Tenía curiosidad por ver BATMAN: GOTHAM BY GASLIGHT, la adaptación animada de la mítica novela gráfica de Brian Augustyn y Mike Mignola, que precisamente estos días cumple nada menos que 35 años. Ha sido mi primera vez con una de estas producciones, que me consta que cuentan con legiones de adeptos, puede que atraídos por la posibilidad de ver un comic en movimiento. Concretamente, éste es un volumen que adquirí en el momento de su publicación, y que es uno de mis grandes tesoros, al ubicar al hombre murciélago en un hipotético Gotham del siglo XIX, sirviéndose del personaje de Jack "the ripper" para construir una trama que le viene como anillo al dedo, mezclando las aventuras con el cuento de tintes terroríficos. El problema salta a la vista casi inmediatamente: alguien debió decirle a Sam Liu que las series animadas de Batman abría un mundo de posibilidades a una franquicia a la que le cuesta reinventarse, pero dibujar como Mignola es otra cosa, ni más ni menos. Es decir, que si no existiera la obra original hablaríamos de una propuesta interesante, pero las diferencias cualitativas son tan insoslayables, que casi la hacen irreconocible a ojos del aficionado que llegue a ella sobre aviso.
Saludos.
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