lunes, 18 de enero de 2010

Eternamente en cartel

Y continuamos con nuestro particular y caprichoso homenaje al director norteamericano más europeo, a sus obsesiones y hallazgos, a sus biorritmos y sentencias. A sus películas.
Hoy, otra cumbre; OPENING NIGHT, haciendo honor al metamórfico espíritu de John Cassavetes, es varias cosas al mismo tiempo: un profundo e inquietante viaje a la malgastada personalidad de su protagonista (qué grande es Gena), esta vez una exitosa actriz de teatro; la exposición de ésta a un extraño suceso (la muerte de una admiradora), que irá poco a poco minando su resquebrajada autoconfianza con un fuerte sentimiento de culpabilidad; el impresionante trabajo de contrastes entre lo que se muestra en escena y lo que ocurre cuando se baja el telón. Pero sobre cualquier otra consideración, OPENING NIGHT es el gran homenaje de un grande a su profesión, la profesión de actor y el mundo de los estrenos teatrales; aparte del enésimo regalo que Cassavetes hizo a su esposa en forma de uno de esos papeles únicos e irrepetibles. Notorios son también los experimentos de este film, filmando una actuación real y la espontánea reacción del público, así como los interminables encuadres del gran Al Ruban, agotando cualquier punto de vista posible en un estupendo trabajo casi de voyeur. OPENING NIGHT justificaría por sí sola el devenir de cualquier director moderno; en el caso de Cassavetes, no es más (ni menos, por supuesto) que un nuevo peldaño, una nueva ventana abierta por este genio y por la que se han asomado luego infinidad de pálidos imitadores. Todos quieren ser Cassavetes; nadie puede ser Cassavetes, nunca.
Saludos de estreno.

1 comentario:

elprimerhombre dijo...

Buena película, sí señor! Pedro Almodóvar la homenajeó en Todo sobre mi madre. John Cassavetes es un director muy interesante y tengo varias pelis de él para ver y también quería hacer algún día alguna entrada sobre su cine (aunque conociéndome tardaré lo mío). The Killing of a Chinese Bookie me pareció muy curiosa pero la vi hace mogollón de tiempo.

Un saludo!

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!