Película, como su personaje central, más jodida de desentrañar de lo que parece aparentar en la capa superficial, probablemente con la que se queden quienes no sean capaces de identificar la historia de Enric Marco con la de este país, cainita y malversador, que prefiere a "adalides" de sofá que a bufones, sí, pero con más calidad humana y, seguramente, más amor al prójimo ¿Es MARCO la historia de un mentiroso compulsivo? Sí, pero también es un ruego, el que se desprende de la mirada de esa bestia llamada Eduard Fernández, que es la del hombre que lo ha visto todo y sólo quiere compartirlo, abrir las conciencias. Marco era el mejor don nadie que puede existir, el que lograba mover y remover, una fuerza de la naturaleza que cometió el pecado de ser personaje en vez de persona; eso, a día de hoy, en la era de la posverdad, de la inteligencia artificial, del genocidio en directo, de las luchas de clase cediendo ante el reality de los poderes fácticos, es una broma pesada. Personalmente, Enric Marco me parece más humano, generoso y luchador que la mayoría de la escoria política y mediática que nos rodea. Puedes tener muertos a miles, defraudar dinero a espuertas, emborracharte mientras tus "conciudadanos" se ahogaban o alimentar a grupos neonazis con dinero público para amedrentar, de nuevo, a tus "conciudadanos". Al lado de todo eso, Marco parece un tipo al que sólo quieres dar un abrazo... y por qué no, que te cuente su historia. Y el que no esté de acuerdo, que tire la primera piedra...
Esclarecedora, y no precisamente de una sola impostura.
Saludos.

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