sábado, 18 de octubre de 2025

Lleno, por favor


 

Que quede claro que si titulas tu película F1: THE MOVIE... ¿qué coño quieres, que venga Boyero a alabarte? Esto es lo más cerca que vamos a estar de considerar un simulador de Fórmula 1 como cine, y ser más condescendiente con un guion que nadie puede creerse que se haya ido a más de tres páginas me parece pasarse un poco. Dicho esto, 150 minutos que pasan más rápidos que Fernando Alonso dándole una colleja a Brad Pitt (lo juro), que debió sentirse como un carapolla cualquiera. Sin más ni más, una tontería muy tonta, con todos los clichés que pueden reunirse, pero que consigue un par de cosas que tampoco es tan fácil conseguir. Una, que no podamos despegar los ojos cada vez que hay una carrera, y lo dice un tipo que se aburre como una ostra con este deporte. Lo otro es aún más improbable: tragarnos como héroes a un grupo de gente que se dedica a perder carreras a base de estrellar coches multimillonarios por hacer el gilipollas. Díganme si eso no es magia. Bueno, eso y que Lewis Hamilton la haya producido sólo para ser el malo... 
Saludos.


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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!