Aclaro el palabro de arriba: de la protección no como ente inamovible, sino una maraña que se va tejiendo con paciencia. Ahora sí, en los últimos años, vimos a una Claudia Cardinale que participaba en proyectos más o menos modestos, producciones a caballo de Italia y Francia, donde no era raro verla encarnando personajes reminiscentes de sus raíces tunecinas. Un film muy desconocido, pero que me complace rescatar hoy es LE FIL, que nos viene a recordar cómo nos hemos ido convirtiendo en unos carcas reaccionarios y apolillados casi sin darnos cuenta. He aquí la historia de una familia burguesa tunecina, donde madre e hijo se reencuentran tras la muerte del padre, después de que él haya terminado sus estudios de arquitectura en París. Se nos presenta un mundo muy desconocido, donde las tradiciones árabes se mezclan sin problema con costumbres más abiertas, provenientes de un caldo de cultivo rico en matices que, para nuestra vergüenza, ha sido erradicado hoy día de las "redes desinformativas". Ella ama a su hijo, y quiere pasar sus últimos años disfrutando su felicidad y auge profesional; él quiere mantener las apariencias, pero su única libertad provendría de ser abierto con su homosexualidad. Mehdi Ben Attia roza el buenismo aleccionador, entre otras cosas por la honestidad con la que nos muestra ese mundo tan desconocido, con choques culturales algo abruptos, pero en definitiva conformando un film entretenido, pequeño, pero que habla de esos grandes temas que nos suelen pasar por delante de las narices.
Valiente.
Saludos.

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