martes, 23 de diciembre de 2025

Sin compromiso


 

BONE LAKE estuvo en Sitges'24, avalada por una campaña promocional demasiado grande para una película pequeña, aunque con cierta ambición comercial. Curiosamente, más de un año después, este film, deudor entre otros de "hermanos mayores" como BARBARIAN o SEE NO EVIL, sigue sin distribución en nuestro país. Con una primera parte primorosamente escrita, la aparición del nudo gordiano justo a la mitad, que desampara la aparatosa historia en un previsible callejón sin salida, es de lamentar la imbecilidad de cierta estúpida moral estadounidense, en la que por alguna razón no se puede ser ya audaz si no es desde la marginalidad. Curiosa contradicción, porque este film funciona mientras se apoya en el juego de espejos desplegado desde una premisa inicial a la que se le perdona plagiar el de la obra de Zach Cregger, esta vez con el fin de semana idílico de una pareja, que es interrumpido por la aparición de otra, aduciendo algún error en el sistema de reservas. No tan diabólica como aquélla, lo que prima aquí es la moral y fidelidad de las parejas, si lo que sienten es genuino o sólo una máscara que podría caer en cualquier momento. A ello contribuyen cuatro interpretaciones bastante correctas y un clima de extrañeza que aguanta justo hasta el momento decisivo, donde ya la suspensión de la incredulidad hace bajar enteros a un desenlace que hemos visto cientos de veces. 
Se puede ver si no se le exige más de lo que da. Bastante entretenida.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

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