Como el asunto de Irak es lo suficientemente triste y estrambótico como para no inspirarme niguna canción, aquí van unos que verdaderamente comulgaron con la (no) filosofía del punk. Me refiero a los cuasidesconocidos Crass, que fueron repetidamente vetados en U.K. por irreverentes, y bien que lo eran. Este es su tema más emblemático, donde no dejan títere con cabeza y escupen sobre los supuestos adalides del punk, tratándolos como simples ídolos generacionales de quita y pon. Bienaventurados los que dominen bien el inglés, porque hay tanta jerga en este tema que resulta difícil capturar su auténtico mensaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario