A ver... dadme un punto de apoyo y moveré el mundo... Un punto de apoyo, he dicho. Bien, entonces probemos con otra cosa.
Los freaks del mundo están salvados porque los de Muchachada Nui, a este paso, acabarán por dar las campanadas de Nochevieja; además, existen los hermanos Coen. A SERIOUS MAN es el colmo de la extravagancia hecha mainstream, porque ésta es una película de los Coen y la gente no va a darle la espalda, aun con todas las reservas actuales en materia de espectadores. Como digo, A SERIOUS MAN pasa por el mismo filtro estético de NO COUNTRY FOR OLD MEN, pica profundamente (mucho más) en la inflamada abstracción de BURN AFTER READING y se expande en una miríada de ramificaciones argumentales que, en el mejor de los casos, no llevan a ninguna parte, que es el sitio más cómodo para los Coen y sus experimentos.
Imaginen al tipo más lerdo, sumiso, apocado que conozcan y añádanle el espíritu de un Gusiluz..., porque ése es el protagonista de esta comedia que no es comedia, sino otra cosa que no sé qué es. Resulta que este tipo, que encima es judío y profesor de matemáticas, sufre una serie de "catastróficas desdichas" que lo zarandean a lo largo de un metraje angustioso, intrincado y cancerígeno; una mezcla entre Godard, Bergman, Pedro Lazaga y las historias para no dormir de Ibáñez Serrador. Si pensaban que lo habían visto todo, están en lo cierto; los Coen lo saben y hacen una película que se parece a cualquier película que imaginen y luego se parece a otra, y luego a otra... Ahora bien, teniendo en cuenta todo esto, me gustaría finalizar diciendo (aclarando) que no es una mala película, sólo extraña de cojones, y que entre la amalgama de situaciones, casi sketches en vez de escenas, hay hallazgos memorables como el antológico arranque, que es probablemente lo mejor que han filmado los Coen en su vida pero que, haciendose honor a ellos mismos, no tiene absolutamente nada que ver con lo que viene después, o al menos yo no soy capaz de ubicar esta brillante escena. No se preocupen demasiado si el final les deja con un palmo de narices, porque esa era precisamente la intención; un final que suena como un portazo o una puerta suavemente entornada, depende de tantas cosas... y hay tan poco tiempo para contarlas...
Saludos serios.
7 comentarios:
Dentro de dos horas la estaré viendo en el cine, pero después de leer su reseña me parece entrever que no le gustan mucho las películas de los Coen, ¿no? A mí la verdad es que me gustan bastante, salvo la horrible The ladykillers, y las flojas Oh, Brother o Quemar después de leer. Crueldad intolerable no la he visto.
Y le entiendo cuando dice que su cine no va a ningún sitio o parece no ir a ningún sitio, porque además esta opinión la leí también en alguna revista de cine. Hay gente que ve sus películas, se divierte con ellas, pero después se les difumina como aire que se disipa (uy, qué bonito). Y eso a mí no me pasa. Su mejor película, en mi opinión, Fargo, es un compendio de todo su buen hacer, tanto a la hora de presentar personajes, tomándose su tiempo, como a la hora de mezclar humor y crudeza en una misma historia. Suelen tener la virtud de escoger historias que les vayan bien para meter sus bromas particulares, pero es que también saben mantener el interés del espectador y eso no es fácil. No es país para viejos nos devolvió a los mejores Coen y eso espero que siga con esta película.
Un saludo y perdone por la brasa que le he dado!
He pospuesto ya dos veces su visionado y salgo en dos días de viaje... así que tendré que esperar a que no la retiren del cine mientras, pero por lo que cuentas, si tenía ganas, más me han entrado.
Rarito que es uno.
Jaja, has conseguido hacer una reseña tan extraña y abstracta como la propia peli!.. al acabar de leerla no sabia si te habia gustado o no.... Te tengo que dar la razon en lo de inconexo, pero te invito a reflexionar porque lo que aparentemente es inconexo (como el prologo) tiene una razon de ser, para mi que cuando el hombre se va la pareja no sepa si era un demonio o no plantea las mismas incertidumbres que la trama le plantea al protagonista, y al ser una pelicula sobre eso, el azar y la incertidumbre, veo normal cierta dispersion, aunque nunca es algo extremo esta todo engarzado bastante bien. Y bueno solo como viñetas separadas casi que merece la pena.
Perdon por la falta de tildes, mi teclado me putea ;-(
Saludos!
Después de verla, justamente hace unas dos horas y media, he de decir que me ha aburrido bastante, por no decir casi desde el principio. A pesar de su buen prólogo, la historia es tan floja en cuanto a matices logrados que ciertamente ni los Coen sabían adónde se dirigían. Me ha indignado tanto que Haneke tendrá que esperar. Todos los detalles de mi queja sobre la peli estarán en nuestro blog la semana que viene.
Un saludo!
Hmmmm la escena del principio sí que tiene bastante que ver, IMHO! :-) Pero también sospecho que para "verlo" hay que estar algo empapado de cultura judía centroeuropea y del Este. En el fondo todo gira alrededor de lo mismo: el sentimiento judaico de que a veces no se sabe si Dios te quiere mucho (quien bien te quiere te hará llorar), si es un pirao que te está tomando el pelo (a lo Woody Allen), o si está, a lo Einstein, jugando o no a los dados con el universo.
La escena inicial se explica por la coexistencia desde siempre en la cultura judía de dos tendencias: la supersticiosa y la racionalista-escéptica, que conviven (malconviven, más bien) en la propia figura de Larry Gopnick.
Vamos, que yo lo veo así pero ya digo, que no es fácil de ver.
Pues francamente te agradezco la explicación, porque no me había enterado de nada. Ahora, esa escena inicial me parece lo mejor del film; a saber lo que habría salido si los Coen hubiesen seguido por ahí... ¿Un "violinista en el tejado" posmoderno y metafísico?...
¡Ajá! :-) La escena tiene un punto muy onírico, tammbién muy de leyenda ya que en realidad es una representación de las antiguas leyendas judías de Centroeuropa (de ahí el uso del yídish). Es un poco marcianada, si lo piensas... La coexistencia con ese mundo de los espíritus ahora nos resulta un poco lejana, pero en esa escena se resume ya el meollo del asunto: la mujer, creyente y tradicional hasta el tuétano por muy marciana y absurda que pueda parecer la cosa, y el hombre, que deja entrever los primeros titubeos escépticos que darán pie al desarrollo del racionalismo (la mujer representaría al "viejo judío", el hombre al judío ilustrado, "moderno" de la Haskalá). Si lo piensas, la leyenda encaja a la perfección con esa otra escena cuando Larry está delante el pizarrón en sueños, volviéndose medio loco e intentando buscar una explicación científica y racional (el judío "moderno") a la irracionalidad de las acciones divinas (y de ahí el final: ni siquiera intentes buscarle explicación, porque te volverás como Larry. ¡Loco!).
De las 3 que fuimos al cine reconozco que fui la única que se rió y que lo "pilló". Pero la verdad es que es una película muy redonda en todos los sentidos, al tiempo que es una visión bastante ácida y divertida de la cultura judía.
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