Y tuvo que ser un británico (una vez más) quien volviese a remover el fango sobre el que se asientan los pilares del fundamentalismo norteamericano. Y le premian. Y dicen que les encanta... Será que no se identifican con ese neurótico way of life... aunque sea el suyo.
Sam Mendes, clarísimamente salido de las tablas clásicas en su país de origen, deja (de forma muy acertada) todo el peso de esta falsa comedia llena de claroscuros en manos de sus intérpretes. Pero ¡qué intérpretes!
AMERICAN BEAUTY gira por entero alrededor de Kevin Spacey, que aquí destapa como protagonista lo que había apuntado como secundario.
Y giran otros personajes arquetípicos de esa sociedad creadora del culto hacia lo enfermizo, experta en poner caramelos por todas partes y luego restringir el acceso de forma tajante, caldo de cultivo, sin duda, de depresivos crónicos, maníacos obsesivos y los peores de todos: los padres de familia camuflados.
Porque esta es simplemente la historia de un perfecto hombre de clase media-alta, con su mujer, su hija y su trabajo fijo. Un orden sobre el que Bukowski vino a decir algo así como que no podía entender cómo la gente podía seguir viviendo sin enloquecer. Y lo entendemos cuando vemos la perfecta hilatura que Mendes desgrana con paciencia y quietud británicas, desnudando de todo artificio a un ser hastiado de su monótona existencia. Es curioso cómo esto del cine ha sido capaz de ponernos en una sala oscura frente a nuestros temores e incertidumbres, nuestros fracasos y vergüenzas y haberlo asimilado tan naturalmente.
¿Es un loco el cuarentón que se enamora perdidamente de la amiga de su hija adolescente? Quizá sólo esté siendo consecuente. Quizá haya descubierto su lado sensual, ése que todas las convenciones, educaciones y religiones nos obligan a reprimir en pos de no sé qué cosa de la reputación.
Cuando ya no se pueden esconder los sentimientos todo salta por los aires. Es esta una de las películas que más intensamente han retratado este ambiguo punto de no retorno. Por ello, sigue siendo altamente recomendable su revisión, ya sea por reeducarnos o simplemente entretenernos, bienvenidas ambas, en cualquier caso.
Bellos saludos,
8 comentarios:
En mi línea, voy a tocarte un poco las balls.
Pero no sobre la parte de crítica sino sobre la reflexión política. No piensas que hay una cierta arrogancia europea, e incluso de otros sítios hacia el american way of life?. Porque en el fondo es como el nuestro, sólo que con casas más grandes. Ah, y que son los únicos que se mofan y critican su propio sistema. Haces un comentario interesante, cuando dices que premian la película. Quizá no es que no se identifiquen, sino que son capaces de la autocrítica, el insight (por eso la palabra es anglosajona) y el reírse de sí mismos, cosa de la que somos incapaces los pueblos latinos, con nuestro humor ramplón, alto sentido de hidalguía y poca paja en el ojo propio.
Igualmente, ves a algún arrogante francés haciendo una comedia que ridiculice sus tres besos, sus amores fou y el exceso de Prozac (que recorre Europa)?
Yo creo que lo que nos falta en europa es humildad. Y que hemos encontrado en los USA un chivo expiatorio para culparlo de nuestros vicios. Ellos son nuestro producto y no al revés...
Un saludo, y gracias por estar SIEMPRE escribiendo...
Me encanta American Beauty y aunque te has centrado en el papel de Kevin Spacey, hay un elenco completísimo de personajes dignos de análisis: la madre-neurótica, la adolescente-rebelde, el padre-vecino-autoritario, la amiga-putón-solo en apariencia. Creo que además de ser un crítica profunda al sistema de vida americano, es estéticamente un caramelo, cosa que agradezco mucho sobre todo cuando son película-denuncia. Me permito contestar a Eduardo, con el que en este caso, no estoy nada de acuerdo. Estados Unidos si se caracteriza por algo es por su poca capacidad de autocrítica, salvando algunas excepciones. No es que crea en la superioridad de Europa, pero la fase por la que pasa EEUU ya la superamos en el viejo mundo hace tiempo (por algo es viejo). Puede ser que sea complaciente con nuestro continente, pero es que el amigo americano es aún peor. No es cuestión de buenos y malos y ya es hora de que no consideremos a América como un producto europeo, porque ya tienen su propio vagaje independiente. Detesto la épica estadounidense, su eterno ombliguismo, su ignorancia geográfica e histórica... podría quizá hacer una lista de pecados a la europea... porque existen igualmente. Saludos.
Pues, Capri, yo creo que Family Guy, American Dad, los Simpson, Jon Stewart, el New Yorker, Michael Moore o incluso Seinfeld o Conan O'Brien etc... serían impensables (excepto, quizá en Inglaterra).
En el cine,elaboran sutiles críticas de lo que pasa con sus entresijos políticos o auténticas odas al pacifismo sin recurrir a tener que explicar cada chiste, como se hace en Europa. (Ojo, dvd, no leas lo que no he escrito!!!, hablo de casos puntuales. Lejos de mí hablar mal del cine europeo)
Sobre la etapa en la que está el viejo mundo, creo que es diferente a todas las demás, porque ahí si que veo, por un lado corrección política, por otro avance del control "por seguridad" y reducción de algunos derechos civiles que en los USA fueron contestados, mientras aquí nos vamos a la playa hasta que se acaba el duro. Sólo se hacen las manifestaciones que el poder ordena. Todo eso mezclado con servilismo a los USA que criticamos.
