domingo, 5 de octubre de 2025

Rincón del freak #663: ¿Es tu espada o te alegras de verme? O, respuestas definitivas a los grandes misterios de la política actual


 

Como lo prometido es deuda, continuamos deshojando la saga del ¿bárbaro? ¿guerrero? ¿ladrón? ¿pichabrava?, antes de que se nos eche Sitges encima. Y hay poco que contar de DEATHSTALKER III, una indigente producción rodada enteramente en México, con lo de curiosamente sintomático que tiene, como procederemos a explicar en breve. Película mala, hecha a toda prisa, con un guion demencial que mezclaba hechiceros, princesas, muertos vivientes y amazonas, sin que nada de ello aparezca, porque todos los personajes hacen las mismas cosas. Y acabaría aquí la reseña, pero tengo que ponerme con los actores, y sobre todo las actrices; no por nada en particular de su trabajo, que es paupérrimo. John Allen Nelson, que luego estaría en Baywatch, es un protagonista inane, que se ríe mucho, pero que te cae peor que el malo, un señor calvo con pinta de árbitro ochentero llamado Thom Christopher, mientras que la "actriz" local Claudia Inchaurregui se dedicaba a tirar flechas poniendo morritos, antes de dedicarse al zumba. Pero, ay amigos, hay aquí una sorpresa inesperada, porque el único punto sesudo del guion se lo lleva el papel doble de las princesas Carissa y Elizena, aspirantes a gobernar un reino de ensueño, aunque estén dotadas de caracteres contrapuestos: una, soberbia y caprichosa, la otra comprometida y humilde. Pues bien, la "actriz" que desplegaba sus facultades interpretativas era una tal Carla Herd, que no les sonará porque ese era su apellido de soltera, que trocó por el Sands de Fred Sands, un importantísimo hombre de negocios vinculado con el partido republicano, con el que estuvo casada hasta la muerte de éste en 2015. Ahí empieza lo divertido, porque justo después Carla Sands donó un cuarto de millón de $ a Mr. Trump, en la que fue la campaña de su primer mandato, y éste, haciendo honor a su ojo para designar a gente en sitios, envió a la "pobre viuda" en calidad de embajadora... ¡a Dinamarca!... ¿No daría esto para una peli muy chula de metacine, en vez de remedar otra vez los espadazos de saldo y atrezzo? Apasionante en cualquier caso, como explicarle al señor naranja que es mejor llevarse bien con México, que allí los rodajes eran más asequibles...
Bonita anécdota, que rubricamos en apenas un par de semanas.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!