lunes, 6 de octubre de 2025

De padres e hijos


 

Vaya por delante que A RIVER RUNS THROUGH IT me gusta, porque conserva ese encanto clásico que Robert Redford daba a sus historias, de enseñanza y aprendizaje, lecciones de vida que aquí se muestran con la simpleza del personaje principal contándonos cómo fue su vida junto a sus padres, su hermano y el río que no sólo simboliza ese fluir vital, que personalmente me deja rechinando por exceso de obviedad, sino el punto de encuentro a donde dejarse llevar con sinceridad y pausa. Un río para pescar, y testigo mudo del devenir de estos dos hermanos tan diferentes pero iguales. El mayor, Craig Sheffer, de talante templado y que sólo aspira a graduarse, encontrar un buen trabajo enseñando y casarse con la única chica para la que tiene ojos; mientras, un por entonces incipiente Brad Pitt, el menor sobrevive trabajando en el periódico local de Missoula (curiosamente, la ciudad natal de David Lynch), ahogado por las deudas de juego, pero con un carácter tan rebelde como encantador. No hay mucho más que contar en esta película bonita de ver, incluso con momentos de estupendo cine, que en mi opinión hubiese ganado con menos bucolismo y reforzando la psicología de sus personajes, algo que Redford bordó en su debut, por poner un ejemplo. Una película que parecen fotografías en fila, para que uno escoja la que más le guste, con escenas impecables (las de pesca, por ejemplo) y otras que tienen algo de maestrillo castigando de cara a la pared, de tarta de manzana enfriándose en el alféizar o escaparate de misal en temporada. No dejen, empero, que un pesimista como yo les arruine el visionado de un film, por otra parte, que en ojos del espectador adecuado puede resultar fascinante.
Fantástica fotografía de Philippe Rousselot, por cierto, que aquel 1992 se llevó el premio de la Academia.
Saludos.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!