lunes, 11 de noviembre de 2024

El motivo gravitacional


 
Hay directores que hacen mejores a sus películas, pero también películas que se benefician poco de estar dirigidas por realizadores ensimismados. Había cierto revuelo en Sitges por ver ODDITY, el nuevo trabajo de Damian McCarthy, tras sacarse de la chistera (nunca mejor dicho) aquella inquietante aunque irregular CAVEAT. Hay cosas muy mejoradas en este nuevo film, como un guion más trabajado, o hacer al espectador cómplice absoluto de una trama que propone muchas sorpresas, pero no le importa ir desvelándolas antes de lo previsto. A su favor, de nuevo el espacio único, en un apartado caserío al que se muda una pareja, pero ella es brutalmente asesinada. Él, médico en una institución psiquiátrica, intenta rehacer su vida con otra mujer, pero la hermana de su difunta esposa le hace una imprevista e inquietante visita en el aniversario de su fallecimiento. Aquí empiezan los problemas de guion, y a McCarthy le cuesta horrores no caer en la autoparodia, no ya por integrar a la hermana, una médium ciega, sino por una trama muy difícil de creer, y no sólo por el elemento sobrenatural, que tampoco tiene una relevancia crucial. Tiene algunos momentos muy conseguidos, incluso puntualizaciones que oscilan de lo macabro a lo divertido, pero voy a permitirme pensar que este director aún tiene bastante más que ofrecer, sobre todo si es capaz de sacudirse algunos complejos que parecen autoimpuestos, como la tendencia a una sobriedad que deviene tedio. 
Es una buena película de terror, pero espero bastante más próximamente.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

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