Lo cuento o no van a creerme. Un tipo va por ahí en una moto que habla después de un supuesto apocalipsis nuclear o yo qué sé, porque hay buenos pinares y carreteras de primera, y luego edificios modernuquis... El caso es que la moto es insoportable, porque habla lanzando invectivas con voz de pito, aunque no me extraña porque el tipo es lo que llamaríamos un palo inexpresivo y de voz monocorde. Por cierto, la moto tira explosivos y salta por encima de los coches de unos patrulleros que simplemente están ahí parados. Luego llega a un sitio como el cielo, con viejos en túnica que le curan las heridas y le dicen nosequé de ir a un sitio. Se va con una chavala porque sí, iluminados con antorchas a través de unas cuevas donde el peligro son las arañas, una serpiente colgando y... ¡¿unos zombis!?... Felizmente alcanzan una trampilla que les da paso a un nightclub, con gente poniendo posturitas y bebidas gratis. De ahí a una fábrica de... no lo sé, pero hay guardias serios con metralletas y Donald Pleasence disfrazado del Dr. Maligno. Los amenaza, el carapalo huye con el padre de la chavala en helicóptero y la deja a ella allí, todo un caballero. Para rematar, los dos nuevos colegas convencen a un grupo heterogéneo de unas veinte personas formado por (atención) punkis, enanos, karatekas, nazis, ballesteros y una gorda comiendo pollo, de que son los elegidos para derrocar al sistema... al sistema. Así que destruyen un camión y luego cantan abrazados como en Live Aid, en una escena que se alarga hasta lo ultraincómodo. Fin. Esto se titula I PREDATORI DELL'ANNO OMEGA, por si quieren darle esquinazo...
Saludos.

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