Otro tópico es el de la ignorancia. Jay Leno se paseaba por las calles de LA haciendo preguntas a los jóvenes. Los resultados eran terribles, pero ya hemos intentado eso en España, Portugal, Reino Unido o Grecia? Es que igual había sorpresas. Tengo relación muy directa con el ambiente universitario (fui profesor hasta que me aburrí de ignorantes arrogantes) en Portugal y en España, en éste caso por familia, y puedo asegurar que los estudiantes sólo conocían las capitales de los países en los que habían viajado. Hablarles no ya de un autor, sino del hecho de leer... en fin. Mi hermano es filólogo y me asegura que tuvo compañeros que no leyeron un libro no académico en toda la carrera. En mi caso, y mi curso era bastante brillante, había por lo menos un 30% que no leía nada que no fuese medicina (he aquí porque cuando se juntan médicos hablan del trabajo). Tenía yo un profesor que hcía examenes orales. Cuando se cansaba de barbaridades, decía "hableme usted de cine y le apruebo". Pues ni así.
En EEUU probablemente es parecido, aunque me da la sensación de que un formando en Berkeley o Stanford ha leído algo. Aunque no, teniendo en cuenta que en lo suyo son mejores, la cosa aún es más complicada. Porque nosotros somos mucho más cultos (?), pero profesionalmente estamos a años luz. Y no hablo sólo de medicina.
A veces éstas cosas me suenan a aquella anglofobia reinante en el XIX en España (que Cajal se encargó de eliminar), en la que se les trataba como bárbaros, mientras nosotros ibamos con la navaja en mano, el absolutismo y exigiendo nuestros derechos sobre Australia...
A lo que voy, y concluyendo, que creo que lo que pasa es que ellos se exponen más, y en Europa estamos acostumbrados a ocultar nuestros vicios.
Sobre la geografia es como las lenguas. Cuantos españoles, franceses o alemanes conocen una 2a lengua? Teniendo en cuenta que su primera lengua NO es la de uso universal. Lo del inglés en España es la mofa hasta de los portugueses.
Yo los yanquis que he conocido (universitarios, digo) sabían donde estaba Lisboa mejor que yo donde estaba Houston o cual es la capital del estado de Nueva York. Pocos europeos (me incluyo) conseguimos señalar Tonga en el mapa, pero incluso Botswana nos cuesta...
Además no sé por qué estoy defendiendo mucho a los EEUU, país que no me atrae conceptualmente. Lo que no quiero es creer (como hacen los portugueses sobre Portugal) que vivo en un jardín junto al mar, un secreto que yo sólo sé y que espero que nadie descubra. Porque no.
Acabo de recordar una frase que me dijo un catedrático universitario amigo mío, gran lector y cinéfilo desbordante.
"A algunos alumnos cuando acaban, en vez de el título habría que darles la invalidez permanente"
Basta echar un ojo a las 100 mejores universidades del mundo.
Y como decí Lou Reed en "Blue in the face": No me da miedo Brooklyn, me da miedo Suecia, donde hay hoteles que tienen un cartel con la línea de apoyo al suicida.
Jijiji
Si al final voy a acabar pro-imperio. Quién me ha visto y quien me ve...
Uy Edu, muchas cosas que contestarte y en blog ajeno, espero que la amabilidad de DVD no encuentre límites. Primero decirte que no soy por principios antiamericano (o antiestadounidense, que me da mucha rabia lo del gentilicio robado al continente entero). Muchas de mis películas favoritas, de mis libros, de mi música preferida viene de allí. No puedo juzgar a la totalidad de un país, ni a un continente ni a un grupo de personas. Pero hablando de rasgos generales y a riesgo de equivocarme, no comulgo con el espíritu de Estados Unidos, ni con su ética mercantilista, ni con la filosofía del triunfo. No digo que Europa viva en la santidad, porque al fin y al cabo, compartimos una cultura, la llamada occidental. En cuanto al humor sobre uno mismo, no me gustaría ponerme pedante, pero sí has citado ejemplos, podría ponerte otros de humor hispánico donde somos igual que los Simpsons, Aída mismamente. En cuanto a la educación, por supuesto que hay estupendas universidades en EEUU, faltaría más siendo la primera potencia mundial (acaso la única últimamente) pero también te recuerdo que estas son privadas y a alto coste. Normal que sus estudiantes estudien y sean geniales profesionales, pero también existen los tan conocidos atletas universitarios y las universidades menores como aquella de Ohio que aún están impartiendo el creacionismo. Sobre geografía Europa tampoco se salva, aunque nosotros sabemos donde están ellos y ellos (lo vi en un programa) nos situan en Centroamérica, al sur de México. Te preguntas cuantos españoles conocen una segunda lengua, pues la cosa va cambiando, gracias a Dios y seguro que irá mejor en el futuro. Los estadounidenses se empeñan en decir lo de Hablas mi idioma? como si el inglés fuera de Nueva Jersey... Y no quiero seguir con su política exterior, con su sanidad, su discriminación racial... no quiero que sean mi referente. Y siento no estar de acuerdo con Lou Reed pero a mí si me da miedo Brooklyn, y Suecia me parece un plácido lugar, tenga o no líneas de atención al suicidio. Supongo que nada de esto es blanco o negro, odio profundamente el maniqueismo, y que cada cual tiene sus pecados: la soberbia Europa buscando su sitio y la prepotente Estados Unidos tb. Supongo que al vivir aquí, mi objetividad es una caca, pero en fin. Un saludo, me encanta debatir contigo.
...Yo sólo quería comentar una peli... Que me había gustado, por cierto...
SCHHHHHHHH!
Jijiji
Capri, dile algo, dile que se calle, que no interrumpa!!!
;)
Jajajaja menudos okupas estamos hechos...
Publicar un comentario