El premio especial del jurado en Siges lo obtuvo EXHUMA, nueva vuelta de tuerca al siempre estimulante cine coreano de tintes sobrenaturales. En esta ocasión, las dos horas y cuarto están plenamente justificadas, al expandirse el relato en diferentes direcciones, adoptando la forma de una especie de mapa del tesoro, reservando múltiples sorpresas, que van de lo jocoso a lo directamente grotesco. Con el protagonismo repartido por cuatro personajes (entre los que se encuentra el mítico Choi Min-sik), éstos son requeridos por una importante familia, a fin de que descubran la extraña dolencia de su primogénito, que se encuentra en Estados Unidos, toda vez los métodos científicos no les dan respuesta. A partir de ahí, estos cuatro investigadores se ven literalmente arrastrados hacia un terreno que se vuelve cada vez más turbio y peligroso, y que parece una venganza proveniente de un pasado amenazante.
Continuando la nueva ola del horror coreano, vertiente posesiones y tradiciones chungas, EXHUMA no es tan truculenta como otros títulos (se me viene a la mente THE WAILING), pero su tono ligeramente desenfadado da como resultado un film muy entretenido, y que se guarda una traca final de lo más estimulante, con algunos guiños de guion de lo más atrevido (si eres japonés, claro), y donde hay lugar para una nueva sesión espiritista que no deja a nadie indiferente.
No es una gran película, pero sí una muy recomendable.
Saludos.
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