viernes, 22 de enero de 2010

Llamad a cualquier puerta (pero no esperéis que os reciban)

BAD LIEUTENANT: PORT OF CALL NEW ORLEANS demuestra varias cosas, bastantes cosas. Demuestra que Werner Herzog le da diezmil vueltas a cualquier lampiño émulo yanqui del gran Abel Ferrara; demuestra que si el camino futuro de Herzog es éste, entonces Herzog está acabado, porque el director alemán tiene demasiado talento para malgastarlo en una película innecesaria. También demuestra que Eva Mendes es un florero con demasiadas oportunidades; que Val Kilmer no es ni la sombra de lo que fue y pudo ser; que Brad Dourif es un actor desaprovechadísimo; que Nicholas Cage, aparte de estar ya cartoniano perdido, es incapaz de rozar siquiera esa lección de interpretación que dio don Harvey Keitel en su momento. Sospecho que alguien que no viese la obra maestra de Ferrara habrá quedado sorprendido con un film que, dentro de unos parámetros, no nos volvamos locos, arriesga en su pretensión de enésimo descenso a los infiernos; lo malo es que BAD LIEUTENANT, la original, es una de mis películas de cabecera y ésta, como he dicho en alguna ocasión, me parece una bobadita con cierto estilo gracias a su director, poco más. Si atendemos solamente al film en sí, lo cierto es que tras un arranque lánguido, deslavazado y con poca chicha, Herzog remonta a partir de empezar a zarandear al monigote interpretado por Cage, aunque donde Keitel atemorizaba el antes mencionado da más pena que otra cosa. Sin embargo, incomprensiblemente, Herzog tira por tierra la posibilidad de redondear un entretenimiento bien facturado, se le va la olla y termina con Cage brindando con agua mineral junto a una embarazada Eva Mendes... Un final no sólo ridículo, sino impenitentemente irritante, porque todo lo malo que le ocurre a este nuevo Teniente Corrupto ni siquiera es novedoso, está demasiado trillado y hace de esta incongruencia el film más innecesario de los últimos tiempos. Pero si les entretienen las iguanas, los caimanes y las peceras gigantes, amén de los tabiques de platino... pues eso.
Saludos en corruptela.

6 comentarios:

Cinemagnificus dijo...

Me rayó muchísimo que Herzog, a su edad y tras una carrera por lo general independentísima en la que siempre se lo ha sudado lo comercial o las concesiones, se ponga ahora (a los ochenta años que tiene que tener este hombre por lo menos) con un remake de una obra de Ferrara.

En fin, tengo que verla todavía, pero me atrae esta versión. Espero igualmente también que Herzog no siga en esta estela.

Jefe Dreyfus dijo...

nada, nada.. me da mucha pereza este nuevo remake, como Nicolas Cage en sí mismo.

Crowley dijo...

Pues sí, Cage está acartonado por dentro y por fuera (ahora se le nota más lo de fuera) y Herzog no necesita estas películas para demostrar su talento, aún así, una película muy interesante y meritoria (salvo por ese precipitado y fallido final para mi) donde mete de sus marcianadas que tanto adoro (esas iguanas...), pero me quedo con la de Ferrara.
Saludos

elprimerhombre dijo...

Pues la de Ferrara la fui a ver al cine y no he vuelto a visionarla. Recuerdo que me gustó pero también que era un pelín rara. Se me quedó grabada la imagen de Keitel desnudo y cachas con los brazos abiertos. La de Herzog me da palo por Nicolas Cage.

Un saludo!

Luis Cifer dijo...

cage debería retirarse de una vez, Herzog también. Ambos parecen devorados por una industria agonizante.
Me da miedo ver esta peli, la original es aún reciente y no creo que esta me impacte ni la quinta parte, y no soporto a Cage descontrolado.

Kinezoe dijo...

El Teniente que interpretó Harvey Keitel en su día es lo suficientemente bueno (¿o debería decir malo/corrupto?) para que no se me pase por la cabeza acercarme siquiera a leer la letra pequeña del cartel de la nueva cinta, ni ahora ni dentro de veinte años, por muchos remakes que puedan hacerse. Y mucho menos con el Cage de por medio...

Aquel papel fue memorable (el de Keitel), casi que también es una de mis pelis de cabecera...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!