipo sin gracia ni talento, pero con un morro que se lo pisa: Santiago Segura. Incapaz del más mínimo movimiento de cinismo en su ultracasposo cine. Aunque más miedo me dan los inamovibles, como estatuas estatutarias, Martínez-Lázaro, Trueba(s), Colomo, Almodóvar, Saura y compañía. Así como los dignísimos sucesores de tal "saguita", Amenábar y sus múltiples tentáculos a la cabeza y la productora de Emilio Aragón como carcoma imparable de la libre expresión del artista independiente.
Como todo tiene una explicación, aunque casi nadie se pregunte cuál es, he aquí algunos ejemplos de por qué seguimos siendo tercermundistas (entre otras cosas) en materia de cine.
Iba a hablar de TORREMOLINOS 73, que está bastante bien y sí consigue el punto irónico que a Segura y de la Iglesia les va a faltar siempre, sobre todo porque nunca lo tuvieron. De momento, creo que Pablo Berger no ha asomado el hocico por las pantallas ¿otro caso de silenciamiento encubierto?
Saludos nada, pero que nada, nostálgicos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Mister Dvd,¿qué tal está esa película del Basilio llamada "Queridísimos verdugos"?. Qué bisturí tiene el tío!, qué manera de acercarse a la realidad.

dvd dijo...

Un tal Perry de la pradera me la recomendó no hace mucho con gran vehemencia y entusiasmo. Aún no he dado con ella pero todo se andará.
Un abrazo...

Vegetable Man dijo...

Genial tu comentario, yo no lo hubiera expresado mejor. Me hace gracia cuando actorcillos y directoretes de 3 al cuarto hablan de la crisis del cine español y se llenan la boca de decir que la calidad es buena. Todo mentira, aparte porque las productoras solo sacan películas como las que dices, o ya puestos, las estupideces de películas infumable rollo coixet, sacandote en plano una silla durante 30 segundos que no tendrá nada que ver en la historia, dándoselas de gran directora. En general la caspa sigue dominando este país, tanto en el cine como en casi todos los aspectos.

PD: Las únicas que me acerco a ver son las de terror, porque si, me encantan.

dvd dijo...

Vamos, es que los insensibles como nosotros nunca veremos más allá de una silla quieta. Faltaría más.

Capri c'est fini dijo...

Hummmm creo que el gran mal del cine español (y del público español) es estar constantemente comparandose con el monstruo estadounidense. No hay comparación posible ni en época del landismo ni ahora. Convengo contigo el estatuismo de la mayoría de los directores de nombre en España, pero parece que tomar riesgo sólo cuenta para los más jóvenes en vista de la situación general del cine. Segura me parece un cara, con muchísima suerte y que no sé porqué razón ha caído en gracia. Pero Coixet no me parece mala, un poco intelectualoide, pero en fin, que el ejemplo de la silla es algo exagerado. Un saludo.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!