domingo, 17 de enero de 2010

Movido por sensaciones

Antes que nada, me veo en la obligación de aclarar que nunca he considerado a Brian de Palma un virtuoso de esto del séptimo arte, cosa ésta que me ha dado no pocos quebrantos con amigos y demás especies. Será por un íntimo prejuicio que viene dado por su fijación casi adoraticia por clásicos consagrados; no sé, pero como diría uno: no me mola su gramola...
... Y sin embargo, he percibido en sus últimos trabajos una saludable voluntad por forjar una especie de "discurso de Palma", o lo que sea. Ya sea en la incómoda REDACTED, de largo su mejor film, o en la que hoy nos ocupa.
Como decía antes, no esperaba gran cosa de THE BLACK DAHLIA, pero el relato de James Ellroy, basado en un truculento y oscurísimo suceso en las alcantarillas de Hollywood, poseía la suficiente fuerza como para merecer un visionado. A grandes rasgos, THE BLACK DAHLIA es una película extraña, irregular, casi expresionista, con un marcado gusto por lo macabro y con tantos aciertos como errores por metro cuadrado, lo que acaba por desorientar al espectador, que se ve transportado de un viscoso terror psicológico a una trama "negra" clásica, pasando por una voluntariosa presentación de personajes simplemente abrumadora. THE BLACK DAHLIA es una historia dentro de otra historia...; empezamos con una cirriante escena de lucha callejera entre maleantes y agentes de policía, continuamos con tórridos juegos de seducción a cargo de Scarlett Johansson y a los que no puede resistirse Josh Hartnett, un actor que nunca llegará a nada si no cambia de peinado. Entre tanto hay una especie de investigación velada sobre un tremebundo asesinato en el que se intenta esclarecer la identidad de la víctima y atrapar al asesino. El caso de "la dalia negra" tuvo su repercusión por lo terrible detalles: la víctima, una ínfima y anónima aspirante a actriz (aquí la bellísima Mia Kirshner) fue encontrada literalmente cortada en dos y con una horrible sonrisa provocada por sendos cortes en las mejillas. Creo que de Palma, dejando a un lado sus habituales excesos y licencias, hace un buen trabajo de recreación, especialmente en la parte final, donde el espectador tiene la sensación de estar ante un profundo secreto y finalmente se impone la turbiedad de la trama.
Francamente, me parece un producto con la suficiente dignidad y entidad como para no temer ni a la siempre difícil adaptación de Ellroy ni al conservadurismo del espectador habitual, que requiere siempre un aviso en toda regla de a qué se va a enfrentar.
Saludos en negritud.

2 comentarios:

Crowley dijo...

Pues en esta ocasión no estoy del todo de acuerdo contigo. La película me pareció floja, mucho, de las más flojas del siempre interesante y reivindicable DePalma, pero no me creí en ningún momento a ninguno de los actores y actrices.
Esperaba mucho más de lo que se me enseñó.
Saludos

Kinezoe dijo...

A mí me decepcionó profundamente, no está a la altura del género. De este mismo director prefiero "Carlito's Way" o la efectista "Scarface", entre otras. De Palma es otro de los que parecen haberlo dado todo hace tiempo...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!