viernes, 15 de enero de 2010

El aburrimiento y cómo sacarle provecho

Hace no mucho, hablaba aquí mismo acerca de un film que obtuvo parabienes y galardones y que a mí me parecía un tostón de mucho cuidado; me refiero a CRASH, de Paul Haggis, y hoy quisiera retroceder diecinueve años, hasta el momento en que se realizó una película culpable de tanto mamoneo cinéfilo yanqui. Y aun así, sigo creyendo que ingenuamente culpable. Lawrence Kasdan rodó GRAND CANYON con la esperanza de poder mostrar lo que se llevaba tiempo atisbando: el sueño americano se desvanecía, y con él sus héroes y arquetipos ¿Que roza el panfleto autoindulgente? ¿Que sus personajes y situaciones son forzadas y arquetípicas? No seré yo quien diga lo contrario, pero hay algo fundamental que la distancia enormemente de la antes citada, por ejemplo. GRAND CANYON es entretenida y puede pasar tanto por drama social como por comedia costumbrista; los Kevin Kline, Mary McDonnell, Danny Glover y Steve Martin (especialmente este último) se esfuerzan por dejar atrás sus registros habituales y conforman un atractivo mosaico al que asistimos desde "el otro lado". Y es que Kasdan nos habla de esos ciudadanos ejemplares, bien situados, intachables, y les enfrenta al horror vacui tras hacerles pasar por una situación límite; el discurso aquí puede molestar por centrarse en esos "niños bien" ya en su madurez, pero su mensaje sigue inalterable hasta nuestros días y también habla de esa sonrisilla cruel ante la desgracia ajena según la clase social, pues para dar pena están los pobres mientras que un rico "lo tenía merecido". El ejemplo perfecto de todo esto se encuentra condensado en el estupendo trabajo de Steve Martin; pasamos todo el film queriendo pegarle un tiro a ese insoportable y ostentoso ricachón, que se jacta continuamente de lo bien que le ha ido la vida habiendo dejado de lado los escrúpulos; y, sin embargo, cuando esto ocurre realmente (Martin es tiroteado), nos enfrentamos a nuestra mala conciencia, porque nadie es ejemplo de rectitud moral, ni siquiera nosotros. Yo a eso le llamo un guión lleno de intenciones, y nos encanta que nos manipulen.
Saludos panorámicos.

2 comentarios:

enmigdetot dijo...

Me encanto Gran Canyon, fue parte de mi top5 durante una buena temporada: era -y soy- una cria y me senti identificada con la "magia" domestica que se vislumbra constantemente. Los personajes, el sueno de Mary McDonnell, el amor del hijo adolescente, la infelicidad de la amante de un Kevin Kline no-culpable, y su infidelidad que (vaya!) no se descubre y no convierte el filme en el rollo tipico, la relacion de Danny Glover y la companera de trabajo de KK, el bebe, el homeless loco-angel mensajero...el Gran Canyon...
Baso mi critica en las emociones que la peli me inspira y, aunque a veces le toma tiempo a mi cerebro hacerse oir, tiendo a fiarme de mi primera impresion. Pasame los kleenex...que diga: las palomitas!

Soy tu nueva seguidora,

Marta

El Unicornio Negro dijo...

De Grand Canyon no soporto la manía de Kasdan de rellenar todos y cada uno de los trocitos de película en los que no hablan con música.

Por lo demás, coincido contigo.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!